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lunes, 5 de marzo de 2012

LA CONFERENCIA J.M. López Gómez

LA CONFERENCIA
(Fragmento)

 José Manuel López Gómez

     Estimados amigos: la condición humana nunca se ha destacado por ser un dechado de virtudes. Todo lo contrario. De hecho, estoy convencido que las leyes que regulan nuestro comportamiento social, han amortiguado en parte nuestra natural propensión a dar rienda suelta al egoísmo y la perversidad que nos caracteriza.
     No quiero deciros con esto que somos intrínsicamente malos sujetos. Por suerte existe una contraparte fundada en el respeto y la solidaridad con el prójimo que de alguna manera han acompañado y promovido el espíritu conciliador de esas mismas leyes. Sin embargo- y esto parece ser una constante incontrastable- la historia nos muestra que esa parte oscura, ese costado pútrido de Adán, es el que ha impuesto la impronta de los acontecimientos sociales.
     Para decirlo más claramente, las ambiciones desmedidas generadas por el afán de poder, el egoísmo y la codicia con todas sus terribles implicancias sociales- egoísmo y codicia, han modificado la relación social de manera dramática Y ésta es la razón por la cuál hemos llegado a este estado de cosas.
     El caso es que hace mucho tiempo- allá por la década del diez y tal vez un poco antes- existía un grupo de periodistas, filósofos y analistas políticos que por entonces, trataban de alertar a la opinión pública sobre el peligro latente de este estado de cosas.  
     Y digo trataban porque los medios disponibles eran escasos y no podían competir contra los grandes monopolios:-prensa escrita, medios audiovisuales, emisoras radiales etcétera-, al servicio excluyente de esos intereses de los cuáles formaban parte.
     Estos grupos de dominación, asociados a un grupo de grandes empresarios dedicados a hacer negocios sin ningún tipo de escrúpulos, supieron siempre que para llevar adelante sus planes de  control social, deberían contar con un poder mediático que respondiera a sus intereses de manera exclusiva y excluyente.
     ¿Moraleja? Poco a poco la prensa escrita, la televisión, la radio y cuánto medio formare parte de la información  pública, fueron siendo comprados por estos poderosos grupos, asociados a su vez con organismos privados, asociaciones políticas e incluso entidades ocultas o sectas secretas, que formaron parte del devenir histórico.
     De una u otra manera, se había orquestado un plan maestro para digitar vida y obra de hombres, mujeres y niños, con el objetivo de servir los intereses de una clase social exclusiva y excluyente; y esto, mis amigos, aún a costa de esclavizar al resto de la humanidad.
     Pues bien mis amigos: cuándo algún periodista independiente, intentaba en aquellos tiempos alertar a la opinión pública respecto al peligro que se avecinaba, el poder mediático del esthablisment- unas veces por ignorancia, otras por omisión, pero la mayoría por acción premeditada- se ensañaba con ellos mediante la difamación pública o el escarnio social.
     ¡Si habrán caído en desgracia por esta causa tantos buenos periodistas! Y pensadores, filósofos y militantes sociales preocupados por esta situación… El resultado… todos lo sabemos, fue la conformación de un canal de periodismo underground, cuyos miembros y/u organizaciones, terminaron refugiándose en la Internet de aquellos tiempos.
     Por desgracia y lamentablemente, era una acción minoritaria que carecía de voz entre la opinión pública mayoritaria, manipulada de manera perversa y vergonzante. Así nació la versión moderna del pan y circo de los romanos. Televisión basura, entretenimientos, chabacanería, prostitución masiva directa e indirecta- algunos de los veteranos aquí presentes, recordarán que hasta los celulares cumplían el papel de citas y enlaces de esa prostitución-; en fin, la pérdida absoluta de todos los valores morales, etcétera.
     El plan consistía en convertir al ciudadano en un ser amorfo y light con el único objetivo de servir como elemento de producción pasivo. Ni más ni menos.
     Bien amigos: disculpad esta introducción pero era absolutamente necesaria para comprender mejor cada uno de los documentos que me permitiré leerles en sucesivas etapas. El de hoy se titula  “Un gobierno mundial nos acecha.”
    Se trata de un reportaje que tiene casi 50 años. Pertenece justamente a la época en que el plan de dominación entraba en una etapa decisiva. Forma parte de esos documentos de investigación independientes, y como tal, os lo leeré en forma textual.    Algunos de los conceptos les parecerán sacados de la pura fantasía o de mentes enfermas.
     Hay pasajes incluso, con referencia a entidades metafísicas o demoníacas. Sin embargo, forman parte de un plan siniestro que fue llevado a cabo con precisión de laboratorio. ¡Y comprobarán con asombro que muchos de sus párrafos se corresponden con la realidad de los hechos actuales! 
     Ya veo caras de asombro… Esperad a que llegue al documento. Estoy seguro que muchos de vosotros habréis oído comentarios en algún momento de vuestras vidas, respecto a que el verdadero poder se ocultaba entre las sombras. Que organizaciones secretas y tenebrosas manejaban los hilos de la política por encima de los propios gobiernos y las instituciones que estos representaban.
     Pues bien, en mi caso, siempre pensé que se trataba de pura fantasía. Durante mucho tiempo, yo también creí que el verdadero poder estaba representado por el gobierno de Estados Unidos, al cuál conocíamos como el imperio visible, y a su vez, por el resto de los países ricos que conformaban el grupo de decisión.
     Pues bien, hoy sé que me equivoqué. Que todos los gobernantes, tanto de los países dominantes cuánto del resto de mediano desarrollo y luego los más pobres, todos, sin distinción, eran meros empleados, gerentes al servicio de una causa de dominación cuyas raíces se pierden en la historia.

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