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martes, 31 de enero de 2017

RETANDO AL DIABLO Antonio Fco. Rguez. A.

RETANDO AL DIABLO
Antonio Fco. Rodríguez Alvarado


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Ahí estábamos los cinco amigos, sentados en círculo en la playa sobre unas piedras que acarreamos. De acuerdo a la cita pactada esa mañana en la escuela primaria, para contar cuentos de terror. Nunca nos imaginamos que esa noche no habría luna. Empezamos nuestros relatos hablando del diablo, describiéndolo como un ser espantoso que apesta a azufre. Todo su cuerpo es de color rojo, provisto de grandes cuernos y una larga cola, el cual se aparecía a la medianoche, y se metía a las casas en donde hubiera gente mala para llevársela como castigo  al infierno. En donde sufrirían eternamente quemados por las llamas. Estábamos tan absortos con la plática que no nos dimos cuenta que el manto nocturno, como una red, nos tenía envueltos. Nuestros cuerpos estaban invisibles, escondidos a nuestros propios ojos, en la total oscuridad de la noche.


     Comenzó a correr un aire frío del sur, el cual provocaba que las olas golpearan con fuerza haciendo grandes estruendos al romperse contra las orillas del lago, y las ramas de los árboles azotadas por la surada emitían un quejumbroso sonido.   El viento al tocar nuestra piel nos daba escalofríos. Todos estábamos atemorizados, pero nadie quería decirlo. Yo, por mi parte, sabiendo que nadie me vería, con la mano busqué en mi cuello el escapulario que por un lado tiene a la  vírgen del Carmen y por el otro al Sagrado Corazón de Jesús, y persignándome les di un fervoroso beso y musité lo más bajo posible el Padre Nuestro y el Ave María. Y recordé, que en la misa de mi Primera Comunión, el Padre dijo, que quien lo portara no sufriría las penas del Purgatorio. Y yo deseaba que también me protegiera hasta de las penas del Infierno, en caso de ser llevado por el Diablo. Momentos después, juntamos nuestras piedras para estar sentados más cerca. El sentir la proximidad de nuestros cuerpos nos hizo perder un poco del frío y del temor. Nuestros ojos poco a poco se iban acostumbrando a ver en esa densa oscuridad, apareciendo paulatinamente nuestras siluetas, como si fueran unas sombras vivientes, independientes de nuestros propios cuerpos, de nuestras propias vidas.


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     Todos estábamos ya con mucha  tensión. Uno de nosotros dijo: -¡Saben qué, tengo mucho frío y ya me dio sueño! Tres más lo secundamos, pero el mayor que es el que relataba los cuentos respondió: ¡OK, nada más acabo este y nos vamos! No terminó de contarlo pues unos descomunales ruidos en forma de crujidos sonaron arriba del árbol que estaba junto a nosotros. ¡El diablo! ¡Es el diablo! Espantados gritamos todos y salimos corriendo despavoridamente como quien siente que lo quiere atrapar el diablo…

     Esa misma noche nadie de nosotros pudo dormir, fuimos hechos presa de unas horribles pesadillas en donde nos imaginábamos que el diablo nos daba vueltas con su tridente dentro de una inmensa caldera de fuego.


     A la mañana siguiente nos enteramos que una vieja y gran rama del árbol no había soportado los fuertes embates del viento y se quebró cayendo arriba de las piedras en donde habíamos estado sentados.


     El diablo nos había dado un aviso por haber estado nosotros ya tarde... fuera de casa.



Xalapa, Ver. 31.01.2017


lunes, 30 de enero de 2017

LA ESPERA Jorge Mariano Camacho Sarmiento

LA ESPERA
Jorge Mariano Camacho Sarmiento


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Es allí, al dintel de un poema,
que te esperan los versos
en arreboles vestidos de ébano
antes que se legalicen los soles
y la entrada de las crespas noches.


Es allí, donde la paciencia adjudica su tiempo
en los recuerdos de historias contadas
que pasan en secretas emociones.


Musa vagarosa de eternas jornadas
cielo y tierra donde el hombre se une
acompasa la demora en senil puerta
de goces y duelos, rosas y espinas.


La lluvia cae lentamente
en las ventanas color carmesí
y sobre un pergamino amarillento
yacen estas letras en un cielo que poco aclara
y mi angustia envejecida, en la espera descansa.



Pamplona, Colombia. 2017

DRA. (Derechos Reservados de Autor)


domingo, 29 de enero de 2017

LA VECINA Antonio Fco. Rguez. A.

LA VECINA
Antonio Fco. Rodríguez Alvarado
  
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Les voy hacer una breve historia: Ella era mi vecina, venía seguido a casa a saludar o a tomarse un cafecito conmigo. Esa vez  me pidió pasar al baño. El de abajo estaba recién usado, le pedí subir al de la segunda planta.



     Al pararse del asiento no pude evitar admirar sus hermosas piernas, ella lo notó. Pasó casi rozando junto a mí, impregnándome su aroma y hasta su aliento, y empezó a subir pausadamente los escalones. Yo, nervioso aun de su roce, y embelesado, no pude apartar mi mirada de ese par de piernas que a gritos pedían ser vistas.
  
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     Ella sintió el toque de mi mirada, se detuvo brevemente, volteó hacia mí y mirándome sensualmente, me dijo:


     -¡De haber sabido que te provocaría con esta minifalda, desde cuando me la hubiera puesto!


          Me asombraron sus palabras, no lo esperaba así. Me dieron mayor confianza, haciéndome sentir libre para amarla. Por toda respuesta, subí hasta donde ella estaba, la abrace con desbordada lujuria, casi la asfixio con mis abrazos y con mis besos. Ella emitió unos voluptuosos ayes de  dolor, que más me excitaron.



     Sin dejar de abrazarla, la levanté y subí el resto de los escalones y, ya una vez arriba, la metí a la recámara, cerré la puerta tras de mí, y así, descargamos apasionadamente todas esas ansias acumuladas en tantas visitas y tomas de café.


     Las visitas y las tomas de café son más seguidas y ahora… colmadas de placer.




 Xalapa. Ver. 29.01.2007.


FUIMOS DESCUBIERTOS POR EL VIENTO Jesús Pernett Solano

FUIMOS DESCUBIERTOS POR EL VIENTO
Jesús Pernett Solano

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Nacimos libres, sin guetos, sin trincheras, sin velos en los ojos; caminando descalzos en calles inocentes, en pisos de esmeraldas prohibidos a la noche.

     
     Fuimos descubiertos por el viento cuando el Amazonas chorreaba aún aguas vírgenes en la espesura de su alma; cuando sólo existíamos nosotros, sueltos como aves; desde antes que el silencio furtivo encerrara en jaulas las palabras de la selva; desde antes que el tiempo infinito se volviera hielo, y tortura, y distancia.

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     Desde antes de todo, desde antes del exilio de la conciencia; Cuando el solipsismo dominaba nuestra mente, y éramos únicos en la intimidad del espacio.

     
     Cuando el secreto se columpiaba en las ramas de nuestra inocencia, hasta que apareció en nuestros senderos la negra pisada de la muerte, desterrando la risa, devastando el imperio. Pero no pudieron quitar a las águilas su vuelo, ni a los cóndores sus alas, porque ya nuestros sueños corrían, desde antes, como nubes desbocadas por el cielo.


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Repelón, Colombia (2015)

TU ALMOHADA Antonio Fco. Rguez. A.

TU ALMOHADA
Antonio Fco. Rodríguez Alvarado
                                       
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Me dijiste que esta noche
No vendrás a dormir conmigo
Y realmente es muy grande mi dolor
Estoy tan hecho a ti
Que mi ser se descompleta
Con tu ausencia.


Iré a nuestra cama
Tomaré tu almohada preferida
Tiene tu perfume favorito
El cual siempre he querido
Por natural y excitante
Ah, me es tan motivante.


Abrazo tu almohada
Huelo tu esencia
Añoro tu presencia
Pienso en ti
Cierro mis ojos
Y... sueño contigo.



Xalapa, Ver. 29.01.2017


viernes, 27 de enero de 2017

HECHIZO Gloria Echeagaray B.

HECHIZO
Gloria Echeagaray Blancarte
GREB

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Al embrujo de tus besos

Y sin salida caí

En el fuego de tu cuerpo,

En una búsqueda incansable

Que solo encuentra sosiego

En el lugar

Donde se funden el amor

Y el sonido de las olas.




Mazatlán, Sinaloa, México. 06.01.2017


LABIOS CANDENTES Antonio Fco. Rguez. A.

LABIOS CANDENTES
Antonio Fco. Rodríguez Alvarado

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Tu boca, tus labios, la lujuria son. Cada vez que me besan son como una gran llamarada que crepita, lanzando nimbos de chispas, que los suspiros de la noche esparcen  sobre nuestros cuerpos como diminutas estrellas.


     Tu boca, tus labios recorriéndome el cuerpo, provocan que se incendie la lava que está bajo la corteza de mi piel. El aliento de tu boca es fuelle que aviva la antorcha de mi ser.

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     Tu boca, tus labios, pasión candente que enervan mis sentidos que en frenética crápula se posesionan de ti. De tu cuerpo, rojizo y candente como sol nocturno, que hace palidecer y temblar de envidia a la misma luna.



     Como moderno Vulcano pido quedarme en el cráter de tu intimidad. Oh querida Venus/Afrodita, nacida de la espuma del mar, diosa del amor, de la belleza y de la lujuria…



Xalapa, Ver. México 27.01.2017

RECUERDOS Antonio Fco. Rguez. A.

RECUERDOS
Antonio Fco. Rodríguez Alvarado
  



Hoy me quise acordar de ti
Y sentí que se han borrado
Casi todos tus recuerdos.


Qué lástima me di…
Me sentí ingrato,
El que me hayas
Abandonado
No es para tanto.


No debo condenarte
Al olvido
Cuando fuiste
El mejor amor
Que he vivido.




Xalapa, Ver. México 26.01.17

jueves, 26 de enero de 2017

ECO Antonio Fco. Rguez. A.

ECO
Antonio Fco. Rodríguez Alvarado

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Al sentir que partías

Te grité con el alma

Deseando me escucharas

Y esperando tu voz

Que llegara hacia mí

Como un eco

Y en él...

Regresaras tú.




Veracruz, Ver. 25.01.17

LÁGRIMAS SALADAS Antonio Fco. Rguez. A.


LÁGRIMAS SALADAS

Antonio Fco. Rodríguez Alvarado



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Mis lágrimas de amor por ti

Y por otros amores

Se han agotado de mis ojos

No me quedan

Más lágrimas de amor.




De hoy en adelante

Solo lloraré de felicidad

O de agradecimiento

A la vida

Digo adiós a lo demás.




Cuando piense en ti

Y me duela tu recuerdo

Dibujaré una lágrima

Con mis letras

Y después la borraré.




Lloré lágrimas saladas

Como gotas en el mar

Y hoy me quito

Ese maleficio

Que a mi alma quiso ahogar.




De hoy en adelante

Acorde con mi vejez

Viviré con un nuevo amor

Con la placidez

Del agua dulce de los lagos.






Veracruz, Ver. México. 26.01.17

miércoles, 25 de enero de 2017

DOÑA "MARY" Antonio Fco. Rguez. A.

DOÑA "MARY”
Antonio Fco. Rodríguez Alvarado


Hoy me tocó atender a una anciana de cerca de 90 años. Pese a su avanzada edad, no se pasa la vida sentada, ni lamentándose. Es una mujer que cuando termina un quehacer, para descansar, toma su ovillo de lana o de algodón y, se pone a bordar alguna prenda de vestir o algún tapetito para su mesa o la de alguna de sus hijas.


     Ella prefiere vivir sola en su propia casa, no le gusta dar molestia a ninguna de sus hijas. Sus ratos libres los utiliza ya tarde para ver sus telenovelas, aunque se esté durmiendo durante la programación.       Una de sus hijas le ha acostumbrado a leer cuentos infantiles, los cuales ella disfruta y comenta después con la hija y sus nietos.


     La vida le dio un cruel golpe, que ella lo tomó como designio de Dios. Pues quedó viuda cuando aún la mayor de sus hijas no llegaba ni a los 5 años de edad. El amor le dio la fortaleza para cumplir su doble rol de madre y padre. E inculcándoles valores y principios con su propio ejemplo, sacó adelante a sus hijas, dándole profesión a las tres. Esto ella no lo comenta, porque siente que era su obligación como madre.


     En momentos que ella se hastía de su soledad, se acerca a la puerta o a la ventana que da a la calle, para atrapar a algunas de sus vecinas o amistades que pasen por su casa. El saludo usualmente se convierte en una larga y amena plática, como si tuvieran años sin verse. Las caras alternan el asombro, el coraje, la tristeza, la risa y la ternura.

- ¡Adiós doña Mary!

- ¡Adiós comadrita! ¡Cuídese mucho, que Dios me la bendiga!

     La anciana, ya sola, nuevamente, suspira profundo como agradeciendo el disfrute de esos instantes que la llegaron a entretener y sentirse rejuvenecida una vez más con el cariño y afecto de sus viejas amistades.

     Suena el teléfono, se apresura a contestar, sabe que es una llamada de sus hijas.

- ¿Cómo estás mamita?

- ¡Muy bien hija! ¿Y tú?


     Un poco más tarde, calienta algo para su cena. Se pone a pensar todo lo que vivió ese día. Evoca el recuerdo de cada una de sus tres hijas y sus nietos. Se levanta del asiento, abre un cajón del trinchador y saca su “Rosario” y, vertiendo sus lágrimas de madre, llora y reza por sus hijas, pidiendo a Dios que las cuide siempre…



Veracruz, Ver. 24.01.17


lunes, 23 de enero de 2017

SE ME SUBIÓ EL MUERTO Antonio Fco. Rguez. A.

SE ME SUBIÓ EL MUERTO
Antonio Fco. Rodríguez Alvarado




Me quedé dormido leyendo el Malleus malificarun de Sprenger y Kramer y, horas después, al empezar a despertarme, intenté pararme de la cama sin poder hacerlo. Por más esfuerzo que ponía no lograba mover ni siquiera un dedo. Estaba completamente paralizado. Sentí, además, como si a mi cuerpo lo aplastara un gran peso. 



     Quise mover mis ojos para escudriñar qué pasaba a mí alrededor. No había absolutamente nada encima de mí. Intenté hablar y no pude articular palabra alguna, me preocupó presentar este horrible trismus. 



     El sonido del segundero del reloj de pared me hizo girar los ojos hacia la frente para verlo. Mis órbitas se distendieron con dolor para hacerlo. Entendí que no podía luchar, no podía hacer más nada para librarme de esta terrible pesadilla al despertar. 



     Dejé que la inercia del momento siguiera imperando sobre mi cuerpo. Momentos después, como si saliera de un trance anestésico, empecé a mover las piernas, los brazos, el tronco y la cabeza. Me paré y di gracias de no haberme quedado atrapado en “Los brazos del muerto”.





Veracruz, Ver. 24.01.17  


sábado, 21 de enero de 2017

DESILUSIÓN Gloria Echeagaray B.

DESILUSIÓN
Gloria Echeagaray Blancarte
GREB


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Dime qué vez cuando me miras
Dime qué admiras cuando me ves
Atrévete a decirme en qué hemos fallado
Será orgullo tu ausencia,
Mi corazón se pregunta y no obtiene respuesta.


Qué esperaba de ti realmente
Mi respuesta es todo
Porque todo te di
Libere mis demonios
Los que jamás había soltado.


Te aseguro no me pesa haber soñado juntos
Mi herida es mucho más dolorosa que la tuya
Si aún guardas recuerdos de todos los momentos que vivimos
Guarda las caricias que te di,
No te reprocho nada
Y menos que te fueras.


Tuviste mil formas para decir te quiero
Y hoy hace mucho tiempo que no sé de ti
Dejaré de hacerle el amor a tus recuerdos
Dejaré de soñar que volverás
O seguiré esperándote,
Aunque no vuelvas
Te quedarás en mi...
Porque sin importar lo que siga
Yo estuve hecha para ti...




Mazatlán, Sinaloa, México 01.09.16


MÁS ALLÁ Antonio Fco. Rguez. A.

MÁS ALLÁ
Antonio Fco. Rodríguez Alvarado


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Bendita muerte que te apiadas de los que sufren
Y en otros previenes su futuro dolor
Tu siempre misericordiosa
Te condueles de la humanidad.


Nuestro querido ser superior
Te envía oportunamente
A librarnos del presente y futuro mal
No hay mejor eutanasia que la que tú nos das.


Más allá de que tengas el rostro
De la mujer que amamos o deseamos
por lo que extendemos nuestros brazos
para abrazarte
Muerte engañosamente dulce
Y apasionada…


Hágase Señor/Señora tu voluntad
Que, aunque a veces no estemos de acuerdo
Respetamos y agradecemos
La decisión que tú nos das.


Es un consuelo el morir
Es entrar a un mundo nuevo
Donde nuestras almas
Dejarán de sufrir.


Hipnos, Hermes psicopompo y Thanatos
Del sueño profundo, llevar... al sueño eterno
Los tres en una sola Trinidad
Hágase Señor/Señora tu voluntad.




Veracruz, Ver.  21-01.17


CHIRIBITAS Antonio Fco. Rguez. A.

CHIRIBITAS
Antonio Fco. Rodríguez Alvarado

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La margarita (Bellis perennis), también conocida como "chiribita", es una flor originaria de Sudáfrica. Fue la flor clásica de la época victoriana. Las doncellas victorianas dieron origen a la popularidad oracular (me quiere, no me quiere) de la flor para saber si eran correspondidas en el amor.


Cuántas chiribitas tendré que deshojar
para saber si tu amor me vas a otorgar.


Las chiribitas de tus ojos
Cual bellos antojos
Cual bellas flores
Son mis amores.


Tus ojos chispas de placer
Anhelos en mi ser.


Sé, que sin la luz de tus ojos
Me perdería en un mar de abrojos
para nunca más volver.




Veracruz, Ver, 21.01.17