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domingo, 28 de octubre de 2012

TALOS, EL GIGANTE DE BRONCE


TALOS
Antonio Fco. Rodríguez Alvarado


     El mito de Talo, el gigantesco hombre de bronce, es evidentemente de origen fenicio y alude a la cruel práctica de sacrificar humanos al fuego. Este Talos era todo de bronce e invulnerable. Este robot fue confeccionado por Hefesto/Vulcano, a petición de Zeus, para regalarlo a su amada Europa, para protegerla a ella y los tres hijos de ambos: Radamanto, Sarpedón y  Minos. Así, Talos servía de guardián de la familia de Zeus en la isla de Creta, cuyas costas recorría tres veces todos los días. Minos mandó a grabar en su  broncíneo cuerpo  las “Leyes del Reino”, su incumplimiento era castigado con el sacrificio al  fuego: "Talos abrazaba contra su pecho a la gente y se arrojaba al fuego con ella, que moría abrasada".
     Si veía que se acercaban enemigos o forasteros indeseables, o a los habitantes  salir sin permiso de Minos, les arrojaba  enormes piedras. Si alguien conseguía escapar de las piedras, Talos saltaba dentro de una hoguera hasta ponerse al rojo vivo, y luego, con una risa sardónica, abrazaba a los recién llegados apretándolos contra su pecho, hasta arrancarles la vida. Es probable, que tomara su nombre de Zeus Tallaios (Zeus Solar), y de igual forma, que debido a su color y brillo cobrizo aunado al rojo incandescente que así tomaba su cuerpo al salir de la hoguera fuera llamado Sol. Cuando se acercaron los argonautas para desembarcar en la isla, intentó alejarlos a pedradas, pero sucumbió a un ardid de Medea.
     En efecto, Talos tenía una sola vena, que le iba de la cabeza a los pies y que en el tobillo estaba taponada por un alfiler. Medea le hizo enfurecerse con visiones engañosas de que los perros de Hades, el dios de los infiernos, lo destrozaban, provocándole que se desgarrara el tobillo en una roca, así débil, con un hechizo lo durmió, logrando sacarle este alfiler, y Talos murió desangrado al escaparse del talón se dice que en forma de hierro fundido el icor, o sangre de los dioses olímpicos. Según otra versión, fue alcanzado por una flecha del argonauta Peante, el padre de Filoctetes. Con la muerte de Talos, los héroes pudieron desembarcar y reponerse, en previsión de la ruta que aún les quedaba.


     Talos era también un ateniense, hijo de Pérdice o Policasta, hermana de Dédalo.
     Dédalo, el mejor y más famoso artesano y arquitecto de la época helenística, había huido de Atenas para refugiarse en Creta a causa del asesinato de Talos, hijo de su hermana Policasta, que Dédalo por envidia profesional acabó despeñándolo desde la  Acrópolis. Talos, también llamado Acalo o Pérdice, igual que su madre, a sus 12 años, fue quien inventó la primera sierra, inspirándose en la mandíbula de la serpiente,  y el torno de alfarero, así como el primer compás.
     Se comenta que la diosa Minerva lo convirtió en perdiz, que años después acompañó con su canto regocijado los funerales del hijo de Dédalo, Ícaro.
     Policasta, se quitó la vida, ahorcándose,  a causa de la pena.
     Dédalo, en Creta construyó para Minos el Laberinto, extraordinario edificio lleno de intrincados pasadizos destinados a servir de morada al Minotauro, y llevó a cabo además muchas otras ingeniosas obras de arte.
     Como auxilió a Teseo a vencer al Minotauro, Minos lo encerró en el Laberinto junto con su hijo Ícaro. Tuvo que huir con Ícaro usando unas alas  artificiales. Cierto que al pasar por la isla de Samos, Ícaro cayó al mar – que por él se llamó de Icaria-, y se ahogó; Dédalo llegó a Cumas y de allí a Sicilia, donde fue bien acogido por el rey Cócalo. Por eso, cuando Minos,, que había perseguido a Dédalo, puso pie en la isla, Cócalo se negó a entregarle su huésped; más aún ahogó a Minos en el baño. Tal fue el fin de este monarca, cuya tumba, no obstante, se mostraba en Creta,



EL DISCURSO MÁS CORTO. Bryan Dyson.


EL DISCURSO MÁS CORTO 

Bryan Dyson, ex Presidente de Coca Cola… 


Lo dijo al dejar uno de los cargos más importantes del mundo.

"Imagina la vida como un juego en el que estás malabareando cinco pelotas en el aire. Estas son:
-  Tu Trabajo,- Tu Familia,- Tu Salud,- Tus Amigos y - Tu Vida Espiritual, Y tú las mantienes todas éstas en el aire.

Pronto te darás cuenta que el Trabajo es como una pelota de goma. Si la dejas caer, rebotará y regresará. Pero las otras cuatro pelotas: Familia, Salud, Amigos y Espíritu son frágiles, como de cristal. Si dejas caer una de estas, irrevocablemente saldrá astillada, marcada, mellada, dañada e incluso rota. Nunca volverá a ser lo mismo. Debes entender esto: apreciar y esforzarte por conseguir y cuidar lo más valioso.

Trabaja eficientemente en el horario regular de oficina y deja el trabajo a tiempo. Dale el tiempo requerido a tu familia y a tus amigos. Haz ejercicio, come y descansa adecuadamente. Y sobre todo.....crece en vida interior, en lo espiritual, que es lo más trascendental, porque es eterno.



sábado, 27 de octubre de 2012

CACUY Leyenda argentina


CACUY
Leyenda argentina adaptada por
Antonio Fco. Rodríguez Alvarado




Cuenta la leyenda que hace muchos años, dos hermanos vivían solos en una casita de madera en el monte, rodeados de nogales, cedros y pinos de la región de la selva. El muchacho era dócil, humilde y trabajador; la niña, caprichosa, haragana y cruel. El hermano le traía todo lo que le hacía falta para la casa, leña, frutos silvestres, comida, miel y otras cosas que ella aprovechaba. Pero ella lo hacía sufrir peleándole por cualquier cosa. A veces le derramaba las comidas y lo dejaba sin comer. Él trataba de pasar por alto la actitud de su hermana. Un día de regreso de la selva cansado y hambriento,  pidió a su hermana que le alcanzara un poco de hidromiel. La mala hermana trajo el fresco líquido, pero antes de dárselo lo derramó en su presencia. Lo mismo hizo al siguiente día con la comida. Agotadas su bondad y paciencia, y amargado por su vida, resolvió darle un castigo tan grande como su maldad: - Que muera (decidió él entonces) pero no la matarán mis manos… así que una tarde la invitó a recoger miel de un árbol que estaba en la selva. Al llegar,  le pidió a su hermana que vendara sus ojos para que los protegiera de las picaduras…logró que ella trepara a lo más alto de la copa de un quebracho enorme. Él, que subió por detrás, descendió desgajando el árbol de modo tal que su hermana no pudiera bajar. Cuando llegó al suelo se largó corriendo y dejó sola a su hermana en lo alto del árbol, y ella, como nadie contestaba sus llamados, se quitó las vendas y, al darse cuenta de lo ocurrido se llenó de miedo. Cuando cayó la noche sobre el bosque, su miedo se convirtió en terror. No se animaba ella a arrojarse desde la altura. El frío de la noche la hacía tiritar. Sus gritos de horror y arrepentimiento se hacían cada vez más lastimeros; pero nadie podía oírla; su hermano estaba ya muy lejos.
     Sobre aquel castigo cayó otro superior. A medida que pasaban las horas, comenzó a ver, horrorizada, que su nariz se convertía en pico y las uñas se hicieron ganchudas, sus pies se transformaban en garras, sus brazos en alas y le empezaron a brotar plumas en todo el cuerpo. Quedó convertida en pájaro que sólo sale a volar de noche, y con la cabeza tendida hacia la altura, los ojos cerrados y en rara actitud de espera y ansiedad,  estraga el silencio con su grito intenso y desgarrador que pareciera decir:

    -¡"Turay", "Turay"!- : ¡"Hermano", "Hermano"!. Cuando en realidad dice: -¡Cacuy, Cacuy, Cacuy!-.

     Se le oye gritar de noche, en primavera. Es muy difícil distinguirlo entre las ramas, con las que se confunde. Es tan perfecto el mimetismo que sólo puede advertirse su presencia cuando el viento al pasar mueve sus plumas. Permanece allí inmóvil todo el día pegado a la rama del árbol que eligió como sostén. Los lugareños de los cerros y las selvas del norte, que conocen la historia del ave solitaria, se estremecen al oírla cuando ella llama con su triste canto al hermano perdido.



      Nyctibius griseus cornutus (Vieillot), es un ave de rapiña, nocturna, de unos 30 cm de longitud, de color plomizo, pico corto y ojos negros con los párpados ribeteados de amarillo. Generalmente es ermitaña. En el norte de Argentina se denomina Kakuy y Túray por los quichuas, Urutaú por los guaraníes, la Vieja y Mae da luna por los brasileños. Según Alberto Vúletin en “Zoonimia Andina” la pronunciación correcta es cácuy porque es onomatopeya del canto de esta ave.
     El vocablo cacuy proviene del quechua, kakuy: permanecer, quedarse, lo cual coincide con la leyenda pues ella  se quedó o permaneció donde fue abandonada por su hermano. 
      Por extensión se le dice cacuy a la persona que llora mucho: “¡está llorando como cacuy...!” 



lunes, 22 de octubre de 2012

QUERIDO ESPEJO. Giorgio Mascarutty Saligny


QUERIDO ESPEJO
Giorgio Mascarutty Saligny
En una cristalería         Mes 13     Año 2055




                      - Tal es la terquedad en estar  hablando  contigo que ahora la gente que me mira, primero con curiosidad, luego con extrañeza y a lo último  creo que pensando hirientemente  que estoy loco porque hablo y gesticulo frente a ti y por lo tanto, consigo comunicarme con  un ser inanimado.   ¡LOCO! me dice abiertamente al pasar junto a mí y si van, las personas en parejas, entablan un diálogo entre ellos:
               -  ¡Amigo! ¡Sólo eso le faltaba!, ¡Hablar  con un espejo!
               Y el otro contesta:
               - Antes, cuando había luna llena, se ponía a aullar como lobo, espantando con sus aullidos a los niños del barrio.  Dejó de hacerlo cuando los padres le reclamaron directamente y le dijeron que estaba estropeando de fea manera, la salud mental de sus hijos.
               -  Bueno, espejito,   recuerdo haberles contestado: 
               -   Nací normal. Crecí igual de  que todos.  Sólo que  he tenido más imaginación y mayores fantasías que  ustedes. Soy diferente porque la brisa refrescante no  enfría el calor que me quema el alma, la luz de la luna me traslada de la obscuridad mundana a un mundo donde brilla el pensamiento y la ilusión. Hablo con las estrellas, lejanas, centellantes y siento, más que oír,  que me contestan todas mis incógnitas siderales.  Soy igual pero diferente a Uds.  No vivo  con las paredes obscuras que los convencionalismos mundanos  les obligan a hacerlo. Soy libre y la luz es  mi amiga. No experimento soledad. Siempre soy acompañado por los recuerdos del futuro y mis laberintos, donde siempre habrá un final como etapa terminal  y estoy seguro que será  de felicidad.
               -   Si mi cuerpo pide comida pues lo que hago es  comer  hasta  quedar satisfecho. Trabajo en lo que me place, con la imaginación y con mis fantasías. Duermo tranquilo, sin pesadillas, con la beatitud y la sonrisa de un niño. No deseo maldad para nadie. Vivo plenamente y dejo que los demás hagan también lo mismo, aunque con sorna me griten  Loco o eviten mi presencia.
              -   Mi cuerpo es sano porque lo he determinado así, con el ejercicio. Todas mis toxinas y mis malos espíritus huyen y me dejan  en paz.  Camino por veredas desconocidas por otros pies que  no los han hollado aún o bien, hago veredas donde sólo observo hojas resecas que jamás sintieron el calor del sol, que yacen pudriéndose en la inmensidad de su ciclo vital.  Soy  el dueño absoluto de mi vida y teológicamente sé que he sido creado por un invisible Dios que no se equivoca, ni siquiera con la maldad que está dentro del alma humana.
              -   Espejo, hoy te hablo y te miro contento porque sé que reflejas mi alegría de estar consciente y que no me contestarás  con voces, pero entenderás lo que te estoy diciendo. Por eso, Yo mismo me digo loco.



lunes, 15 de octubre de 2012

EL BARBASCO Y LA PÍLDORA ANTICONCEPTIVA


EL BARBASCO; PARADOJA DE LA FORTUNA Y DESGRACIA DE LA RIQUEZA VEGETAL DE LOS TUXTLAS.
Por MVZ Octavio Ponce Cadena






     La región de LOS TUXTLAS, Ha sido considerada tradicionalmente como un área de gran importancia biogeográfica por lo peculiar de su FAUNA y FLORA. Esta importancia se refleja en el interés que se suscitó desde finales del siglo XlX, por explorar la flora de la región; y no es sino hasta la década de los 60-70 del siglo XX, que comienza una actividad regular de investigación y explotación de dicha flora, que se consolida con el establecimiento de una “BARBASQUERA” en la ciudad de San Andrés Tuxtla, esta funciona desde 1960-1976, en el boulevard 5 de Febrero, en la cual en su patio central el barbasco se secaba durante diez días, moviéndole constantemente para obtener un secado homogéneo, y una vez seco se molía para elaborar la harina de barbasco. En esta laboraban 20 trabajadores y un velador. Se pagaba el kilo a 12 pesos o 15 la pieza (algunas piezas de barbasco pesaban hasta 30 kilos). Las personas lo recolectaban en la milpa, en el cerro de El Vigía, el volcán de San Martín, Laguna Encantada, nacimiento de Otapan, etc.
     Esta gran demanda de barbasco, hizo que se éste casi se extinguiera de la selva de Los Tuxtlas, pues se recolectaba indiscriminadamente y nadie se preocupaba por sembrarlo y o conservarlo, ya que a los trabajadores y recolectores se les decía que el barbasco se utilizaba para la elaboración de jabones y detergentes, ocultándoles su alto valor medicinal y comercial.
     El dueño y o administrador se llamaba RAMÓN RODRÍGUEZ.
     Y es por ello que a más de 35 años de desaparecida la barbasquera, apenas el barbasco se está recuperando en la región de Los Tuxtlas.
     BARBASCO (Dioscorea Composita y Dioscorea Mexicana) conocida popularmente como “Cabeza de negro” o gordolobo, es una planta trepadora, con hojas en forma de corazón y desarrolla un tubérculo irregular que llega a una profundidad de 5 metros. Y puede pesar hasta 30 kilos. Del barbasco se obtienen 1,200 fitofármacos o compuestos a través de la “Diosgenina”, que se utiliza principalmente para la producción industrial de hormonas, esteroides, anabólicos, anabolizantes para la engorda de ganado, progesterona y sus derivados que se utilizan como anticonceptivos y de cortisona, un potente antiinflamatorio, utilizado principalmente para combatir la: artritis reumatoide. México se mantuvo durante 30 años (19435-19759  como principal productor de barbasco; esta industria colapsa cuando CHINA, HONG KONG Y COREA, se llevan una especie de barbasco (en México existen 65-70 especies), la cual investigan, conservan, siembran y obtienen su patente como “BARBASCO ORIENTAL”, y lo empiezan a producir en grandes volúmenes. Desde entonces el barbasco se ha ido borrando de nuestra memoria histórica, en particular de los que vivimos muy alejados, tan alejados de la historia de nuestras comunidades rurales y de las historias de nuestros recursos naturales. El barbasco, es sólo uno de los tantos ejemplos de la paradoja de la fortuna y desgracia de la riqueza vegetal de Los Tuxtlas.

    
Antonio Fco. Rodríguez Alvarado 
Addendum sobre el barbasco


     Los aborígenes de América Precolombina utilizaban las raíces del  barbasco para pescar en un macerado que echaban a los ríos; luego de un rato aparecían los pescados ahogados o semiahogados flotando los que eran comestibles por el hombre.

    El 15 de octubre de 1951, el químico mexicano Luis Ernesto Miramontes Cárdenas, cuando preparaba su tesis de licenciatura, logró la síntesis de la noritendrona, compuesto que fue el elemento activo de la primera píldora anticonceptiva en el mundo. El descubrimiento fue realizado en la ciudad de México en las instalaciones de los laboratorios Syntex, y fue publicado ese año en el Journal of the American Chemical Society (cuya brevedad y trascendencia recuerdan el trabajo de Watson y Crick sobre la estructura de doble hélice del ADN), teniendo como coautores al  químico estadounidense de origen austriaco Carl Djerassi y al químico húngaro George Rosenkranz. El cuaderno de notas de Miramontes con la siguiente frase: “Se disuelve 1 g. de éter enol de 19-norandrostendiona en 25 cc. de tolueno anhidro…” da cuenta del proceso que dio lugar al surgimiento de la Píldora que transformó al mundo. Luis Ernesto Miramontes nació en Tepic, Nayarit en 1925 y murió el 13 de septiembre de 2004 en la ciudad de México.

     Miramontes y Rosenkranz, mucho más modestos, a pesar de su genialidad, nunca reclamaron la paternidad del descubrimiento, mientras Djerassi, convertido luego en estrella fulgurante del jet set, y a fin de cuentas también un genio –y además tutor de Miramontes –, acaparó los reflectores mediáticos y reclamó, no la paternidad de la Píldora, sino, curiosamente, la maternidad de la misma, como señala en su libro: This Man’s Pill (del cual hay una edición en español, publicada en 2001 por el Fondo de Cultura Económica).

     El trabajo se publicó firmado por Miramontes como primer autor y un mes después se solicitó la patente mexicana. Luego se obtuvieron otras patentes internacionales, entre ellas en Estados Unidos en 1956. En 1964 el departamento de patentes de ese país consideró el logro de Miramontes y sus colegas entre los 40 inventos más importantes realizados entre 1794 y 1964, por lo que su nombre quedó registrado al lado de científicos de la talla de Louis Pasteur y Tomas Alva Edison, e ingresaron al Salón de la Fama de Inventores de Estados Unidos.

     Un aspecto que fue clave en la historia del nacimiento de la Píldora, cuya importancia muy pocos han destacado, fue la colaboración que se estableció entre Syntex y la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), por medio del Instituto de Química.

     En aquel momento, tal como ocurre ahora, el descubrimiento fue rabiosamente combatido por la Iglesia y los grupos conservadores. Pero ésa es otra historia. 


Más información: Javier Flores
Periódico La Jornada
Martes
31 de agosto de 2010, p. 2



sábado, 13 de octubre de 2012

ORACIÓN EN ACUARIO Carlos Carranco


ORACIÓN EN ACUARIO
Carlos Carranco


LA ERA DE ACUARIO FORJANDO CAMBIOS
HA DESCENDIDO EN LA HUMANIDAD;
Y EN LOS DESIGNIOS DE GRANDES HOMBRES
QUE NOS DEJARON SU GLORIA Y NOMBRE,
SE ANUNCIA EL TIEMPO DE LA VERDAD.

Y TÚ Y YO, Y TODOS VAMOS
POR UN CAMINO DE INCIERTO FIN;
MÁS AÚN TENEMOS Y EN  ÉL CONFIAMOS,
ES EL AMOR QUE PROYECTAMOS
COMO ESE SOL EN NUESTRO CONFÍN.

Y TÚ Y YO, VIENDO GIRAR A LOS PLANETAS
EN DERIVA POR LOS CIELOS, NOS PONEMOS A PENSAR
QUÉ DIRÁN POR SU TRAZO EN LAS ALTURAS
ESAS LÍNEAS QUE LOS ASTROS NOS QUISIERON DIBUJAR.

ERA DE ACUARIO, SATURNO, URANO,
PULSANDO EL ARPA DEL COSMOS VAN;
SUS NOTAS CANTAN LIBERACIONES
EN UN CONCIERTO DE MIL CANCIONES
QUE A UN TIEMPO LLENAN LA INMENSIDAD.



Es egresado de la Carrera de Ciencias de la Comunicación de la UNAM, con diplomados en Mercadotecnia y Relaciones Públicas. Durante 10 años, diseñó y coordinó sendos sistemas de análisis de información periodística para entidades públicas, privadas  y académicas, como la UNAM, Televisa, Secretarías de Educación y de Turismo, entre otras. Posteriormente fungió como Gerente de prensa, Promoción y Publicidad de la industria discográfica en compañías como Melody, RCA Victor y BMG Ariola (hoy Sony – BMG). De 1994 al 2004  se desempeñó como Editor Musical de Selecciones Reader’s Digest, 

viernes, 12 de octubre de 2012

LA VIEJA QUE COMÍA GENTE


LA VIEJA QUE COMÍA GENTE
Cuento tzeltal
Adaptación del cuento  Francisco Hinojosa




De pronto,
le salían patas
y garras de tigre
y los dientes
le crecían tan grandes
como los de un león.


     Una vez, vino de Guatemala una mujer que se quedó a vivir cerca de Tuxtla Chico. Allí, en una cueva, puso su casa. Mala era la mujer, y fea, medio chaparra y con el pelo gris por no bañarse nunca. Su vestido estaba roto de todas partes y era tan sucia que todo a su alrededor olía mal.

     La tierra entera estaba asustada. Ni los animales más pequeñitos ni los más  feroces pasaban cerca de la cueva porque olía muy mal y porque se escuchaban extrañas y horrorosas voces salidas de la boca de la mujer.

     Pero había veces en que viajeros perdidos o un caminante cansado, que no conocía el rumbo, pasaban por allí. Entonces, la vieja los invitaba a que pasaran la noche en un rincón de su cueva para que durmieran allí los buenos sueños del reposo.

     La mujer esperaba a que su invitado cerrara los ojos y, tan pronto se quedaba dormido, empezaba a cantar sus malos hechizos.

     De pronto, le salían patas y garras de tigre y los dientes le crecían tan grandes como los de un león. Luego, se acercaba sigilosamente, como lo hacen los gatos, y se comía vorazmente al pobre hombre, cuentan que de esta manera habían desaparecido familias enteras en una sola noche.

     Vino entonces de Guatemala un buen brujo que conocía muy bien a la vieja y quería vengarse de ella. Al llegar al pueblo convenció a la gente de que él era un yerbero con buenas intenciones y que podría acabar con la mala mujer. Todos estuvieron de acuerdo en aceptar su ayuda.

     Hace mucho tiempo este brujo había sido una de esas grandes esculturas de las civilizaciones antiguas. Una noche cobró vida, y así como era, un hombre de piedra, tomó el camino para Tuxtla Chico. No se le notaba que su cuerpo era de piedra porque iba vestido como campesino, aunque sus pies eran tan pesados que se hundían en la tierra que pisaba.

     Así, se fue rumbo a la cueva y le pidió posada a la vieja. Ella lo mandó a dormir al único rincón limpio que había. El brujo se acostó y se dispuso a dormir hasta que la vieja, convertida en animal, se acercó a él.

     Fea era ella, con cara de vieja y dientes de león, cuerpo de culebra y patas de tigre. Le dio la primera mordida y sus dientes se quebraron contra la piel de roca. Furiosa, lo arañó, y sus uñas se le desprendieron. Desesperada, lo pateó, y sus pezuñas se rompieron.

     La vieja cayó al piso de tanto dolor mientras el brujo, tranquilo, seguía durmiendo.

     A la mañana siguiente, el brujo despertó y vio que a su lado estaba la vieja, muerta, más fea y horrible que nunca. Desde entonces, la gente de Tuxtla Chico vive contenta. Ahora, los animales andan tranquilos, el aire es bueno y la cueva limpia.



EL PRINCIPITO. Saint Exupery


EL PRINCIPITO Y EL ZORRO
Frag. del PRINCIPITO 
Antoine de Saint-Exupery


Fue entonces que apareció el zorro:
-    Buen día - dijo el zorro.
-    Buen día – respondió cortésmente el principito, que se dio vuelta pero no vio a nadie.
-   Estoy aquí – dijo la voz –, bajo el manzano...
- ¿Quién eres? – dijo el principito. – Eres muy bonito...
- Soy un zorro – dijo el zorro.
- Ven a jugar conmigo – le propuso el principito. – Estoy tan triste...
- No puedo jugar contigo – dijo el zorro. – No estoy domesticado.
- Ah! perdón – dijo el principito.
Pero, después de reflexionar, agregó:
- ¿Qué significa "domesticar"?
- No eres de aquí – dijo el zorro –, ¿qué buscas?
- Busco a los hombres – dijo el principito. – ¿Qué significa "domesticar"?
- Los hombres – dijo el zorro – tienen fusiles y cazan. ¡Es bien molesto! También crían gallinas. Es su único interés. ¿Buscas gallinas?
- No – dijo el principito. – Busco amigos. ¿Qué significa "domesticar"?
- Es algo demasiado olvidado – dijo el zorro. – Significa "crear lazos..."
- ¿Crear lazos?
- Claro – dijo el zorro. – Todavía no eres para mí más que un niño parecido a otros cien mil niños. Y no te necesito. Y tú tampoco me necesitas. No soy para ti más que un zorro parecido a otros cien mil zorros. Pero, si me domesticas, tendremos necesidad uno del otro. Tú serás para mí único en el mundo. Yo seré para ti único en el mundo...
- Comienzo a entender - dijo el principito. – Hay una flor... creo que me ha domesticado...
- Es posible – dijo el zorro. – En la Tierra se ven todo tipo de cosas...
- ¡Oh! no es en la Tierra – dijo el principito.
El zorro pareció muy intrigado:
- ¿En otro planeta?
- Sí.
- ¿Hay cazadores en aquel planeta?
- No.
- ¡Eso es interesante! ¿Y gallinas?
- No.
- Nada es perfecto – suspiró el zorro.
Pero el zorro volvió a su idea:
- Mi vida es monótona. Yo cazo gallinas, los hombres me cazan. Todas las gallinas se parecen, y todos los hombres se parecen. Me aburro, pues, un poco. Pero, si me domesticas, mi vida resultará como iluminada. Conoceré un ruido de pasos que será diferente de todos los demás. Los otros pasos me hacen volver bajo tierra. Los tuyos me llamarán fuera de la madriguera, como una música. Y además, mira! ¿Ves, allá lejos, los campos de trigo? Yo no como pan. El trigo para mí es inútil. Los campos de trigo no me recuerdan nada. ¡Y eso es triste! Pero tú tienes cabellos color de oro. ¡Entonces será maravilloso cuando me hayas domesticado! El trigo, que es dorado, me hará recordarte. Y me agradará el ruido del viento en el trigo...
El zorro se calló y miró largamente al principito:
- Por favor... ¡domestícame! – dijo.
- Me parece bien – respondió el principito -, pero no tengo mucho tiempo. Tengo que encontrar amigos y conocer muchas cosas.
- Sólo se conoce lo que uno domestica – dijo el zorro. – Los hombres ya no tienen más tiempo de conocer nada. Compran cosas ya hechas a los comerciantes. Pero como no existen comerciantes de amigos, los hombres no tienen más amigos. Si quieres un amigo, ¡domestícame!
- ¿Qué hay que hacer? – dijo el principito.
- Hay que ser muy paciente – respondió el zorro. – Te sentarás al principio más bien lejos de mí, así, en la hierba. Yo te miraré de reojo y no dirás nada. El lenguaje es fuente de malentendidos. Pero cada día podrás sentarte un poco más cerca...
Al día siguiente el principito regresó.
- Hubiese sido mejor regresar a la misma hora – dijo el zorro. – Si vienes, por ejemplo, a las cuatro de la tarde, ya desde las tres comenzaré a estar feliz. Cuanto más avance la hora, más feliz me sentiré. ¡Al llegar las cuatro, me agitaré y me inquietaré; descubriré el precio de la felicidad! Pero si vienes en cualquier momento, nunca sabré a qué hora preparar mi corazón... Es bueno que haya ritos.
- ¿Qué es un rito? – dijo el principito.
- Es algo también demasiado olvidado – dijo el zorro. – Es lo que hace que un día sea diferente de los otros días, una hora de las otras horas. Mis cazadores, por ejemplo, tienen un rito. El jueves bailan con las jóvenes del pueblo. ¡Entonces el jueves es un día maravilloso! Me voy a pasear hasta la viña. Si los cazadores bailaran en cualquier momento, todos los días se parecerían y yo no tendría vacaciones.
Así el principito domesticó al zorro. Y cuando se aproximó la hora de la partida:
- ¡Ah! - dijo el zorro... - Voy a llorar.
- Es tu culpa – dijo el principito -, yo no te deseaba ningún mal pero tú quisiste que te domesticara.
- Claro – dijo el zorro.
- ¡Pero vas a llorar! – dijo el principito.
- Claro – dijo el zorro.
- ¡Entonces no ganas nada!
- Sí gano –dijo el zorro – a causa del color del trigo.
Luego agregó:
- Ve y visita nuevamente a las rosas. Comprenderás que la tuya es única en el mundo. Y cuando regreses a decirme adiós, te regalaré un secreto.
El principito fue a ver nuevamente a las rosas:
- Ustedes no son de ningún modo parecidas a mi rosa, ustedes no son nada aún – les dijo. – Nadie las ha domesticado y ustedes no han domesticado a nadie. Ustedes son como era mi zorro. No era más que un zorro parecido a cien mil otros. Pero me hice amigo de él, y ahora es único en el mundo.
Y las rosas estaban muy incómodas. 
- Ustedes son bellas, pero están vacías – agregó. – No se puede morir por ustedes. Seguramente, cualquiera que pase creería que mi rosa se les parece. Pero ella sola es más importante que todas ustedes, puesto que es ella a quien he regado. Puesto que es ella a quien abrigué bajo el globo. Puesto que es ella a quien protegí con la pantalla. Puesto que es ella la rosa cuyas orugas maté (salvo las dos o tres para las mariposas). Puesto que es ella a quien escuché quejarse, o alabarse, o incluso a veces callarse. Puesto que es mi rosa.
Y volvió con el zorro:
- Adiós – dijo...
- Adiós – dijo el zorro. – Aquí está mi secreto. Es muy simple: sólo se ve bien con el corazón. Lo esencial es invisible a los ojos.
- Lo esencial es invisible a los ojos – repitió el principito a fin de recordarlo.
- Es el tiempo que has perdido en tu rosa lo que hace a tu rosa tan importante.
- Es el tiempo que he perdido en mi rosa... – dijo el principito a fin de recordarlo.
- Los hombres han olvidado esta verdad – dijo el zorro. – Pero tú no debes olvidarla. Eres responsable para siempre de lo que has domesticado. Eres responsable de tu rosa...
- Soy responsable de mi rosa... - repitió el principito a fin de recordarlo. 

ALUXES (CHANEQUES MAYAS)


ALUXES
(CHANEQUES MAYAS)
Antonio Fco. Rodríguez Alvarado

Imagen de Internet

     ALUX  o ARUX. Reside donde hay montículos antiguos con restos de cerámica que usaron nuestros antepasados. En general, es creído que el arux procede de los viejos ídolos de barro que se encuentran frecuentemente en esos sitios arqueológicos y que, de vez en cuando, toman vida para andar por el mundo haciendo travesuras. Para evitar las exigencias y molestias de estos espíritus, el agricultor procura romper tales ídolos cuando los descubre. El arux es como un niño. Anda con alpargatas y sombrero; también tiene escopeta y perro. Este último es muy pequeño. En ocasiones, cuando un hombre va por el monte, suele oír disparos del arush y los ladridos de su perro; esto indica que está de caza. Los animales que mata son de “puro aire”, como él y como su perro.



     Constituyen una especie de duendes que andan por las milpas y los montes haciendo travesuras a los hombres con el propósito de que se fijen en ellos y les regalen su comida. De no conseguir sus deseos, pueden llevar sus travesuras hasta el punto de causar perjuicios en la milpa u ocasionar alguna enfermedad al través de los “vientos” que deja a su paso. Por lo contrario, si el milpero los atiende y les dedica algunas ofrendas, el alush se torna bueno y se convierte en guardián del maizal. Mientras cumple esta función nadie puede robar o dañar los frutos. Se ha dado el caso de que el arush arrebate al ladrón las sandías que se llevaba y las pegue de nuevo en la mata. Además, en caso de que la sequía se prolongue demasiado, el arush puede remediar la situación capturando a uno de los chacob (plural de chac, deidades que manejan las nubes y reparten las lluvias) que andan por el monte, obligándolo a que riegue la milpa a cambio de su libertad. Como buen vigilante, el alush no duerme nunca y, si lo hace, permanece con los ojos abiertos. Por otro lado, existe la versión de que el arush fue acabado por un rayo cuando se bañaba en la lluvia. Es por ello que en la actualidad, algunos nativos ya no creen en esos duendecillos, diciendo que fue cosa del pasado que terminó con su muerte. (Villa Rojas, 1992: 288, 297-298). Al parecer los aluxes, o más propiamente aluxoob, deben su esencia al rayo, porque los muertos por rayo se convierten en aluxoob, y estos a su vez son muertos por los mismos rayos. Se piensa que si vuelves tu amigo al alux éste puede ayudarte con su poder. Para pescarlo se le debe dar pozole (atole, a veces fermentado, de maíz). Se le construye una casita amarrada con una fibra especial de corteza de árbol y se amarra sobre una piedra. Si está bien hecha le va a gustar y va a entrar. Una vez en el interior pierde su poder y ya no puede escapar. “Ahí debes hacerlo tu amigo”. Él da poder para tirar (cazar), pero si descubre antes las intenciones, puede enviar calenturas hasta causar la muerte. Rodríguez (2004), López Austin (11, 2004: 288), Almanza (2009). 


   Tomado de mi libro: Los Tuxtlas nombres geográficos pipil, náhuatl, taíno y popoluca. Analogía con las cosmologías de las culturas mesoamericanas. Incluye un diccionario  de localismos y mexicanismos. Ediciones Culturales Exclusivas, 2007.


jueves, 11 de octubre de 2012

PUKUJ O H?IK´AL. DEMONIO NEGRO


PUKUJ O H?IK´AL
Antonio Fco. Rodríguez Alvarado

Pintura de Rafael Nieto


     En la cosmovisión tzeltal y tzotzil es un hipersexuado demonio negro, el cual no solamente mató a “Nuestro Señor el Sol/Cristo” (divinidad asexuada), sino que fue el que enseñó a reproducirse a la humanidad realizando el acto sexual con la primera mujer “a modo de demostración”. Después ella enseñaría a copular a su marido. Los chamulas reconocen que no disfrutarían del sexo ni se reproducirían si este demonio barbudo y velludo no les hubiera enseñado en tiempos remotos. Pukuj (“tentación”, “demonio” en sentido amplio) también llamado h?ik´al (“hombre negro volador”), es la forma más común de los dioses de la muerte y de la maldad; le vinculan con la noche y con todas las perversidades y la oscuridad. Es proteico, enemigo de la alegría, de la felicidad y de la risa del hombre. Es concebido como “un hombre negro del tamaño de un niño de cuatro a cinco años, con cabello rizado, uñas largas, alas en los pies y con un pene de dos metros de largo”. Viste como ladino (pantalón negro, camisa, zapatos y sombrero de ala ancha); su ropa es muy sucia y huele a zopilote. Además es muy resistente, aguanta un toro llevándolo por el aire, y aunque no tenga alas (algunos informantes los describen con alas en los pies) vuela como pájaro, al lado de un cuervo. Carga machete y anuncia su presencia silbando desde la cima de la montaña. No lo hieren los machetes ni las balas. Vive en el monte, la montaña, las cuevas, los sitios oscuros; chupa la sangre a los hombres, come carne humana, la cual come cruda (“parece tener predilección por la cabeza y, por los pechos de las mujeres”) así como frutas, pozol y animales los cuales sazona con piloncillo. Las torres de las iglesias de Santo Domingo (en San Cristóbal) y en las de San Juan Chamula, son consideradas también, sus moradas. Acecha a los indígenas en los caminos menos frecuentados de la montaña y afuera de los pueblos; a las personas que no llega a matar o robar las vuelve locas al toparse con él y amanecen botadas en alguna parte.  Es más despiadado con los borrachos. Molesta a las mujeres, las ataca en el campo cuando buscan agua, una forma de protegerse las mujeres del pukuj es llevar puesto un collar, un anillo o aretes; puede también entrar a las casas para abusar de ellas aprovechando la ausencia de sus maridos. Más aún, le imaginan mágicamente en una vivienda, o entrar por el techo de ésta, entumeciendo a la gente, la que se quedaba sin poder hablar ni gritar y llevarse a la mujer que duerme junto al esposo. Si ella se resiste “él orina en una jícara y la obliga a beber sus meados, para calmarla y convencerla”, o peor aún, le arranca la cabeza para fabricar campanas de sonido claro, dada la agudeza de la voz femenina. Otras veces, ataca a las mujeres arrancándole los pechos para después devorarlos. Por otra parte, si la víctima es un hombre, le ordena cerrar los ojos y cuando los abre encuentra que el h?ik´al lo ha envuelto en un petate y lo lleva hasta las nubes para comérselo. Cuando el h?ik´al se aparea con una mujer robada puede procrear un hijo cada día, cada semana, cada mes, o hasta treinta hijos por año. Los niños nacen negros como su padre, crecen con mucha rapidez y pronto aprenden a volar en la cueva que habitan.
     Cuando el Pukuj entra a una casa, la persona se enferma, no puede recobrarse y se ve forzada a cambiar de lugar “porque la Tierra no quiere que esté bien”. Se dice también que las cabezas decapitadas a los hombres, las lleva a su ciudad, llamada Papasalenco, donde las colocan en estacas. Los esqueletos que hoy en día se encuentran en las cuevas dan testimonio de la existencia de los ´ik´aletik.
     Suele andar o volar por los caminos en la noche y dormir en su cueva durante el día. Se dice que cuando hay buen tiempo sale sólo por la noche, mientras que en la estación lluviosa lo hace de día; viaja con la protección de las altas nubes y de la bruma que le permite volar sin ser visto. Su época de mayor actividad son los meses de octubre y noviembre, ya en esa parte del año prevalecen las tormentas. Igualmente nefastos son los martes, los jueves y toda ocasión festiva.
     En tzeltal es llamado x-´lk´al (“negro afecto a las mujeres”) y Chopol pukuj. Entre los choles es llamado Nék (“tentación”).
     No se puede pronunciar su nombre “porque lo oyen y vienen luego”. Por tal razón debe llamársele con eufemismos como bisabuelo o Natil kaxlán (“Alto Señor”).
     Come en la cueva los restos de los hombres y mujeres que asesina, y con frecuencia vende la cabeza y el esqueleto a los ingenieros que construyen casas, puentes y edificios públicos. La cabeza se mezcla con el cemento de la construcción y tal cimentación permite que se levanten las paredes sin peligro de caer, o también se usa para fortalecer las paredes que tienden a caer. No vende a la mujer porque ella le sirve.
     Los tojolabales comentan que Pukuj, quien originalmente se desempeñó como curandero, logra controlar las influencias maléficas del medio y hacer daño gracias a su asociación con el dueño del inframundo. Su poder se ve mantenido y acrecentado por medio de la ingestión continua que hace del hígado de los brujos que vence en combate y el de los difuntos; ingestión que también viene a fungir como rito de iniciación. Los indígenas tratan de evitar esta práctica apisonando al máximo la tierra de la sepultura e incluso vigilándola durante algunas noches.
     Los tzotziles creen que el pukuj al seducir subrepticiamente a las mujeres dormidas los hijos de esta unión son los brujos por naturaleza, llamados ak’chamel, “el que arroja la enfermedad”. También se piensa que el pukuj introduce secretamente algunas gotas de su sangre en las venas de los niños y cuando estos crecen, se convierten en pukuj. 
     Morley, refiere que Pukuj  es indudablemente una cognada de Ah Puch, el dios maya de la muerte, que reinaba sobre el último nivel del inframundo.
     Este espectro negro, según Holmes, es una derivación de los sacerdotes de cara ennegrecida de la antigua religión maya. Según Núñez de la Vega, citado por Thompson, es Ikal Ahau, “Señor Negro”. Su terrible imagen cubierta de hollín en la iglesia de Oxchuc, ciudad tzeltal, sufrió la misma suerte que la de Pozlom (ver más adelante). A los bebés llorones se les amenaza con el ´Ik´al, que vendrá a llevárselos muy lejos.
     Los totilme´il (padres ancestros, espíritus protectores de la comunidad) luchan contra los h?ik´al que estaban acabando con la gente, a los cuales vencen volando, matándolos con su tsu tsu´n tak´in (“flecha llameante”) o utilizando su “espada flamígera”; posiblemente se asocia a la iconografía de San Miguel Arcángel, el arquetípico vencedor de Satanás. Existen además brujos tzotziles que se pueden nagualizar (convertir) en bolas de fuego (poshlones) que se desplazan a gran velocidad y pueden verse a larga distancia durante algunas horas, después de haberse ocultado el sol, éstos ayudan a prisioneros de los ikaletic, quemando a éstos en las únicas partes que tienen vulnerables, a saber: las axilas y el recto. Ya que el ikal parece invencible por estar protegido con una coraza de hierro que apenas deja al descubierto estas partes.   Baez-Jorge (2002: 147-156); Antonio Castro (1965: 113-117); Vogt (1983); Guitera (1965: 107, 233, 237-238, 257, 274); Holland (1978: 125-127) y  (1963); Pozas (1987: T.ll. 205-206);  Thompson (1984: 389, 392) Villa Rojas (1990: 620-621) y Ruz (1982:T.ll. 57-58).

Tomado de mi libro Diccionario de Dioses, Demonios y Enfermedades del México Prehispánico. Inédito.


miércoles, 10 de octubre de 2012

ÍCARO SEXUAL, el fin del placer


ÍCARO SEXUAL
Antonio Fco. Rodríguez Alvarado
04-10.12



    - ¡Eres un mal padre,  no quieres a tu hija! Decía mi mujer porque no paseaba a la perrita. Era de noche, acababa de atender a 26 pacientes en un turno de 6 horas, lo que menos deseaba era oír reproches, ni volver a salir a la calle. Salí con la perrita. A una cuadra está el Paseo Martí, ella se pone feliz pues ahí los vecinos pasean con perros de diferentes razas. Ella corrió, jugó y coqueteó; al rato ya cansado, me senté sobre una banca y jugueteé con ella. Estaba inclinado jugando, cuando alcancé a ver enfrente de mí un par de magníficas piernas vestidas con mayas negras, alcé más la vista y descubrí a la dueña de ese par de maravillas, una linda rubia de ojos azules. Al verle a la cara me sonrió y me dijo:

-               ¡Me encanta verlos jugando!,
-    Y veo que eres muy cariñoso con las hembritas!

     Me levanté y nos presentamos. Sentados en la banca empezamos a platicar, o más bien, ella empezó a relatarme su vida:   - Mis padres me trajeron muy niña desde España, antes de los 20 años ya estaba yo casada con un rico industrial, el cual siempre me trató como a una muñequita, no me tocaba, pues todo el tiempo andaba con diferentes mujeres. Yo no podía decirle nada porque enseguida me golpeaba. Lo aguanté durante 15 años, le pedí el divorcio el cual se negaba a dármelo. Hubo un momento en que se quedó callada, se disiparon de su rostro las líneas de preocupación, me miró con fijeza y me dijo:

-      ¡Tiene 4 meses que soy libre, en estos 4 meses no he hecho el amor y quiero hoy... hacerlo contigo!

      No esperaba tal propuesta, y no podía negarme, pues además de ser tan escultural y bella, me dejó atrapado su forma de pedírmelo.

     Dejé a la perrita en casa, di una excusa, saqué la camioneta y regresé por la rubia. Pasamos a un “Súper” por una botella de vino, botanas, cigarros  y unos preservativos. En el trayecto al Motel no paraba ella de abrazarme y besarme, llegando a él nos desvestimos y nos subimos a la cama, nos incitó el momento, iniciamos un rico escarceo erótico y justo al momento de empezar el intercurso ella me dice:

     -¿Espero que mi marido no haya enviado algún guardaespaldas a vigilarme?

     Quedé helado, me derrumbé como si me hubieran cortado las alas volando en lo más alto del placer, eso fue el fin de mi pasión, y sobre todo de mi virilidad, todo, todo, se fue al traste. Me sentí un idiota, no pensé que fuera ella a creer lo que me había pasado. Y para colmo, me envió a buscarle los cigarros a la camioneta, así que con mucho miedo y pensando encontrarme a un criminal que me estuviera esperando fui por ellos. El resto del tiempo me la pasé de lo más incómodo, deseando salir lo más pronto de ahí y regresar a casa. Salimos y ella al igual que antes siguió apapachándome, queriendo que me detuviera antes de llevarla a su casa para seguir con sus mimos, no lo hice, sentí que alguien nos venía siguiendo con la consigna de matarme. No respiré hasta verla entrar en su casa, y sin antes prometerle que la vería al día siguiente,  y de ahí al llegar a la mía me encontré que mi mujer le había puesto trancas a la puerta para que yo no entrara, a través de una de las ventanas alcancé a ver la carita de la perrita, que me sonreía. No traía dinero en efectivo ni tarjetas, así que me dispuse a dormir dentro de la camioneta.

     Era obvio que  no había sido la mejor noche de mi vida. Pero gracias a Dios… seguía con vida.

     Al día siguiente  ella se quedó inútilmente esperándome . No pude cumplir mi promesa. Algunas damas crean motivos para que el hombre deje de ser... un caballero.


Veracruz, Ver. 04.10.12





jueves, 4 de octubre de 2012