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viernes, 30 de diciembre de 2016

RECONCILIACIÓN Antonio Fco. Rguez. A.

RECONCILIACIÓN
Antonio Fco. Rodríguez Alvarado

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Ploc, ploc, suenan las lágrimas del cielo
Snif, snif, suenan las lágrimas de mi dolor
La lluvia me hace extrañarte más
El frío querer abrazarte
Y tú no estás…


Ruido  de toquidos a mi puerta
Es medianoche y
Escucho tu voz
Mi corazón palpita
Mi emoción se agita.


Incrédulo aún abro la puerta
Veo tu rostro mojado
Juraría que de lágrimas también
La tristeza en tu sonrisa
Me llevan a abrazarte.


Lloras, yo lloro también
Me besas, te beso
Nos miramos a los ojos
Y sin palabras prometemos
Nunca más… volver a pelear.




Xalapa, Ver. 30.12.16

martes, 27 de diciembre de 2016

ESBOZOS Antonio Fco. Rguez A.

ESBOZOS
Antonio Fco. Rodríguez Alvarado




Tomo mi pluma y una hoja de papel e intento escribir y nada… pasan los minutos y más me deprimo al no poder hilar escritura alguna. Es desesperante tener esa imperiosa necesidad de escribir y bloquearse al momento de apoyar la punta de la pluma en el papel. No puedo escribir palabra alguna, y en cambio, me pongo a garabatear y, me llamaron la atención unas líneas que insinuaban tu rostro, entonces pensé en ti, terminé de darle un acabado más a ese esbozo o figura y definitivamente me di cuenta que lo que tenía que escribir era sobre ti, y sobre nada o nadie más…



Veracruz, Ver. 26.12.16


LA PACIENTE PSICÓTICA Antonio Fco. Rguez. A.

LA PACIENTE PSICÓTICA
Antonio Fco. Rodríguez Alvarado

Ese mediodía me encontraba dando la consulta en una clínica del IMSS, cuando de pronto una joven señora abrió la puerta del consultorio y dirigiéndose a mi asistente médica (La "Güera") le grita en forma amenazante: - ¡Me has robado a mis otros maridos, pero a éste-señalándome a mí-, no me lo vas a robar, porque te mato! Todavía soltó un par de improperios más, antes de acercarse a mí rogándome que no la traicione. Espantado por la agresividad de esa desconocida señora. Salgo del consultorio, volteo a ver hacia la farmacia atendida por una compañera de trabajo y, le dijo a la señora: -¡Mire ella es mi esposa! Mi compañera que había presenciado toda la escena responde toda alarmada: -¡Mentira, yo no soy su esposa! La paciente corre con los brazos abiertos intentando abrazarme. Y yo, pego la carrera en dirección del pasillo de urgencias, y la doctora que lo atendía toda nerviosa cierra la puerta con seguro al verme correr, seguido por la paciente, así que salí hasta el patio de las ambulancias, le di media vuelta a la clínica y me escondí detrás de un árbol. En eso, pasó cerca de ahí un conocido saludándome y, obvio descubriéndome ante la paciente.


Regreso nuevamente a la clínica y me meto a la Dirección/Administración asegurando tras de mí la puerta. La paciente empezó a golpear la puerta pidiendo a gritos que yo saliera. Oportunamente regresó la ambulancia de un traslado a Campeche, y entre Fernando, el chófer y el acompañante trataron de contener a la paciente, en eso llegó el MVZ José, marido de la doctora de urgencias y se prestó también a ayudarlos. Tuvieron que sedarla en el servicio de urgencias. Minutos después, se presentaron unos familiares de la paciente, pidiendo disculpas, diciendo que ella se les había escapado de la casa. Regresé a terminar mi consulta, mi asistente aún se encontraba bastante nerviosa, llena de miedo.


Al día siguiente se volvió a presentar la paciente. Tuvimos que exigirles entre Fernando (que además era nuestro representante sindical) y yo enérgicamente tanto al director como al administrador, que por seguridad física de los empleados y pacientes presentes, resolvieran esta situación. Localizaron a los parientes y se la llevaron en la ambulancia al Hospital Psiquiátrico de Mérida.


Nunca más, volvió la paciente a amenazarnos.


Veracruz, Ver. 26.12.16

domingo, 25 de diciembre de 2016

APASIONADO MOMENTO Antonio Fco. Rguez. A.

APASIONADO MOMENTO
Antonio Fco. Rodríguez Alvarado

 
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Esta madrugada, después de que todos se fueron a dormir luego de la cena. Saqué la camioneta y anduve un buen rato sintiendo el ambiente navideño en las calles. Iba muy entretenido recorriendo esa recta de la avenida cuando veo unas curvas, que como un poderoso imán me atrajeron hacia ellas hasta casi perder el control del volante y de mí mismo. ¡Qué riesgo, qué peligro...! La semioscuridad en la piel, y la negrura en sus cabellos, me llevaron irremisiblemente a frenar, bajarme de la camioneta, dirigirme a esa provocadora visión y entre más me acercaba a ella mi cuerpo empezó a transpirar al mismo tiempo la química del miedo, de la pasión y del deseo.


     Caminé tan decidido hacia ella, que al verme volteó con temor hacia el lado opuesto, como queriendo huir de mí. Pero al verme a los ojos, con esos ojos que hicieron enamorarme de ella, comprendió que el destino... nos tenía reservado este momento.



H. Veracruz, Ver. 25.12.16


sábado, 24 de diciembre de 2016

EN POS DE UNA ILUSIÓN Martha Elsa Durazzo M.

EN POS DE UNA ILUSIÓN
Martha Elsa Durazzo M.


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Isabel corre en la playa tras el balón multicolorido que adquiere mayor velocidad al impulso del viento del Norte que, sorprendiendo a los bañistas, inició hace unos momentos.

     Sus esbeltas piernas aumentan el ritmo… Ella se da cuenta que, cada vez, está más lejos del área en qué se encontraba y ya incursionando en una zona solitaria; alcanza a ver a una familia que se retira y ella, sigue corriendo… Va a dar alcance a la pelota, cuando una ráfaga le aleja… Toma impulso y reinicia la carrera… La arena se estampa en su rostro, los grandes ojos cafés, por instantes han de cerrarse porque la arena les penetra provocando escozor y lágrimas, una y otra vez… En otras ocasiones la melena castaña, casi le golpea.

     —Parece que será un norte huracanado –piensa.

     Detiene un momento la carrera y comprueba que resulta significativa la distancia recorrida.

     Con la respiración jadeante mira apesadumbrada aquella pelota que lamenta perder…

     Vuelve a mirar el balón que sigue su ligera carrera; ve nuevamente la distancia que ha recorrido, la soledad que le rodea y, con pesar, determina abandonarlo.

     Comienza a girar, voltea, por última vez hacia donde el balón sigue su loca carrera y, entonces ve que se ha detenido en un tronco, de esos que la marea nocturna o las fuertes marejadas de los nortes, lanzan a reposar de su viaje a las playas. Comienzan a aumentar de velocidad las ráfagas, el volátil esférico comienza a vibrar y se agita en el tronco…

     Ella no emprende una nueva carrera… A través del camino recorrido, aprendió que no ha de engañarse… Cualquiera de esas ráfagas impulsará la pelota…

     Sonríe y al hacerlo, sabe que es una despedida…

     —Gracias por el tiempo. Gracias. Disfruta tu carrera; será bueno que otros gocen tu colorido –pronuncia en voz queda.

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     Con una mano retira la melena que, otra vez, se vino sobre su rostro.

     Emprende ligera la carrera, de regreso, por la orillita del mar, cuyas olas, al reventar, besan las torneadas piernas, salpican la espléndida figura de Isabel que abre los brazos y eleva el vuelo, convertida en blanca gaviota.

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Boca del Río, Veracruz, 14 de agosto de 2007


jueves, 22 de diciembre de 2016

SE ME SUBIÓ EL MUERTO José Manuel Ambrocio

SE ME SUBIÓ EL MUERTO
José Manuel Ambrocio
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Juraría que lo había sentido anteriormente,
O quizá me lo había imaginado, no lo sé,
Solo recuerdo una gota de sudor frío que recorrió mi espalda, y el miedo,
El miedo, esa horrible sensación, que me había paralizado, no sabía si despertar o fenecer en ese momento.


     Me costó trabajo reponerme un poco, pensar que no pasaba nada, aun.
A pesar de seguir sintiendo que los vellos de la nuca se me erizaban,
No poder abrir los ojos, ¡por Dios que angustia!,
Un poco de luz, eso, un poco de luz y todo estará bien,
El segundo y tercer intento fallido por mover los brazos me provocaron un miedo profundo, irracional,
La luz, la luz, ¡hágase un poco de claridad por piedad!, que termine esta pesadilla, ¡por favor! No quiero morir.


     Ahora que lo pienso, ¿estoy consciente? ¿O sigo dormido? ¡Que alguien me ayude!
Maldita la hora en que decidí ver esa estúpida película de terror, ¡pero, en qué estaba pensando! aunque
Bien merecido lo tengo, si sé claramente que no debo hacerlo, pero no, no hice caso, soy un burro,
Respira, respira lento, ¡pero qué pendejo! ¡Estoy despierto!, ¿o no? ¿Y ese destello en el rincón?
¡Ohhhhh! ¡Voy a morir! ¡Si, moriré!, ¡no puedo respirar!, mi corazón estallará si sigue latiendo a ese ritmo, ¿pero,
Como es que puedo tener pánico y pensamientos lógicos al mismo tiempo?, ¿sigo dormido? ¡Ayuda por favor!, bien, cálmate
Intenta a encender la luz una vez más, ya ha pasado mucho tiempo y no sé si resistas más o aquí quedarás tendido.


     ¡Oh… Dios mío!, puedo mover mis dedos, puedo moverme, me he salvado, ¡se me subió el muerto! y por esta vez he sobrevivido, solo por esta vez…




Veracruz, Ver.  29.10.16


VIAJE AL NEVADO DE TOLUCA Antonio Fco. Rguez. A.

VIAJE AL NEVADO DE TOLUCA
Antonio Fco. Rodríguez Alvarado


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Esa semana me encontraba atacado por un tremendo catarro, lo que menos deseaba era salir de casa. Pero tenía el compromiso de pasar una semana en la Hacienda “La Purísima” propiedad de Mario Moreno “Cantinflas”, en la ciudad de Ixtlahuaca, Estado de México. Obligado por las circunstancias, no tuve más remedio que dejar el puerto de Veracruz y viajar en compañía de mi familia hasta Toluca, y 40 minutos después llegamos a la famosa hacienda. Ixtlahuaca se encuentra a 2570 metros sobre el nivel del mar y tiene  una humedad del 79%. La algarabía de la familia era general, yo en cambio, me sentí más agravado de mi catarro, pero no quise desanimarlos.

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     Los primeros días salimos al “Pueblo Mágico” de  Metepec, una pequeña pero linda ciudad, conurbada a Toluca,  en donde se elabora hermosa artesanía, contando incluso con un museo dedicado a ella. Tiene su leyenda de la Atlanchana, una sirena de sus antiguos lagos. Obviamente, una rica gastronomía. Disfruté además de un gran bazar de antigüedades, donde se me fue el tiempo “y los ojos”.

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Al día siguiente nos tocó visitar Malinalco, una ciudad prehispánica esculpida en la roca de una gran montaña. Era un señorío de Chimalcuauhtli, quien con Malinalxóchitl -la hechicera hermana del dios Huitzilopochtli- fueron los padres de Copil. En lo alto de la montaña está el santuario en donde se dice se graduaban a los mejores guerreros águila y jaguar del poderío azteca.

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Al tercer día, decidimos ir a conocer los lagos del Sol y la Luna, que se encuentran en lo alto del volcán “Nevado de Toluca”, cuyo nombre prehispánico es “Xinantécatl”. De 4691 msnm. Es la cuarta montaña más alta del país. El borde de su cráter es elíptico y cuenta con varios picachos, el más alto es el Pico del Fraile. En el fondo de su cráter, obstruido por la última erupción, hay dos lagunas de agua dulce, separadas por una corriente de lava, conocidas como la del Sol y la de la Luna, de 400 y 200 m de diámetro respectivamente y con una profundidad de 12 a 14 m, sus fondos son fangosos y la temperatura del agua es de entre 3 y 7º.C, según la época del año y llega a temperaturas bajo cero en invierno. De  sus profundidades se han extraído restos de ofrendas de copal, arrojadas por sacerdotes prehispánicos en honor del dios Tláloc hace 1500 años. Son las más altas del mundo a las que se puede llegar en auto.

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Seis años antes habíamos intentado subir al volcán, pero esa vez el ejército prohibió el acceso por presencia de deslaves que hacían peligroso internarse en él. Así que, esta era nuestra segunda intención de hacerlo. En el ascenso en auto llegamos al campamento conocido como “Parque de los venados” en donde pagamos 40 pesos de cuota de admisión (por auto), y seguimos ascendiendo miles de metros más para estacionarlo en la fila de autos. Nos bajamos de él y seguimos el ascenso caminando. Entre más nos acercábamos al cráter, unas gélidas ventiscas y unas fuertes lluvias de arena o tolvaneras -enviadas quizá por los espíritus del volcán para adrementarnos de continuar avanzando- nos atacaban a cada momento. Debido a mi catarro, puesto que se me tapaban las fosas nasales, se me dificultaba enormemente seguir ascendiendo y sufriendo la agresión de los espíritus guardianes. Empero, animaba a mi familia a que se adelantaran, que yo llegaría después de ellos. De pronto, me vi envuelto entre decenas de jóvenes que ascendían a paso veloz. Y como si hubiera recibido una inyección de adrenalina corrí al mismo paso que ellos, durante unos 200 metros, para detenerme todo extenuado y sin poder respirar. Pero ni así pensé en claudicar.  Seguí subiendo, descansando por minutos cada 100 metros. Desesperado empecé a preguntar qué tanto me faltaba para llegar, cuando vi a unos jóvenes que venían en dos cuatrimotos, uno de ellos venía solo y me atreví a pedirle ayuda, y él muy amablemente, me llevó hasta los lagos. Ahí estaba mi familia disfrutando de la belleza de los mismos. Estábamos tan absortos contemplando la majestuosa belleza del lugar que nos olvidamos de las ventiscas y tolvaneras. Hubo un instante en que todos nos volteamos a ver y en silencio nos paramos, nos tomamos de las manos y empezamos a dar Gracias a la Madre Tierra por habernos permitido llegar y disfrutar de tan singular belleza. Una hora después, empezó a bajar peligrosamente la temperatura y   los custodios dieron la orden de   regresar al campamento.

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Los siguientes días nos las pasamos disfrutando el hermoso Centro Histórico de la ciudad de Toluca, y algunos poblados aledaños, y llegábamos a la hacienda de “Cantinflas” a descansar. Y finalmente, lo más deseado por mí… regresar a casa y sanar de mi catarro. 


Xalapa, Ver. 22.12.16

miércoles, 21 de diciembre de 2016

LA DIOSA REENCARNADA Antonio Fco. Rguez. A.

LA DIOSA REENCARNADA
Antonio Fco. Rodríguez Alvarado


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Tienes ese don en tu belleza,
En tu sonrisa,
En tu mirada,
En tu cara…
Enmarcada por la cascada
De tus rubios cabellos.


Tienes en tus ojos
El reflejo azul del cielo
Y de los mares
Y en tu boca…
El bocado que provoca
La locura de mi alma.


Llenas  todos mis sentidos,
Después de ti…
No podría enamorarme
De nadie más,
Dejo  mi pasado y mi futuro
Para que seas mi presente…


París te entregó una manzana
Como la diosa más bella...
Yo te entrego mi corazón
Como la más amada...



Xalapa, Ver. 21.12.16


martes, 20 de diciembre de 2016

EL BRINDIS Antonio Fco. Rguez. A.

EL BRINDIS
Antonio Fco. Rodríguez Alvarado

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Sólo ella vino a brindar conmigo
Y para mí fue una gran sorpresa
Por primera vez admiraba toda su belleza
Nuestros ojos no dejaban de apartarse de vernos uno al otro
Nuestras palabras convergían solo en nosotros
Nuestro mundo se redujo al acercarnos. 


Las copas se vaciaban impregnadas  del calor que desprendían nuestros cuerpos
Mi mirada bajaba de su rostro iluminado por su sonrisa y la luz de sus ojos
Hasta el atractivo espacio entre la oscura falda y los zapatos rojos.
Nuestros sentidos vibraban enormemente en ese erótico ambiente.


Dejé de escuchar sus palabras para ver con mayor atención sus labios…  su boca,
Como un imán nuestros asientos se pegaron uno al otro
Y  aun así nuestros cuerpos seguían  distantes  
Nuestras miradas deseaban reducir  en ese mismo instante
El vacío que estorbaba para ser amantes.


Al unísono nos paramos
Cruzamos nuestras copas con nuestros brazos
Para darnos el último brindis
Antes de darnos el abrazo,
Y sellando nuestros labios con un beso
Se hizo el vacío total…


Xalapa, Ver. 20.12.16


domingo, 18 de diciembre de 2016

MI PRIMER BESO Antonio Fco. Rguez. A.

¡MI PRIMER BESO…!
Antonio Fco. Rodríguez Alvarado


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Nos gustábamos, pero no éramos novios, nunca le hablé sobre ello. Nuestras pláticas eran sobre banalidades, nunca profundizamos sobre nuestra mutua atracción.

     Hasta que un día, ella quizá cansada de esperar que yo le tocara el punto, me dijo:

     - ¡Toño, veo que no te decides a pedirme que seamos novios!
     ¡Pues bien, yo quiero que lo seamos!

     Se acercó bastante a mí, hasta quedar casi pegados nuestros cuerpos, y me dio un beso en la boca.

     Sentí una inmensa ternura con ese beso…
     Era mi primer beso de amor…



Xalapa, Ver. 18.12.16


sábado, 17 de diciembre de 2016

EL CERRITO Y LA CUEVA DEL TESORO Antonio Fco. Rguez. A.

 “EL CERRITO” Y LA CUEVA  DEL TESORO
Antonio Fco. Rodríguez Alvarado

"El Cerrito" Foto de Samanta Torres

Me acuerdo, cuando era niño, me decían que debajo del pequeño cerro, conocido como “El Cerrito”, que quedó integrado dentro de la población había una cueva, en la cual se encontraba un tesoro de joyas de oro y piedras preciosas. Se sabía de dos personas que habían desparecido buscando la forma de encontrar la entrada a esa misteriosa cueva. Aunque también, se sospechaba que una tercera persona había ingresado y escapado de ella, y desde entonces fue víctima de una gran locura que lo llevó a morir ahogado en el lago de Catemaco, tratando de encontrar una lancha de oro macizo en sus profundidades.


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     La viuda de la víctima comenta que él se despertaba varias veces en la noche delirando sobre la áurea lancha, y corría al lago, seguido y detenido por sus hijos para que éste no se ahogara.
    

     La noche del siniestro, se confiaron en que le habían dado medicamentos para dormir por varias horas. Tan obnubilado despertó que sin hacer ruido y con un caminar cansino se dirigió al lago.


     Tiempo después, algunas personas, que creyeron en la obsesión del ahogado, hicieron un “barrido” sobre el lecho lacustre sin hallar la referida lancha o algún otro tesoro.


     Se buscó el apoyo de especialistas en rabdomancia quienes explorando con varas y péndulos tampoco tuvieron suerte.


     Una noche, un policía al hacer su ronda nocturna alrededor del “Cerrito” observó que una gran culebra despareció a través de un agujero en el suelo. Espantado no se acercó al orificio, pero aventando unas piedras lo dejó marcado. Y espero que amaneciera para dar su parte al comandante de la policía.


     Cuando llegaron al sitio marcado por las piedras, no encontraron agujero alguno, por lo que pensaron que el guardia lo había imaginado y se dio el caso como cerrado a la investigación.


     El guardia convenció a uno de sus yernos para que lo acompañara con pico, pala, una soga, machete y un par de linternas. Y  cuatro noches después estaban en este lugar. Al ubicar el sitio del probable agujero empezaron a golpear con el pico y para su asombro, el suelo se desmoronaba fácilmente dejando ver unos escalones de cantera. Alumbrándose con sus linternas descendieron por ellos hasta llegar a un rellano en donde encontraron restos de un par de esqueletos humanos. 


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     El escalonado continuaba bajando. Un ruido semejante a una fuente de agua los hizo seguir su camino. Metros adelante encontraron un manantial de donde fluían cristalinas aguas minerales, cuyos gases, enturbiaban la luz de las lámparas y les dificultaba la respiración, y los atolondraba. Se sintieron tan mal que decidieron regresarse, pero unos reflejos metálicos y dorados, los reanimó a continuar adelante. 


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     El piso de cantera se había convertido en el lecho resbaladizo y mohoso de una creciente cascada. Ataron la cuerda a una saliente en la pared y agarrados a ella siguieron bajando, con mayor dificultad. El agua empezaba a llegarles arriba de la cintura. Un fuerte gruñido que se magnificó con el eco que rebotada de todas las paredes y el techo, los espantó de tal manera que se soltaron de la cuerda que les aseguraba el regreso.  Cayeron en un recinto completamente iluminado por arcoíris formados por miles de destellos que se desprendían de un sinfín de joyas de oro, plata, corales y piedras preciosas. Intentaron alcanzar algunas joyas pero fueron expelidos por una fuerte corriente, y detrás de ésta  apareció una descomunal boa con las fauces tan abiertas que amenazaba con tragarlos enteros. 


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     Ellos aprovechando la fuerza de la corriente nadaron a favor de ella tratando de librarse de la serpiente. La boa cerró sus arcadas tragándose por completo al yerno y dejó huir al suegro, éste nadó con todas sus fuerzas buscando la salida, sin percatarse en su desesperación de que nadó por encima de la lancha de oro. 


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     Salió a la superficie del lago, tomó todo el aire que pudo, y con un esfuerzo sobrehumano alcanzó a llegar a la orilla, perdiendo el conocimiento y estando en peligro de morir por las fuertes olas que golpeaban y rebotaban de su cuerpo. Unos pescadores lo vieron y sacándole una gran cantidad de agua ingerida, lo reanimaron.


     Todos reconocieron al policía del pueblo, pero éste no reconoció a nadie.


     Había perdido por completo la memoria…




Xalapa, Ver. 17.12.16




viernes, 16 de diciembre de 2016

AL SALTO DE TEPETAPAN María Teresa García Cadena

AL SALTO DE TEPETAPAN
María Teresa García Cadena  
(1905-2000)


Foto Quintín Alvarado Torres



Te besa el sol, luciente pedrería
semejas de vivisimos colores
y encuentro en tus dulcísimos rumores
algo que me subyuga y extasía.




Desborda de optimismo el alma mía
aspirando el aroma de tus flores,
oyendo de los pájaros cantores
sus arpegios de amor y poesía.




Así, como tus ondas que se alejan
y franco el lecho para nuevas dejan,
así también yo alejo los azares
que intentan destrozar el alma mía…
y doy paso a la férvida alegría
que asuela de este mundo los pesares.





Catemaco, Ver. México 1929




MÍ DESEO Antonio Fco. Rguez. A.

¡MÍ DESEO!
Antonio Fco. Rodríguez Alvarado


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Querida amiga, en la última carta que nos dedicamos olvidé decirte que conmigo no pierdes tu libertad, y te quedas con la mía. Porqué a partir de ese primer instante en que contacté tu alma supe que serías todo y… toda  para mí.


     Es cierto, me has hecho esclavo de tu mirada, de tu sonrisa, de tus palabras, de tu forma de ser. Si buscaras dentro de mis ojos… te hallarás dentro de ellos. Si escucharas mi corazón oirás un doble latido… el tuyo y el mío.


     Te quiero porque eres esa cristalización que siempre buscaron con gran anhelo mis sueños. Te quiero porque eres tan real, tangible y amorosa como la más bella y tierna rosa de mí jardín.


     En conclusión, te digo que te quiero porque sin ti… no sabría más vivir.



Xalapa, Ver. 16.12.16