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domingo, 14 de julio de 2019

LA OTRA ORILLA Musa Peregrina


LA OTRA ORILLA
Musa Peregrina


Imagen Internet


Algunas veces no es posible caber ambos en un mismo verso, pero aceptar el amor es dejar una brecha por donde se cuele un hilo de agua, que de pronto inicie a destruir las paredes del pasado y que la fuerza de la corriente sea tan intensa, que ésta logre limpiar todo a su paso para dar lugar nuevamente a la vida y comulgar con el sentimiento, no importa que sólo lo sienta una de las partes en cuestión. 

El mar nunca estará en el campo, ni las olas en el desierto, mas sin embargo amar es la última posibilidad de que todo sea posible y lo imposible resulte ser un absurdo que jamás existió, porque siempre habrá un lugar sagrado en donde las guerras no se erigen, en donde mis manos con infinita ternura sean capaces de moldear el corazón de las piedras, tengo fe en que la soledad siempre me comparta palabras que mi silencio necesita escuchar cuando estoy acompañada pero realmente respiro sola.


Acapulco, Guerrero, Méx.


CON EL VIOLÍN ROTO León Felipe


CON EL VIOLÍN ROTO
León Felipe


 Imagen Internet

¡QUÉ mal suena este violín!

León Felipe, vas a tener que comprarte otro violín…

-¡A buena hora..! ¡A los ochenta años!

¡No vale la pena!

Con este mismo violín roto

voy a tocar para mí mismo

dentro de unos días "Las golondrinas",

esa canción ¡tan bonita!

que los mexicanos cantan siempre

a los que se van de viaje.

¿Cómo empieza?

¡Adiós!... ¡Adiós!...

Cagh, Cagh ... ¡qué ronco estoy!

En verdad que suena muy mal este violín...

Pero con él tengo que tocar todavía

unas cuantas canciones

que se me olvidaron en mis Obras completas.

No quiero que se queden perdidas

en el barullo de mis papeles inútiles.

Creo que no os van a gustar

pero no tengo otra cosa...

ni otro violín...

Y no puedo marcharme sin tocarlas

precisamente en este mismo viejo y roto violín.

Imagen Internet


martes, 9 de julio de 2019

MUSA MARINA Antonio Fco. Rguez. A.


MUSA MARINA
Antonio Fco. Rodríguez Alvarado



Mujer costeña, te baña el mar,
te acarician sus olas,
te seduce el armonioso eco
que emerge de sus entrañas.


En la playa, sus arenas marcan las huellas
de tus pies y tus formas.
Las algas, las estrellas de mar
y las caracolas enmarcan tu sirénida belleza.



El candente sol abraza tu dorado cuerpo
y el viento refresca
y se regocija tocando
toda tu divina presencia.



Dedicado a mi amiga poeta Musa Peregrina con motivo de un aniversario más de vida.




Xalapa, Ver. 28.06.2019



LA ESTRELLA EN EL POZO Antonio Fco, Rguez. A.


LA ESTRELLA EN EL POZO
Antonio Francisco Rodríguez Alvarado


Imagen de Internet

Recuerdo muy bien esa noche, había tanto calor que subí a refrescarme al tejado de la casa. El cielo nocturno era espléndido, podía ver los cerros que rodeaban nuestra casa de campo. Me puse a contar el interminable número de estrellas, cuando vi que como goteando del mismo cielo algunas de ellas caían como aerolitos o estrellas fugaces. De pronto, una de ellas rauda se acercó tanto que su resplandor llegó a cegarme. Escuché un fuerte splash y al momento sentí  un baño de agua caliente en todo el cuerpo. Me bajé del tejado y corrí apresuradamente adonde aún se reflejaba un pequeño destello de aquel gran resplandor. Al llegar descubrí agua encharcada alrededor del pozo. Me acerqué al brocal y nuevamente una gran luminosidad me volvió a cegar. La estrella había caído dentro de él.

Imagen de Internet

Surgían del pozo unos sonidos como entre agua hirviendo o quejidos. Que poco a poco se fueron apagando hasta llegar a un silencio total.


Muy temprano le comenté este suceso a mi padre, el cual me pidió fuéramos a investigar al pozo. Al mirar dentro de él, observamos que  persistía la luminosidad aunque en menor intensidad. Sacamos una cubeta con agua y al probarla apreciamos que además de encontrarse tibia, había cambiado de sabor, tenía un sabor desconocido pero agradable. Dos semanas después, mi padre y yo notamos que a él se le iban colorando las canas y quitando las arrugas del cuerpo. Incluso su salud mejoró: dejó de tomar medicamentos recetados para la presión, la artritis y la diabetes.


Algunas noches al acercarnos al pozo oíamos unos lamentos y al mirar a través del brocal desaparecían. En noches de humedad se formaba un pequeño y bello arcoíris saliendo del interior del pozo.



A nadie le hicimos saber de la estrella del pozo. No quisimos que ella fuera lastimada por alguna persona mal intencionada o que el Gobierno nos sacara de nuestras propiedades con el fin de investigarla.


Mi padre empezó a regalar agua del pozo a parientes y amigos que estuvieran enfermos, los cuales mejoraban su salud o sanaban a las pocas semanas. Conservamos nuestro secreto, decíamos que era agua preparada por un anónimo curandero.

Al paso del tiempo nos fuimos encariñando con la estrella, cada vez que nos acercábamos al pozo le agradecíamos todos los favores que nos prodigaba. Algunas noches cubríamos el brocal con flores aromáticas y prendíamos velas y orábamos por el bien de nuestra querida amiga y benefactora.


Cierta noche, cuatro meses después, un aumento de calor y una inmensa luz nos despertó a mi padre y a mí. Era provocada por una estrella que se acercaba al pozo y al estar encima de él desprendió una especie de brazos luminosos los cuales se metieron al pozo y sacaron a nuestra querida amiga, al estar juntas se abrazaron y se fundieron en una sola luz, se escucharon sonidos musicales. centellaron varios minutos a manera de despedida, y en un abrir y cerrar de ojos desaparecieron de nuestra vista.

Algunos años después... le confesamos nuestro secreto a un sabio anciano del pueblo, el cual se había curado de la ceguera tomando de esta maravillosa agua. Posteriormente de enterarse, nos explicó: - "Afortunadamente, la estrella se mantuvo flotando en el agua del pozo, pues de haber tocado la tierra del fondo, hubiera perdido los poderes innatos de los cielos"



Xalapa, Ver. 29.05.2019



BÚSQUEDA Antonio Fco. Rguez. A.


BÚSQUEDA
Antonio Fco. Rodríguez Alvarado

 Imagen Internet


Sueño que camino sobre una vereda
que se extiende hacia el infinito.
En uno de sus lados puedo apreciar el alba, 
y en el otro el ocaso.

Mi camino es un eterno presente,
siempre fresco e iluminado
como una media tarde primaveral.

Hay tanta belleza a mis pasos,
que no siento nostalgia
de volver la vista atrás.

Tramos y tramos de hermosos
y floreados árboles
me incitan a no claudicar mi andar.

No tengo idea de lo que estoy haciendo,
ni cómo llegué aquí.

Probablemente me acosté pensando en ti,
y camino queriendo encontrarte…
para juntos despertar.


Veracruz, Ver. 08.07.19