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martes, 25 de noviembre de 2014

HUÉMAC Y TOHUEYO

HUÉMAC Y TOHUEYO
ANTONIO FCO. RODRÍGUEZ ALVARADO
Tohueyo


 Huémac. De hue(y), grande + ma(itl), mano + c, en: “En la mano grande”. Según López Austin (1984: 292), nombre de una divinidad pluvial y agrícola que gobernaba el Cincalco. Llevaban su nombre algunos de los gobernantes de Tollan, que lo representaban sobre la tierra. ||  Gobernante de Tula posiblemente del año 944 al 1010. Extendió el territorio conquistado por los toltecas y se caracterizó por su brutalidad. Se cree que sucedió a Quetzalcóatl en el poder o que mientas él tenía el poder temporal, Quetzalcóatl poseía el espiritual. Los toltecas lo habían encontrado siendo niño, lo habían tomado y lo habían criado y educado. Seguramente era la ofrenda del dios Tezcatlipoca, su hechura y su vestigio, para que los toltecas- chichimecas y los nonohualcas- chichimecas se enfrentaran y se destruyeran. Cuando era ya un joven ordenó que su casa la custodiaran los nonohualcas, y ellos obedecieron. Enseguida les exigió que le trajeran mujeres de la Huasteca, porque allá las había con caderas gruesas de “cuatro palmos de ancho”, nuevamente le obedecieron y trajeron la mujer solicitada, y como él no se conformó, los nonohualcas llenos de disgusto por pensar que se estaban burlando de ellos, les hacen la guerra a los toltecas, dos de éstos Icxicóhuatl y Quetzaltehuéyac, convencen a los nonohualcas que la culpa es exclusiva de Huémac, y él al oír esto, huye. Pronto fueron a perseguirlo los nonohualcas, le dispararon flechas, gritaban detrás de él como si fueran coyotes. En su persecución hicieron que fuera a esconderse en Chapultepec, en la cueva de Cincalco. Después de que allí se metió, por arriba se apoderaron de él, lo hicieron salir, lo flecharon, y lo dejaron muerto. Cuando murió Huémac, regresaron a Tollan los nonohualcas Xelhua y Huehuetzin y los toltecas Icxicóhuatl y Quetzaltehuéyac. Aquí, se convocaron los nonohualcas y dijeron: -Venid y oíd que clase de gentes somos. Quizá hemos hecho una transgresión. Ojalá que por causa de ella no sean dañados nuestros hijos y nietos. ¡Vayámonos, dejemos esta tierra! ¿Cómo habremos de vivir? Ya que Huémac nos ha hecho enemigos, nos ha hecho enfrentarnos, abandonemos a los toltecas. En seguida, en la noche ocultaron todas las pertenencias lo que corresponde a Quetzalcóatl, todo lo guardaron. Luego empezaron a salir de Tollan… (Anales de Cuauhtinchan). Como personaje de poemas es notable su figura y entra en las leyendas fantásticas de la destrucción de la monarquía de Tula.

     Tohueyo. “Nuestro prójimo”. Según Sahagún toueyo, significa “extranjero” y el plural es touyome. León Portilla traduce: to, nuestro + huen-tli, ofrenda + yo(tl), colectivo: Nuestra ofrenda. Tezcatlipoca en su persecución a Quetzalcóatl y a los toltecas en general, bajo el nombre de Titlacahuan, se convirtió en un indio forastero (tohueyo), que desnudo se sentó a vender ají verde en el mercado de Tollan. Huémac, rey de los tulanos en lo temporal, porque Quetzalcóatl era como sacerdote y no tenía hijos, tenía una hija doncella muy hermosa, la cual acertó a distinguir  al Tohueyo desnudo, y el miembro genital, y antojósele tanto que enfermó de amores. Para curarla, pues se moría, fue preciso buscar al Tohueyo, traerle al palacio, vestirle y dársele por esposo, y desde que durmió con ella la dejó buena y sana. Matrimonio tan desigual disgustó a los vasallos, quienes prorrumpieron en destempladas murmuraciones. A fin de acallar el disgusto público, Huémac determinó deshacerse de su importuno yerno; envióle a la guerra de Cacatepec y al Coatepec simbólico, ordenando secretamente a sus capitanes le hicieran perecer. En la batalla dejaron abandonado al Tohueyo con los pajes, enanos y cojos; mas cuando el enemigo los acometió, pelearon con tanto brío, que salieron vencedores. Fue indispensable que Huémac y los tulanos salieran a recibir al plebeyo con gran fiesta poniéndole las armas quetzalapanecayotl y el xiuhchimalli, divisas de los triunfadores y llegando al palacio emplumáronle la cabeza y tiñéronle todo el cuerpo con color amarillo, y la cara con color colorado, y lo mismo a los pajes: este era el regalo que solían hacer a los que venían triunfantes de la guerra. Las artes de Titlacahuan habían traído el descrédito a Quetzalcóatl y a su amigo el rey Huémac.

    Para solemnizar al triunfo, Titlacahuan reunió una gran multitud para cantar y bailar a un lugar que se llama Texcalapa, entretúvolos hasta la media noche, en que los danzantes se despeñaban en el barranco del río Texcaltlauhco, convirtiéndose en piedras.

   Melville J. Herskovits encontró en la cosmogonía dahomeyana de la costa del Golfo de Guinea un personaje de origen divino llamado Twhwiyo, el cual tiene semejanzas con la leyenda de Tohueyo.

     Los huaxtecos eran considerados inmorales y borrachos. En uno de los mitos del descubrimiento del pulque el cacique de los huaxtecos se emborrachó y se quitó el máxtlatl o taparrabo, descubriendo sus genitales; por esta razón fue reprobado y tuvo que huir con toda su gente hacia Pantlan o Pánuco, en donde se quedaron adoptando la costumbre de no usar máxtlatl y recibieron el nombre de tohueyo “nuestro prójimo” y cuextécatl.

     Los hombres huastecos se distinguían porque iban desnudos, se perforaban el septum nasal y ahí colocaban un adorno con plumas rojas; llevaban el cuerpo tatuado y los cabellos peinados hacia arriba y teñidos de rojo o amarillo. Códice Florentino, libro IX, f. 50v.
    
     Cuextécatl. De cuex(antli), espacio entre la cintura y las rodillas + t(ecatl), gente, habitante de + ecatl, viento, aire: “Gentes que traen el espacio entre la cintura y las rodillas al aire o descubiertas”. Sobrenombre al igual que tohueyos, que recibían los huaxtecos. Huasteco, huasteca. De huaxteca, habitante de la región de Huaxtla, (de huaxin, guaje + tla, lugar abundante en: “Donde abundan los guajes o calabazas”).   

     Xiuhchimalli. De xihuitl, turquesa y color azul + chimalli, escudo o rodela: “Escudo azul por estar adornado con turquesas”. Era el escudo con que premiaban a los grandes triunfadores en la guerra. Sahagún refiriendo las proezas que hizo Tezcatlipoca, disfrazado de Tohueyo, en Tula, dice que cuando Huémac mando que el Tohueyo, su yerno, fuera a la guerra para que abandonado por los toltecas, fuera muerto por los enemigos, el Tohueyo triunfó de éstos, y Huémac tuvo que ir a recibirlo en triunfo y le colocó el Xiuhchimalli, honrando su valor.


     Quetzalapanecayotl. Brillante armadura que se daba en recompensa a los guerreros vencedores.