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viernes, 30 de marzo de 2012

20 CONSEJOS DE LOS INDÍGENAS NORTEAMERICANOS



20 CONSEJOS DE LOS INDÍGENAS NORTEAMERICANOS SABIOS Y EVOLUCIONADOS ESPIRITUALMENTE

Augusto Figueroa Bustos




1. Levántate con el sol para orar. Ora sola(o). Ora frecuentemente.
El Gran Espíritu oirá, ciertamente, si le hablas.
   
      2. Sé tolerante con aquellos que han perdido el camino. La ignorancia, la presunción, la ira, los celos y la avaricia (codicia), provienen de un alma perdida. Ora para que ellos encuentren guía.
   
      3. Búscate a ti mismo, por tus propios medios. No permitas que otros hagan tu camino por ti. Es tu senda, y sólo tuya.
Otros pueden caminar contigo, pero nadie puede hacer tu camino (o caminar tu senda) por ti.
  
       4. Trata a los huéspedes en tu casa con mucha consideración. Sírveles la mejor comida, dales la mejor cama y trátalos con respeto y honor.




      5. No tomes lo que no es tuyo, sea de una persona, una comunidad, de la selva o de una cultura. No fue dado ni ganado. No es tuyo.
  
       6. Respeta todas las cosas que están sobre esta tierra, sean personas o plantas.
   
      7. Honra los pensamientos, deseos y palabras de todas las personas. Nunca los irrumpas, ni te burles de ellos, ni los imites de manera grosera. Permite a cada persona el derecho a su expresión personal.
  
       8. Nunca hables de los demás de mala manera. La energía negativa que pones en el universo se multiplicará cuando retorne a ti.
   
     9. Todas las personas comenten errores. Y todos los errores pueden ser perdonados.
   
    10. Malos pensamientos causan enfermedad a la mente, al cuerpo y al espíritu. Practica el optimismo.
   
      11. La naturaleza no es PARA nosotros. Es PARTE de nosotros. Ella es parte de tu familia del mundo.
   
     12. Los niños son las semillas de nuestro futuro. Siembra amor en sus corazones y riégalos con sabiduría y lecciones de vida.
Cuando crezcan, dales espacio para crecer.
   
      13. Evita herir los corazones de los demás. El veneno de tu sufrimiento retornará a ti.
   
      14. Sé verdadero (veraz) todo el tiempo. La honestidad es la prueba de la voluntad de uno en este universo.




     15. Consérvate balanceado. Tu persona Mental, tu persona Espiritual, tu persona Emocional, y tu persona Física: todas tienen la necesidad de ser fuerte, puras y saludables. Ejercita al cuerpo para fortalecer la mente. Crece mucho espiritualmente para curar enfermedades emocionales.
   
     16. Haz decisiones conscientes acerca de quién serás y acerca de cómo reaccionarás. Sé responsable por tus propios actos.
   
     17. Respeta la privacidad y el espacio personal de los demás. No toques la propiedad personal de los demás, especialmente los objetos sagrados y los objetos religiosos. Esto está prohibido.
   
     18. Sé verdadero ante ti mismo primero que todo. No puedes nutrir y ayudar a otros si no puedes nutrirte y ayudarte a ti mismo primero.
   
     19. Respeta las creencias religiosas de los demás. No impongas en los demás tus propias creencias.
   
      20. Comparte tu buena fortuna con los demás. Participa en la caridad.




CUANDO ME AMÉ DE VERDAD Charles Chaplin



CUANDO ME AMÉ  DE VERDAD
Charles Chaplin

     Cuando me amé de verdad, comprendí que en cualquier circunstancia, yo estaba en el lugar correcto y en el momento preciso. Y entonces,  pude relajarme. Hoy sé que eso tiene nombre… autoestima.

     Cuando me amé de verdad, pude percibir que mi angustia y mi sufrimiento emocional, no son sino señales de que voy contra mis propias verdades.
Hoy sé que eso es… autenticidad.

     Cuando me amé de verdad, dejé de desear que mi vida fuera diferente, y comencé a ver que todo lo que me acontece contribuye a mi crecimiento.
Hoy sé que eso se llama… madurez.

     Cuando me amé de verdad, comencé a comprender por qué es ofensivo tratar de forzar una situación o a una persona, sólo para alcanzar aquello que deseo, aún sabiendo que no es el momento, o que la persona (tal vez yo mismo) no está preparada.
Hoy sé que el nombre de eso es… respeto.

     Cuando me amé de verdad, comencé a librarme de todo lo que no fuese saludable: personas y situaciones, todo y cualquier cosa que me empujara hacia abajo.
Al principio, mi razón llamó egoísmo a esa actitud.
Hoy sé que se llama… amor hacia uno mismo.

     Cuando me amé de verdad, dejé de preocuparme por no tener tiempo libre y desistí de hacer grandes planes, abandoné los mega-proyectos del futuro. Hoy hago lo que encuentro correcto, lo que me gusta, cuando quiero y a mi propio ritmo.
Hoy sé, que eso es… sencillez.

     Cuando me amé de verdad, desistí de querer tener siempre la razón y, con eso, erré muchas menos veces. Así descubrí la… humildad.

     Cuando me amé de verdad, desistí de querer estar reviviendo el pasado y de preocuparme por el futuro. Ahora, me mantengo en el presente, que es dónde la vida acontece.
Hoy vivo un día a la vez. Y eso se llama… plenitud.

     Cuando me amé de verdad, comprendí que mi mente puede atormentarme y decepcionarme. Pero cuando yo la coloco al servicio de mi corazón, es una valiosa aliada. Y esto es… saber vivir!

     No debemos tener miedo de cuestionarnos… Hasta los planetas chocan y del caos nacen las estrellas....



REFLEXIONES DE DESIRÉE

REFLEXIONES



     Viendo pasar la vida y volver a coincidir… es curioso, pareciera que no es el lugar correcto, que no es la palabra precisa, que no es el momento adecuado y sin embargo la vida es perfecta. 


  DESIRÉE URQUIOLA 


HOMSHUK, DIOS OLMECA - POPOLUCA

HOMSHUK (JOONCHÓ), SINTIOPILTZIN O TAMÁKASTI
Antonio Fco. Rodríguez Alvarado



     “Homxuk”, en popoluca de Soteapan significa “Brote nuevo” porque crece según los ciclos de la planta del maíz. . Se conserva en Soteapan, Pajapan y Catemaco, Veracruz el mito popoluca de que el maíz procede de un huevo (ovogénesis). Le llamaron Homshuk, dios del maíz, el gran benefactor de la humanidad, es hijo del Sol,  trató de conseguir la inmortalidad del hombre y está ligado con el dios Huracán; una de sus representaciones materiales fue encontrada en la isla Tenaspi del lago de Catemaco, la escultura se encuentra en el museo de Xalapa. Este mito fue recogido en 1945 por George M. Foster, posteriormente, en los mismos 40s, B. Elson registró una variante del mismo. Se dice que en el principio del tiempo una mujer quedó viuda poco antes de nacer su hijo. Cuando éste nació, y ante la imposibilidad de darle de comer y como el niño lloraba mucho, decidió molerlo en el metate y tirarlo al arroyo, pero Dios no quiso que muriese, recogió los restos del niño, y lo convirtió en un huevo, dejándolo entre las plantas que nacen debajo del agua del río. Una pareja de ancianos vivía sin haber tenido hijos. La esposa, una bruja caníbal, llamada Chichiman, diariamente, iba por agua, un día, contempló un huevo flotando en el remanso del arroyo. Regresó a contar el caso a su esposo, llamado el Serpiente, y entre los dos fueron a sacarlo. No lo consiguieron al principio; era un reflejo; el huevo estaba en la rama de un árbol, de donde lo tomaron. Regresados al hogar, lo envolvieron con ropa. Después de siete días, escucharon el llanto del niño; su cuerpo, blanco y desnudo era de masa de maíz y tenía suaves y dorados cabellos, como los del maíz tierno. Lo criaron sintiéndolo nieto; más, a siete días de nacido, hablaba, caminaba, era grande y sabio. Lo mandaron por agua. Los pescaditos lo burlaban; tú sólo eres un elotito cabello rojo, nacido de un huevito sacado del agua. En su hogar contó lo sucedido; pero siguieron mandándolo por agua. Cavilando su venganza, pidió a su abuela un anzuelo. Principió a sacar los pescaditos, pero fue obligado a resucitarlos y devolverlos, porque eran los tíos de Homshuk, brincando siete veces los revivió, aún cuando quedaron condenados a ser alimento del hombre. Al ir a la milpa con los abuelos, le gritaban los tordos: orejas mochas, tú eres un elotito cabello rojo nacido de un huevito. Pidió al abuelo un arco y unas flechas. Principió a matarlos, pero resultaron ser los pollos de su abuela, quien le obligó a resucitarlos, lo cual hizo brincando de nuevo siete veces, aún cuando en castigo vivirían en los árboles y anunciarían las lluvias.
     El muchacho siguió creciendo y, mientras sus padres adoptivos iban a la milpa, a él lo enviaban a traer agua a un manantial, donde unas iguanas se burlaban de el diciéndole: “Elote, elote, orejas mochas; en Ta:gatawatsaloyan ahí está tu padre”…El niño pidió a su padre adoptivo que le hiciera una trampa para cazar iguanas (una vara larga con un lazo en la punta, llamada pi:chawan) con la cual no pudo atrapar a ninguna pero a una le trozó la cola. El niño les dijo: “No vine a estar jugando con ustedes, sino que mi padre me envía a traer agua porque le da sed en la milpa…Váyanse y no me molesten más porque un día las voy a lazar y jamás las soltaré; las llevaré entonces con mi padre para que se las coma”.
     Después de esto las iguanas se espantaron mucho y sólo le gritaban de lejos. El muchacho siguió haciendo cosas indebidas, por lo cual los viejos decidieron comérselo, mandándolo a dormir al tapanco. El muchacho dijo a un murciélago: cuando mi abuelo suba, debes degollarlo; en tanto, él se ocultó en el caballete de la casa. Cuando el abuelo subió para matar al muchacho, el murciélago lo degolló. La sangre del anciano, al caer, fue siendo tomada por su esposa, más, extrañada, gritó: esta sangre no sabe bien, debes bajar al muchacho para comerlo. Como el abuelo no contestaba, subió la vieja y lo encontró muerto. Reclamó su proceder al muchacho, pero éste, huyó, perseguido por la vieja. En su huida iba dejando obstáculos como grandes bejucales de espinas, riscos de piedras y lagunas. Cerca del mar, ya cansado, el muchacho subió a dormir a un árbol. Al ser alcanzado, dijo: sube para que veas. Previamente Homshuk encargó al tlacuache que cuando viniera la bruja prendiera fuego al zacate, dejando una salida por donde pudiera escapar. El tlacuache se quemó la cola y salió huyendo, por lo que dotó al armadillo de una concha fuerte y resistente al fuego para que encendiera el pasto. El campo ardió velozmente y el muchacho escapó, mientras la vieja se consumía entre las llamas. Él regresó y tomó parte de la ceniza de los genitales del cadáver quemado de la Chichiman y la sembró, naciendo la calabaza y el chayote. Del resto de sus cenizas nacieron las plagas de langosta que acaban con la comida del hombre y los animales. El muchacho siguió caminando. A la orilla del mar, tocó su tambor y el Huracán envió a ver quién lo hacía sonar. ¿Quién eres?, preguntó el enviado. Contestó: soy quien hace crecer las plantas, el que las hace florecer. Huracán fue informado: no me quiso decir su nombre. Lo regresó Huracán, y dijo al muchacho: me debes decir tu  nombre, lo pide Huracán. El muchacho dijo: me nombran Homshuk, dígale que soy el único desgranado, el único para ser comido. Así fue informado; pero Huracán replicó: él es nahual, y acto seguido Huracán hizo llover muy fuerte, más, al otro día, el muchacho seguía tocando en la costa, porque la tarántula lo protegió haciéndole una casa. Después, llegó una tortuga para preguntarle ¿Qué haces? Contestó el muchacho: tocando, porque deseo cruzar el mar; si eres buena compañera, me llevarás. Dijo la tortuga: te llevaré. Homshuk subió a la tortuga, pero a poco de nadar, ésta gritó: mi pecho está quebrándose. Regresaron a la orilla. Vino una tortuga de mayor tamaño, a la cual Homshuk prometió pintar de colores a cambio de la travesía. Lo llevó a presencia de Huracán, quien lo hizo prisionero. Había tres cárceles: una con tigres hambrientos; con serpientes muriéndose de hambre otra; y la tercera con flechas voladoras. En la de serpientes no le pasó nada y las culebras desaparecieron. Lo pasaron a la de los tigres; ocurrió lo mismo y sólo quedó el tigre mayor como asiento. En la cárcel de las flechas, éstas no lo dañaron y las reunió en un haz. Eres nahual, dijo Huracán, después de lo sucedido. Homshuk respondió: no soy nahual y he de ser el alimento de los hombres. Huracán lo retó a jugarse la vida en una competencia: lanzar una piedra, cada quien, hasta el otro lado del océano. El muchacho lanzó primero, y transcurrido un rato, se oyeron los rebotes de su piedra en la otra orilla, porque secretamente pidió al pájaro carpintero, lo ayudara produciendo ese ruido. Huracán fracasó en su lanzamiento. Propuso al muchacho un viaje al otro lado del mar, enviándolo primero e impulsado por el vuelo de su hamaca. Homshuk salió disparado, regresando de medio mar, por no saber a dónde llegaría y pidiendo a Huracán fuera por delante. Cuando Huracán tomaba vuelo en su hamaca, por también oculto ruego del muchacho, la tortuga cortó uno de los árboles y cayó Huracán al mar, fracturándose una pierna. Se hicieron amigos, a cambio de que Huracán proporcione agua cuando el maíz la necesite. Así creció el muchacho, durante años creció, un día, se encontró con unos viejitos, que iban a Oaxaca, pero a pie, y como sabía que por aquel lugar estaba su padre, decidió irse con ellos, preparó sus totopitos, sus tortillas y su agua y emprendió el viaje, después llegaron a un lugar y les dijeron los viejitos: aquí donde vas a dormir coloca un poco de hojas, porque aquí las chicatanas comen gente, él no les creyó, y sólo puso unas hojitas, y al amanecer todo él era de huesos, entonces encontró otra chicatana que venía por más carne; se arrancó un pelo de elote y la amarró por la mitad, diciéndole: si no me regresas mi carne tal y como me la cortaste te trozo por la mitad con mi cabello (la apretó tanto que a eso se debe que las hormigas tengan la cintura delgada), como ésta era la jefa, ordenó a las demás que le restituyeran la carne a Homshuk, por lo que éste prosiguió su camino y corriendo alcanzó a los peregrinos. Hasta le pegó una patada al que iba atrás. A la siguiente noche, dijeron los viejos al joven: ¿Tú por dónde vas a dormir?.. Yo aquí dormiré sobre esta piedra muy linda, a lo que le contestaron –no duermas sobre la piedra porque aquí las piedras comen gente- y él nuevamente los desobedeció, y a la mañana siguiente la piedra se lo había tragado, solamente su cabecita aparecía, vino entonces un pajarito que le repetía incesantemente –“orínate el pecho muchacho”, “orínate el pecho muchacho” (mela:xixa chogotsin, mela:xixa chogotsin). El joven lo que hizo fue agarrar sus orincitos y orinarse el pecho… y al rato lo soltó la piedra. Siguió su camino, encontrando unas iguanas, las cuales le dijeron que su padre estaba en Ta:gatawatsaloyan (“Secadero de hombres”¿panteón?). Todavía, al acercarse a un río, es tragado por un lagarto, y escapa rajando la panza del animal con una navaja de obsidiana. Y más adelante, al llegar a su destino, se despidió de los ancianos agradeciéndoles el permitir acompañarlos: yo aquí voy, aquí vengo y aquí me dejan…a lo que le contestaron –Así es como nosotros nos sentimos responsables. Ahí lo dejaron y ellos se fueron. Se acercó lentamente… y vio a su anciana madre tejiendo un enredo, debajo de un árbol de chicozapote, la cual tejiendo se quedo dormida, lo que aprovechó él para subirse al árbol y tirarle frutos sobre el tejido, ella despertó y viendo que estaban maduros los partió y se comió tres chicozapotes. Fue entonces cuando la llamó: -Mamacita, si quieres más te corto, que aquí hay bien maduros.  –Tú eres alguien que vino… ¿Quién eres? –Soy Homshuk, tu hijo. –Baja para que te conozca, quizás eres mi hijo, pero yo no te conozco… No sé ni a dónde fuiste a nacer… ni quién te crió. Bajó el muchacho y se acercó, pidiéndole a su madre que lo bañara, y al caer las gotas del agua de su cuerpo quedaron convertidas en granos de maíz, y después conversando con ella, le preguntó: -Bueno… ¿Y mi padre a donde se fue?.. –Tu padre hace muchos años que murió… más adelante está su tumba… A mí padre lo voy a resucitar, sólo enséñame a dónde lo fueron a sepultar. –Si es así, te lo voy a enseñar, dijo la anciana,  llevándolo y mostrándole donde estaba sepultado. Dijo Homshuk: -ahora vete a nuestra casa, que voy a sacar a mi padre para resucitarlo. Sólo te voy a recomendar que a la hora que veas a mí padre no vayas a llorar, y cuidado y lo tocas…porque en caso de hacerlo así, él se convertirá en un animal del monte, huirá y no lo vamos a encontrar jamás. Su madre no le creyó, y se fue a casa diciendo: -¿Qué sabe ese?.. En tanto, el muchacho, golpeó a su padre siete veces y lo revivió… Cuando la viejita vio que ya traía a su viejito…En lugar de aguantarse y no llorar… cayó gritando y llorando, y al abrazar a su viejito, éste se convirtió en un venado: “juíí”, “juíí”, agarró por un acahual, y nunca más volvieron a verlo. Posterior y finalmente, Homshuk, junto con su pequeña consorte (de la que se ignora su procedencia) provee a los hombres del preciado cereal.  || En otra versión, Homshuk después de resucitar a su padre, manda a una iguanita a decirle a la anciana que cuando vea a su esposo “no mire de frente, no llore y no se ría”. El mensaje fue transmitido al revés por que la iguana se valió, a su vez, de una lagartija. Cuando la anciana vio al resucitado, lo miro de frente, lloró y comenzó a reírse, provocando que el hombre se convirtiera en tierra. De paso, el mensaje fallido impidió la inmortalidad de los humanos (Félix-Báez, 2002: 85). || Igualmente en otra versión, fueron dos los huevos encontrados, uno lo empollo una gallina y el otro lo comieron. Pasaron unos días y del huevo empollado nació un niño. Los ancianos se admiraron y dijeron: “Caramba, cometimos un error comiéndonos el otro, quizá era una muchachita” (de haber nacido ella el maíz sería más fecundo). ||  Para el mismo Foster,   Homshuk es un enano de un metro de alto, con pelo de elote; cuando las mazorcas están pequeñas, él es joven, con pelo rubio; y a medida que el maíz madura, él también envejece, hasta que termina el año agrícola como un viejo sabio, con el pelo café y seco. || Por último, entre los mixes, el héroe cultural Kondoy y su hermano Culebrote igualmente nacen por ovogénesis, y entre los mayas se reporta al Adivino de Uxmal, enano nacido también de un huevo. Véase Kondoy y Adivino de Uxmal. Melgarejo Vivanco (1975: 155-158); Delgado Calderón (2004: 232-238);  García de León (1969: 300-305 y 1976: 77, 80-84); Jorge Félix-Báez (2002: 79-111) y Guido Münch (1994:163-169). Véanse Masawa y Kondoy.

     Huracán o Jurakán. Del maya quiché jun, uno + ra, muslo + akán, pie: un pie, una pierna; cojo. Era el principal Dios Corazón del Cielo, título que comparte con Caculhá Huracán, rayo de una pierna, o sea el relámpago; Chipi Caculhá, rayo pequeño, y Raxa Caculhá,  rayo verde, rayo repentino o súbito.
     El idioma taíno también se atribuye la paternidad de la palabra huracán formada de sus raíces: Hura, viento + cán, centro = Centro del viento.
     Sintiopiltzin. Del náhuatl cin(tli), mazorca de maíz seco + teo(tl), dios + piltzin, príncipe [pil(li), hijo + tzin, reverencial]: “Dios Príncipe Mazorca”.
     Ta: gatawatsaloyan. Del pipil ta:gat, hombre + tawatsal, cosa secada o curtida + o, enlace fonético + yan,  lugar donde se realiza la acción: “Secadero de hombres”¿panteón?
     Tamákasti. Del náhuatl tlamacazqui o tlamacázcatl [de tla, cosa + mac(a), dar + axca(tl), cosa propia, propiedad]: quien da lo propio; sacerdote, ministro, diácono.  
     Los Nicaraos (pipiles de Nicaragua) conservaron su dialecto nahua y su fe en Quetzalcóatl, al que adoraban como dios supremo y al que llamaban tamagastad (tlamacázcatl o tlamacazqui).

     Extraído de mi libro "Los Tuxtlas, nombres geográficos pipil, náhuatl, taíno y popoluca". Analogía de las cosmologías de las culturas mesoamericanas. El cual incluye un diccionario de localismos y mexicanismos.

jueves, 29 de marzo de 2012

VIVAMOS SIEMPRE EL HOY Antonio Fco. Rguez. A.


VIVAMOS SIEMPRE EL HOY
Antonio Fco. Rodríguez Alvarado


Todo lo que es importante
e imprescindible debo realizarlo hoy,
sólo podría dejar para mañana
lo que realmente no me es necesario,
lo que de haberlo,
tendría que tenerlo arrumbado en cualquier lugar
como la mayor parte de las cosas que conseguimos
y que nunca nunca nos son necesarias,
simplemente llenan un “vacío”
de nuestro propio vacío existencial,
pero ese “vacío” al llenar nuestro entorno
se compacta y nos ata a él,
y nos impide ser libres
por dentro y fuera de nosotros mismos.
No nos atemos al pasado,
no nos llenemos de objetos,  de pensamientos,  ni recuerdos
esclavizantes que nos impidan vivir el ahora con plenitud,
recuerda que son un lastre que debemos arrojar
desde afuera y dentro de nosotros mismos
para zafarnos del fantasma
que nos atemoriza para despertar el día de mañana
y así poder gozar también este nuevo amanecer  a toda plenitud.

29.03.2012




martes, 27 de marzo de 2012

CATEMACO ARQUEOLÓGICO, Y MATACAPAN


CATEMACO 
ARQUEOLÓGICO
Antonio Fco. Rodríguez Alvarado

ARROYO AGRIO



Localidad a la ribera del lago de Catemaco, a 6 km al NO de la cabecera municipal, tiene manantiales de agua gaseosa, carbonatada y alcalina. Comenta  Michael D. Coe en Archaelogical Synthesis of Southern Veracruz and Tabasco, editada en 1965, que existen 2 zonas arqueológicas a la ribera del lago de Catemaco: Arroyo Agrio y Matacanela. Diez años después, en 1975, se demostró el asentamiento prehispánico en la misma área urbana de la Cd. de Catemaco. Y con Teotepec y el Chichinal aumentan a 5 las zonas arqueológicas ribereñas. En esta última se encontró manufactura de obsidiana verde procedente de Pachuca, traída por los teotihuacanos. Sumando a la isla de Agaltépec son en total 5 las principales zonas arqueológicas de Catemaco.


MATACANELA






     Nombre de un cerro de Catemaco, en cuyas faldas han encontrado vestigios de la cultura teotihuacana, fechadas del año 600 al 900 d.C. Era una finca tabacalera alemana, a 540 m.snm. Se encuentra a 3 kilómetros de La Victoria sobre la playa sureste del Lago de Catemaco. Se encontraron varias cajas de piedra (roca volcánica) decoradas en sus cuatro lados, entre ellas, una tenía esculpidas conchas de moluscos y otra una hilera de círculos; se encontraron también algunas esculturas –cabeza de conejo, cabeza de serpiente, altar circular, etc.- y montículos excavados por el arqueólogo alemán Eduard Seler y su esposa, encontrándose muchos ídolos. Algunas esculturas fueron destruidas por tropas del gobierno durante la revolución. Matacanela es visitado en 1925 por Blom, quien lo consigna en su obra Tribus y Templos, y en 1938 por el arqueólogo Juan Valenzuela. || En el Museo de Antropología de Xalapa se encuentra una de estas bases (cajas) de piedra volcánica la cual está decorada con ocho círculos que posiblemente representen chalchihuites o cuentas de jade, símbolo de agua. Esta decoración ha sido encontrada en muchos tableros de los edificios de Teotihuacan. También representa el numeral ocho, que en ciertos contextos se relacionó con Venus y el Sol, según la descripción del marbete museográfico.

     La Victoria. Congregación en la ribera del Lago a 5 km al S de la Ciudad de Catemaco.


TEOTEPEC



      Del náhuatl teo(tl), dios + tepe(tl), cerro + c, en: “En el cerro de Dios”, “Cerro divino”. || Cerro del municipio de Catemaco, en cuyos manantiales de agua o ameles suben a deshovar las pepescas. En la falda del cerro, hacia la orilla oeste del lago de Catemaco, se encuentra este sitio arqueológico del periodo Clásico, el cual, al igual que Matacapan trabajaba la obsidiana verde, traída por los teotihuacanos desde Pachuca para tal fin. 

     Dentro de sus límites se encuentra el rancho Xococapan, del náhuatl xococ, agrio, ácido + a(tl), agua + pan, sobre: Sobre el agua agria, o Río agrio.



ISLA DE AGALTÉPEC
     

     Del pipil agal(i), canoa + tepe(t), cerro + c, en. A su vez del náhuatl Acaltépec, de acal(li), canoa + tepe(tl), cerro + c, en: “En el cerro de la canoa”. || Isla mayor del lago de Catemaco, tiene esta isla 8.5 ha; 750 m SW a NE; 150 m en su punto más ancho; 30 m de alto y se encuentra a 400 m de la costa. Sirvió como centro ceremonial de la cultura olmeca. En su extremo oeste hay una gran plaza en forma de patio hundido (un juego de pelota) con piso de estuco y cerca de uno de los ángulos del sur, se encuentra un adoratorio circular de dos cuerpos, construidos con piedra de tezontle, que parece “metlalpilli”, mano de metate. Los vestigios encontrados corresponden al Posclásico (1000 a 1521 d.C.). Se han extraído muchos objetos de cerámica y figuras zoomorfas, así como un bezote de cobre, el primero que conocemos de las culturas antiguas de México. Según Valenzuela, este centro, al igual que la mayoría de la región, fue saqueado y destruido por algunas exploraciones fraudulentas practicadas por unos alemanes que vivieron en la hacienda tabaquera de La Victoria.



LA MARGARITA


La Margarita se localiza en las orillas del Lago de Catemaco, a 20  km al sureste de la ciudad de Catemaco.

Hace muchos años a este selvático lugar llegaron a poblarlo un grupo de indígenas, los cuales lo denominaron Mecápan, del pipil mecat, mecate + apan, río: “Río de los mecates”. Ellos dejaron como constancia un asentamiento llamado “El Chininal” (Donde abunda el aguacate chinini), del Período Clásico, a menos de 2 km de la población, en lo que ahora son unos potreros. Aún se pueden apreciar en forma dispersa montículos con esbozos de pirámides y plazas. Y a la orilla del lago sobre  Tepeyaga en lo que es conocido por los lugareños como “Rincón Piedra Blanca” grabaron figuras de animales como el tapir sobre unas piedras volcánicas (petroglifos). Probablemente con fines mágicos para beneficiarse en la cacería. 



MATACAPAN



     De Matlacapan, a su vez del náhuatl matlac, en la red, en la trampa + a(tl), agua + pan, en, sobre: “En la red o en la trampa del río”. Otra versión procede de, matlaccan, en diez partes + apan, rio: “Ríos en diez partes”. Según Robelo procede de Matatacapan, que se compone de matatactli, escarbado con la mano, derivado del verbo matataca, escarbar o agujerear la tierra con las manos + atl, agua + pan, en, sobre: “En el agua escarbada con las manos”, esto es, “donde hacen los hoyos para sacar agua”. Comunidad en el valle del río Grande de Catemaco, a una altura de 200 m.snm, entre San Andrés Tuxtla y Catemaco, Veracruz. Verdadera colonia teotihuacana sobre las costas del Golfo, fundada después del 300 d.C. y que duró al 800 d.C., la cual tenía intensa relación como ruta comercial que permitía que fluyeran hacia la gran metrópoli de Teotihuacan los productos tropicales provenientes del mar y la región maya. Y además, según refieren Santley y Philip (2004: 136) sirvió como centro de consumo y distribución de los bienes importados de Teotihuacan, destacando la obsidiana verde de Pachuca dentro de Los Tuxtlas, y la de Zaragoza-Oyameles que constituyó la lítica más común durante el Clásico en todas las regiones del Golfo… Este enclave fundado en el Clásico temprano (300-450 d.C.) alcanzó su apogeo en el Clásico medio temprano (450-550 d.C.). En esta comunidad Juan Valenzuela exploró una pirámide, uno de los pocos edificios localizados en el Olmecapan. Consta de unos setenta montículos de gran tamaño, la mayoría de ellos fueron excavados por los alemanes que eran dueños de las grandes plantaciones de tabaco, y lo mismo   hicieron con los pequeños montículos encontrados en Sihuapan. Se han encontrado un conjunto de artefactos utilizados principalmente en su parafernalia ritual, como cerámica, figurillas, candeleros, incensarios, representaciones de los dioses Huehuetéotl y Tláloc, y también en lo doméstico y culinario. La mayoría de estos objetos son “imitaciones” y fueron elaborados con barro local, pero siguiendo la técnica y los patrones teotihuacanos. Por lo menos dos de los templos de la zona fueron construidos al estilo talud-tablero y pintados de rojo, característico de Teotihuacan lll. Sus límites urbanos y suburbanos se extendieron hasta Comoapan y Catemaco, teniendo una población de 35 a 40 mil habitantes.
     Recientemente, Pool y Brito han propuesto que una erupción al final del período Formativo terminal del cono volcánico de Nixtamalapan, en Los Tuxtlas, provocó una desocupación breve del valle superior del río Grande de Catemaco, cuya área fue reocupada por inmigrantes de Teotihuacan y sus dependientes, quienes adoptaron técnicas locales para la elaboración de cerámicas de servicio y rituales semejantes a la de su tierra de origen (Pool, 2004: 80, 96).


     Extraído de mi libro "Los Tuxtlas, nombres geográficos pipil, náhuatl, taíno y popoluca". Analogía de las cosmologías de las culturas mesoamericanas. El cual incluye un diccionario de localismos y mexicanismos.



lunes, 26 de marzo de 2012

CHICÓN TOKOSHO, LOS LA´A Y SHUTÁ SHINÉ

CHICÓN TOKOSHO  
Antonio Fco. Rodríguez Alvarado

     Chicón Tokosho. Es conocido además como “San Martín”, “El Caballero”, Chicón Kosho (abreviatura de Tokosho) y Chacún Rabú. Dueño sobrenatural del territorio mazateco, desde Huautla de Jiménez, Oaxaca hasta Los Tuxtlas, Veracruz. Se dice que hace muchos, pero muchos años, cuando Dios hizo el mundo, los hombres pidieron tierras: unos cerca del mar, otros cerca de los ríos, otros más en llanos y los de Huautla con Chicón Tokosho al frente, pidieron los cerros para vivir libres de los otros grupos. Es el jefe supremo de todos los chikones. Los coyotes son sus policías, son sus perros. Al rocío blanco se le llama “Na Yaa Chicón”, también “Hamaca del Chicón”. Se presenta como un señor güero, alto, muy rico y muy bien vestido, usualmente de charro y, montando un caballo blanco. Es benévolo, da fortuna y salud; pero es obstinado y terrible cuando se enoja o reclama lo que quiere para sí. Procede pues de una manera ambivalente. Tiene su Gran Ciudad situada en las entrañas del “Nindó Tokosho” (Cerro Adoración) en Huautla de Jiménez, en las del “Nashii Rabú” (Cerro Rabón) en Ixcatlán y en las del Cerro San Martín, en las Cumbres de los Frailes, Mazatlán, Oaxaca. En las cuevas de estos cerros se hacen los sacrificios de animales al Chicón. Él habla a su pueblo a través de las gentes con quienes se encuentra o busca encontrar en caminos y poblados, o a través también de los “shutá shiné”. Su opinión siempre es en defensa o advertencia para bien de su pueblo, y su palabra circula como el viento por todos los rincones del universo mazateco. Y no solamente protege a su pueblo en su propio territorio, sino que lo hace en donde estén. Así, en donde se encuentran mazatecos, allí está el Chicón. Así se deja ver en Tehuacan, en Puebla, en Córdoba…lugares a donde acude…”por sus negocios” o para abastecerse al igual que hacen los mazatecos comunes y corrientes.  Cuando se encapricha y decide llevarse a su Gran Ciudad a cualquier hombre que elija, sin que se sepa por cual razón, no valen ruegos, ni ofrendas, ni rescates de los angustiados “shutá shiné”, que deciden finalmente acatar con fatalidad su decisión. El hombre muere y va a servir al Chicón. Pero son más los diferentes actos de protección que los raptos. Incháustegui (1977: 11-13, 74-77, 86, 91, 96-99). Véase chaneques. 

CHICÓN NANGUI, NANDA, NASSHII Y LOS LA´A

     Chicón nangui (Dueños de la tierra o chaneques), chicón nanda (dueños del agua) y chicón nashii (Dueños de los cerros). Ellos habitan en el área mazateca. Los  chicón nangui son chaparros, como un niño de 12 años, algunos tienen el cabello blanco y otros tienen  mucho cabello de color negro, viven en donde hay mucha peñasquera o mucha basura, que se junta a orillas de los arroyos; debajo de las pochotas o en el monte espeso. A estos seres no les pueden ver los hombres (son invisibles), y los que los ven es porque están destinados a una vida muy corta.  Pastorean rebaños de jabalíes montando en sus mazates, les gusta vestirse de camisa y pantalón rojos. Se pueden transformar en personas, se llevan a los niños y los pierden en el bosque por dos o tres días, o hasta que los encuentren sus padres. Luego los niños cuentan a sus padres que  una señora de huipil se los llevó a un lugar muy bonito donde hay mucho de comer.   
     Después de esto, los niños quedan enfermos y es necesario llamar al curandero para que los sane. Los chicón nandá saben cuando va a llover o cuando va a crecer el río.    
     Estos espantan a los que andan pescando o bañándose, o se apodera del alma de quien se cae en el río. Estos seres no se ven, viven en el fondo del río. Cada ojo de agua tiene su chicón. La persona que se enferma de susto al caer en el agua se vuelve su esclavo, se pone chipujo (amarillo), no come no trabaja, todo el tiempo está acostado, le da por comer tierra o ceniza cuando siente hambre. Los chicón nashii son los dueños de los cerros. Son de alta estatura, güeros, de pelo rojo, andan encuerados, nomás tienen taparrabos de piel. A los chicón se les llama chacún en soyaltepecano: chucún en ixteco; chicún en huauteco. Esta palabra quiere decir “rey” (en realidad significa poderoso, o mejor aún, literalmente, casi “rico”). Chicón también quiere decir rubio, güero. Los chikones reconocen como jefe supremo al Chicón Tokosho dueño sobrenatural del territorio mazateco, desde Huautla de Jiménez, Oaxaca hasta Los Tuxtlas, Veracruz. Por último, se llama Gui he’ al territorio que es del hombre, que quiere decir “donde la gente gobierna todo”: las casas, las plantas, los animales. Incháustegui (1977: 75-79, 83-84, 106), Portal (1986: 36-38, 82). 

     Los “La’a”, Laja o “Tindí” son los duendes, los enanos de la montaña mazateca, pequeños ancianos que aparecen a las 12 de la noche tienen el rostro de niño, pero son viejos y fuertes. Son de talla de chamacos. Conocen a todas las personas por sus nombres y escuchan todo lo que se dice porque son los dueños de la tierra. Viven en las montañas alejadas como Ayautla y Tenango, Oaxaca, cuentan que por allá se les oye haciendo travesuras en el monte. Se oyen sus voces que platican, que cantan, se les oye mover las cosas; son muy traviesos y esconden las cosas a las gentes. No todos los pueden ver. Sólo ciertas personas. Montan en mazates y con sus lazos arrean venados.   
     Al que encuentran se le suben encima, entre grandes risas. La enfermedad que causan es el espanto. En Aguacatitla Tenango, llaman “Tindí” a los “La’a”. Incháustegui (1977: 112-113).


SHUTÁ SHINÉ

     Nombre mazateco que le dan a los yerberos. La región de Los Tuxtlas es la sede de los “shutá shiné” más poderosos y el lugar de iniciación elevada, donde tiene su sede, cuando menos, un sobrenatural…”que da el conocimiento”. Una práctica ceremoniosa ancestral reservada para los shutá shiné para penetrar en el mundo de los sobrenaturales es la ingestión de los “díshitu” (niños tiernos), los hongos alucinógenos. Los más altos de ellos adquirían, en esta ceremonia, las cumbres del conocimiento, se hacían así comulgantes de los poderes de los dioses, eran los “maestros”, evasivos y casi desconocidos y, algunos hombres comunes, en lo oscuro de sus casas también los ingerían profanamente para tener acceso a esta comunión con los dioses. A los shutá shiné después de que les comentan lo que siente el enfermo, ellos diagnostican investigando todo en la luz de las velas, en la ingestión de hongos y  en la interpretación del maíz que acostumbran tirarlo. Así explican si es una enfermedad del mundo o de un enemigo de la persona quien lo tiene así. También son consultados para “atajar” el mal: para que no se enfermen los niños de la casa, la mujer, el hombre, para que no haya tal aire malo en el hogar. El yerbero es un hombre que a la edad de veinte o treinta años se “enferma”, no se alivia, y una noche sueña que una yerba le cura, y así lo hace y sana.   
     Entonces el receta lo mismo a sus vecinos, y se vuelve curandero, sin que nadie lo haya enseñado. O, se enferma que no se mueve y nomás se le oye el corazón, y le agarra un ataque, y está tirado 3 o 4 días. Ya la familia le prepara la caja y todo creyendo que se va a morir. Pero sólo se ha “ido” el “’anima”, a la cual le explica el maestro Jesucristo (Padre Eterno) toda clase de “hierbas”. A los 4 días como que resucita. Se mueve, se levanta y pide su atole, y se va reponiendo poco a poquito. No todos aprenden así,  a otros, los enseñan. Cuando mueren los shutá shiné van al Mar Sagrado, con el Padre Eterno. Incháustegui (1977: 11, 12, 14, 34, 81, 167-168, 195).
     En Huautla de Jiménez a los yerberos se les llama “Shutá shiné” (el que sabe). En Soyaltepec “Sutá chináa” (hombre que sabe de todo). También  le dan los mazatecos el nombre de “Shimale”.
     Díshitu, del mazateco , cosa tierna/un niño recién nacido + shitu, que nace: “Niño tierno”.

     Extraído de mi libro "Los Tuxtlas, nombres geográficos pipil, náhuatl, taíno y popoluca". Analogía de las cosmologías de las culturas mesoamericanas. El cual incluye un diccionario de localismos y mexicanismos.


sábado, 24 de marzo de 2012

EL SEGUNDO SEXO Simone de Beauvoir

EL SEGUNDO SEXO
Simone de Beauvoir



     El segundo sexo fue la obra feminista más influyente del siglo XX. Cuando su autora murió, en 1986, las necrológicas calificaron al libro de “Biblia del Feminismo” y a Simone de Beauvoir de “Suma sacerdotisa del movimiento de las mujeres” o de “Madre del Feminismo”. Sin embargo, al ser publicado en 1949, casi cuarenta años antes había recibido un aluvión de críticas indignadas y destructivas. Aunque abría un nuevo mundo en los atildados cuartos de las hijas de la burguesía, ataviadas con sus vestidos camiseros. Leer El segundo sexo era, en palabras de una feminista nostálgica, como si a una le creciesen alas.
     La idea fundamental del libro no constituía, en realidad, ninguna novedad. La frase más citada de la obra es: “las mujeres no nacen, se hacen”. Esto ya lo había dicho Wollstonecraft con otras palabras. Lo que resulta original y brillante es el modo distante y sistemático con el que Beauvoir expuso en que ámbitos y de qué manera estaban sometidas las mujeres en un mundo dominado por los hombres. La autora estudió exhaustivamente lo que significaba ser mujer en la cultura occidental: investigó los aspectos mujer y cuerpo, mujer e historia, el mito de la “mujer” y la vida cotidiana de la mujer.
     La relación entre mujeres y hombres era completamente asimétrica en todos los ámbitos. Las mujeres padecían falta de libertad, dependencia y no decidían por ellas mismas. El rasero por el que se juzgaba todo era siempre el masculino. Lo femenino era “lo otro”, “lo segundo”. “Lo otro” (“lo femenino”) suponía una desviación de lo normal. “Lo otro” eran los miedos y fantasías que hay que limitar o someter al punto de vista masculino. Las mujeres no eran sujetos sino objetos que no se definían por sí mismas, sino por la visión y los valores de los hombres. La cultura dominada por los hombres convirtió a las mujeres en seres sometidos económica, política, física, jurídica e históricamente.
     La obra de Beauvoir abrió camino y logró crear una conciencia femenina como ningún otro texto anterior. En los años noventa, la revista femenina Elle preguntó a eminentes mujeres francesas que significaba Simone Beauvoir para ellas. Una alabanza aventajó a todas las demás respuestas: De Beauvoir despertó a miles de mujeres, fue su confidente y su profesora, allanó el camino a las generaciones venideras. Todas las mujeres modernas le debían a ella todo cuanto habían alcanzado.
     Al leer hoy las mil páginas de El segundo sexo, uno tiene la impresión de estar frente a un dinosaurio. La mayor parte de lo que la autora relata sobre la pasividad y la renuncia de las mujeres, su ignorancia sexual con el propio cuerpo, su papel en el matrimonio y el embarazo suena a época inmemorial, muy lejana en el pasado. Se debe a que la autora describe la conciencia sobre sí mismas en las condiciones del siglo XIX (y en cuanto al sentimiento sobre el cuerpo o a la propia percepción éstas eran catastróficas).
     Y es que a principios de los años cincuenta todavía no había acabado el siglo XIX, al menos en lo que a la cuestión sexual se refiere. Beauvoir demostró hasta que punto la experiencia con el propio cuerpo está relacionada con la idea de la “minusvalía” de la mujer, una idea profundamente arraigada en la cultura. Si la tradición identificaba a la mujer exclusivamente con su capacidad de traer hijos al mundo, ella acababa identificándose inevitablemente con su cuerpo. Tradicionalmente, además, la mujer vivía su cuerpo únicamente como un organismo receptor pasivo, como un objeto sometido a los dictados de la naturaleza. La mujer era su cuerpo, pero éste le era ajeno. Había que soportar pasivamente sus funciones biológicas. Resulta paradójico que si bien se equipaba a la mujer con su cuerpo, éste no era ella misma. El cuerpo constituía, en cambio, una carga que generaciones de mujeres experimentaron como vergüenza, miedo y dolor. El inicio de la menstruación se vivía con repugnancia; la pérdida de la virginidad, con violencia; el coito, con repulsión; el embarazo, con miedo y la maternidad, con autosacrificio.
     Felizmente, los tiempos en los que miles de mujeres jóvenes llegaban ignorantes a la noche de bodas en las que prácticamente eran violadas son historia. (En un caso mencionado por Beauvoir, una esposa totalmente desprevenida y asustada creyó que su marido estaba loco). También pertenece al pasado la época en la que se percibía el cuerpo femenino como un obstáculo que impedía el autodescubrimiento y el del mundo.
     El segundo sexo sigue siendo una obra impactante. Pero ya no tiene nada que enseñar a las mujeres de veinte años sobre la conciencia de sí mismas. Sin embargo, constituye el grandioso documento de todo lo que ha cambiado para las mujeres en los últimos cincuenta años.

  
     Tomado de Christiane Zschirnt. Libros, Todo lo que hay que leer. Santillana Ediciones Generales S. A. de C. V.  México 2004.


LA MUJER EUNUCO Germaine Greer

LA MUJER EUNUCO 
Germaine Greer


     La frase más irreverente y atrevida de todo el movimiento feminista pertenece a Germaine Greer: “Si crees que estás emancipada, prueba tu propia sangre menstrual. Si te pones enferma, es que todavía te queda un largo camino por recorrer, tesoro”.
     Una cosa está clara: el tono empleado en la Mujer eunuco es radical, altisonante, irrespetuoso y provocativo. La antigua alumna de un colegio de monjas que recomendaba el sexo en grupo y que engañó a su marido siete veces en las tres semanas que duró su matrimonio, se convirtió en una estrella en los medios de comunicación internacionales con la publicación de esta obra. En Inglaterra, hubo círculos en los que no se hablaba de otro asunto. Parece que algunas mujeres tenían que esconder su ejemplar en el armario de los zapatos para eludir la prohibición de su marido y poder leerlo (casos en que el autoaprendizaje feminista se demuestra especialmente necesario).
     Greer proclamó que las mujeres nacían como tales, pero que su feminidad se “castraba” con el tiempo. Se obligaba a las mujeres a ignorar su sexualidad y a ocultarla. De esta manera se convertían en “mujeres eunuco”. Greer enumeraba una desbordante cantidad de situaciones inadmisibles en la vida cotidiana de la mujer: sexualidad tutelada, violencia, imposición de un modelo de belleza en los medios de comunicación, etcétera. Realizó un llamamiento para que las mujeres combatieran los dictados de la cosmética que convierte sus cuerpos en figuras depiladas, inodoras y de suaves curvas, de las que se han extirpado todos los signos del envejecimiento. Se aseguró de causar alboroto con la frase “las mujeres no tienen ni idea de cuánto las odian los hombresy atacó el potencial violento de la sexualidad masculina. Insistía en reclamar la autorrealización sexual de la mujer y afirmó que el matrimonio por amor era una tontería sentimental.
     La autora fue la precursora del poder de la mujer: sexy, inteligente y sin miedo. Con la penetrante mirada de un ave rapaz, Greer sobrevuela el amplio paisaje de las desventajas y opresiones femeninas y, de repente, se lanza en picada sobre sus desprevenidas víctimas, ante lo cual se pone a cubierto, asustada, incluso sin ser consciente de culpa alguna.
     La contribución de Greer al feminismo es un ejemplo de que si se desea lograr algo, a veces es necesario apuntar más allá del objetivo. La ira que desprende la mujer eunuco también puede llegar a ser historia.


     Tomado de Christiane Zschirnt. Libros, Todo lo que hay que leer. Santillana Ediciones Generales S. A. de C. V.  México 2004.