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lunes, 26 de marzo de 2012

CHICÓN TOKOSHO, LOS LA´A Y SHUTÁ SHINÉ

CHICÓN TOKOSHO  
Antonio Fco. Rodríguez Alvarado

     Chicón Tokosho. Es conocido además como “San Martín”, “El Caballero”, Chicón Kosho (abreviatura de Tokosho) y Chacún Rabú. Dueño sobrenatural del territorio mazateco, desde Huautla de Jiménez, Oaxaca hasta Los Tuxtlas, Veracruz. Se dice que hace muchos, pero muchos años, cuando Dios hizo el mundo, los hombres pidieron tierras: unos cerca del mar, otros cerca de los ríos, otros más en llanos y los de Huautla con Chicón Tokosho al frente, pidieron los cerros para vivir libres de los otros grupos. Es el jefe supremo de todos los chikones. Los coyotes son sus policías, son sus perros. Al rocío blanco se le llama “Na Yaa Chicón”, también “Hamaca del Chicón”. Se presenta como un señor güero, alto, muy rico y muy bien vestido, usualmente de charro y, montando un caballo blanco. Es benévolo, da fortuna y salud; pero es obstinado y terrible cuando se enoja o reclama lo que quiere para sí. Procede pues de una manera ambivalente. Tiene su Gran Ciudad situada en las entrañas del “Nindó Tokosho” (Cerro Adoración) en Huautla de Jiménez, en las del “Nashii Rabú” (Cerro Rabón) en Ixcatlán y en las del Cerro San Martín, en las Cumbres de los Frailes, Mazatlán, Oaxaca. En las cuevas de estos cerros se hacen los sacrificios de animales al Chicón. Él habla a su pueblo a través de las gentes con quienes se encuentra o busca encontrar en caminos y poblados, o a través también de los “shutá shiné”. Su opinión siempre es en defensa o advertencia para bien de su pueblo, y su palabra circula como el viento por todos los rincones del universo mazateco. Y no solamente protege a su pueblo en su propio territorio, sino que lo hace en donde estén. Así, en donde se encuentran mazatecos, allí está el Chicón. Así se deja ver en Tehuacan, en Puebla, en Córdoba…lugares a donde acude…”por sus negocios” o para abastecerse al igual que hacen los mazatecos comunes y corrientes.  Cuando se encapricha y decide llevarse a su Gran Ciudad a cualquier hombre que elija, sin que se sepa por cual razón, no valen ruegos, ni ofrendas, ni rescates de los angustiados “shutá shiné”, que deciden finalmente acatar con fatalidad su decisión. El hombre muere y va a servir al Chicón. Pero son más los diferentes actos de protección que los raptos. Incháustegui (1977: 11-13, 74-77, 86, 91, 96-99). Véase chaneques. 

CHICÓN NANGUI, NANDA, NASSHII Y LOS LA´A

     Chicón nangui (Dueños de la tierra o chaneques), chicón nanda (dueños del agua) y chicón nashii (Dueños de los cerros). Ellos habitan en el área mazateca. Los  chicón nangui son chaparros, como un niño de 12 años, algunos tienen el cabello blanco y otros tienen  mucho cabello de color negro, viven en donde hay mucha peñasquera o mucha basura, que se junta a orillas de los arroyos; debajo de las pochotas o en el monte espeso. A estos seres no les pueden ver los hombres (son invisibles), y los que los ven es porque están destinados a una vida muy corta.  Pastorean rebaños de jabalíes montando en sus mazates, les gusta vestirse de camisa y pantalón rojos. Se pueden transformar en personas, se llevan a los niños y los pierden en el bosque por dos o tres días, o hasta que los encuentren sus padres. Luego los niños cuentan a sus padres que  una señora de huipil se los llevó a un lugar muy bonito donde hay mucho de comer.   
     Después de esto, los niños quedan enfermos y es necesario llamar al curandero para que los sane. Los chicón nandá saben cuando va a llover o cuando va a crecer el río.    
     Estos espantan a los que andan pescando o bañándose, o se apodera del alma de quien se cae en el río. Estos seres no se ven, viven en el fondo del río. Cada ojo de agua tiene su chicón. La persona que se enferma de susto al caer en el agua se vuelve su esclavo, se pone chipujo (amarillo), no come no trabaja, todo el tiempo está acostado, le da por comer tierra o ceniza cuando siente hambre. Los chicón nashii son los dueños de los cerros. Son de alta estatura, güeros, de pelo rojo, andan encuerados, nomás tienen taparrabos de piel. A los chicón se les llama chacún en soyaltepecano: chucún en ixteco; chicún en huauteco. Esta palabra quiere decir “rey” (en realidad significa poderoso, o mejor aún, literalmente, casi “rico”). Chicón también quiere decir rubio, güero. Los chikones reconocen como jefe supremo al Chicón Tokosho dueño sobrenatural del territorio mazateco, desde Huautla de Jiménez, Oaxaca hasta Los Tuxtlas, Veracruz. Por último, se llama Gui he’ al territorio que es del hombre, que quiere decir “donde la gente gobierna todo”: las casas, las plantas, los animales. Incháustegui (1977: 75-79, 83-84, 106), Portal (1986: 36-38, 82). 

     Los “La’a”, Laja o “Tindí” son los duendes, los enanos de la montaña mazateca, pequeños ancianos que aparecen a las 12 de la noche tienen el rostro de niño, pero son viejos y fuertes. Son de talla de chamacos. Conocen a todas las personas por sus nombres y escuchan todo lo que se dice porque son los dueños de la tierra. Viven en las montañas alejadas como Ayautla y Tenango, Oaxaca, cuentan que por allá se les oye haciendo travesuras en el monte. Se oyen sus voces que platican, que cantan, se les oye mover las cosas; son muy traviesos y esconden las cosas a las gentes. No todos los pueden ver. Sólo ciertas personas. Montan en mazates y con sus lazos arrean venados.   
     Al que encuentran se le suben encima, entre grandes risas. La enfermedad que causan es el espanto. En Aguacatitla Tenango, llaman “Tindí” a los “La’a”. Incháustegui (1977: 112-113).


SHUTÁ SHINÉ

     Nombre mazateco que le dan a los yerberos. La región de Los Tuxtlas es la sede de los “shutá shiné” más poderosos y el lugar de iniciación elevada, donde tiene su sede, cuando menos, un sobrenatural…”que da el conocimiento”. Una práctica ceremoniosa ancestral reservada para los shutá shiné para penetrar en el mundo de los sobrenaturales es la ingestión de los “díshitu” (niños tiernos), los hongos alucinógenos. Los más altos de ellos adquirían, en esta ceremonia, las cumbres del conocimiento, se hacían así comulgantes de los poderes de los dioses, eran los “maestros”, evasivos y casi desconocidos y, algunos hombres comunes, en lo oscuro de sus casas también los ingerían profanamente para tener acceso a esta comunión con los dioses. A los shutá shiné después de que les comentan lo que siente el enfermo, ellos diagnostican investigando todo en la luz de las velas, en la ingestión de hongos y  en la interpretación del maíz que acostumbran tirarlo. Así explican si es una enfermedad del mundo o de un enemigo de la persona quien lo tiene así. También son consultados para “atajar” el mal: para que no se enfermen los niños de la casa, la mujer, el hombre, para que no haya tal aire malo en el hogar. El yerbero es un hombre que a la edad de veinte o treinta años se “enferma”, no se alivia, y una noche sueña que una yerba le cura, y así lo hace y sana.   
     Entonces el receta lo mismo a sus vecinos, y se vuelve curandero, sin que nadie lo haya enseñado. O, se enferma que no se mueve y nomás se le oye el corazón, y le agarra un ataque, y está tirado 3 o 4 días. Ya la familia le prepara la caja y todo creyendo que se va a morir. Pero sólo se ha “ido” el “’anima”, a la cual le explica el maestro Jesucristo (Padre Eterno) toda clase de “hierbas”. A los 4 días como que resucita. Se mueve, se levanta y pide su atole, y se va reponiendo poco a poquito. No todos aprenden así,  a otros, los enseñan. Cuando mueren los shutá shiné van al Mar Sagrado, con el Padre Eterno. Incháustegui (1977: 11, 12, 14, 34, 81, 167-168, 195).
     En Huautla de Jiménez a los yerberos se les llama “Shutá shiné” (el que sabe). En Soyaltepec “Sutá chináa” (hombre que sabe de todo). También  le dan los mazatecos el nombre de “Shimale”.
     Díshitu, del mazateco , cosa tierna/un niño recién nacido + shitu, que nace: “Niño tierno”.

     Extraído de mi libro "Los Tuxtlas, nombres geográficos pipil, náhuatl, taíno y popoluca". Analogía de las cosmologías de las culturas mesoamericanas. El cual incluye un diccionario de localismos y mexicanismos.


5 comentarios:

  1. PUES TE FALTA MUCHO EN CUANTO A LA GRAMATICA DEL MAZATECO Y TAMBIEN HAY MUCHAS COSAS QUE NO CONCUERDAD CON LO QUE YO TENGO DE CONOCIMIENTO.

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  2. Agradezco mucho tu amable comentario. Si gustas aportar algo de tus conocimientos, será bien recibido. Saludos.

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  3. Yo e vivido lo que dice esta información soy el recién nacido de la calle de la cruz 1981

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  4. Este tema siempre me a interesado
    Porque e vivido esto en carne propia

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  5. Seria tan amable de explicar el parentezco con el chikon nindu? al parecer es el mismo que el Chikon Tokosho

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