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martes, 28 de enero de 2014

RANAS Y SAPOS PLUVIÓGENOS. BUFOTENINA.

RANAS Y SAPOS PLUVIÓGENOS
ANTONIO FCO. RODRÍGUEZ ALVARADO
    


      Las ranas y los sapos representan la transición entre la tierra y el agua. Al ser un animal anfibio se le considera unido simbólicamente a la Luna. Para varios pueblos anuncian las lluvias por lo que empleaban estos batracios en rituales para atraerlas. En Oriente se dibuja su figura en el suelo o en los tambores que servirán para acompañar la celestial oración. Algunos de los indios del Orinoco consideraban al sapo como Dios o Señor de las aguas y por esta razón temían matar al bicho. Los indios aymaras hacen pequeñas imágenes de ranas y otros animales acuáticos y los ponen en las cimas de los montes como un medio de atraer las lluvias. Existe el caso de pueblos que, por el contrario, piensan que golpeando o matando a estos bichos atraerán a las lluvias. Entre nahuas y mayas y en varias cosmogonías de Mesoamérica se les consideró mensajeros de los dioses. Los toltecas lo consideraban dios.


     Los nahuas  refieren que a su dios Tlaltecuhtli. De tlalli, tierra + tecuhtli, señor: “El Señor Tierra”. Los cuatro dioses encargados de crear el mundo por mandato del ser supremo Ometecutli, después de crear el fuego, los cielos y el agua, crearon la tierra, dándole el carácter de un dios bajo el nombre de Tlaltecutli, “Señor Tierra”. En su dualidad de mujer, Tlaltecihuatl, figuraba la tierra como una rana fiera, con bocas llenas de sangre en todas las coyunturas, para representar que todo lo comía y tragaba. De ella nacieron todos los frutos necesarios para la vida de los hombres. De sus cabellos se hicieron los árboles, flores y hierbas; de su piel las hierbas muy pequeñas y las pequeñas flores; de los ojos pozos, fuentes y pequeñas cavernas; de las bocas ríos y grandes cavernas; de los agujeros de la nariz valles de montañas, y de los hombros montañas.  Y esta diosa lloraba algunas veces durante la noche queriendo comer corazones de hombres y no se quería callar hasta que se los daban, no dejando llevar frutas si no estaba rociada con sangre humana.

      En Mesoamérica se usó su nombre como topónimos de algunos poblados por ejemplo:

TAMAZULA. Del náhuatl  tamazulin, sapo + lan, lugar de: “Lugar de sapos”.  Municipio del estado de Durango, o de Tamazula (de Gordiano), municipio del estado de Jalisco.

TETAMAZULCO. Del náhuatl  tetl, piedra + tamazulin, sapo + co, en: “En (donde está) el sapo de piedra”. Lugar que marcaba el oriente como punto cardinal, en la ciudad de México.


GUANAJUATO. Del purépecha khuanási, rana + juáta, cerro: “Cerro de la rana”.

      Los pueblos indígenas explotaron además sus propiedades curativas para ciertas dolencias y  enfermedades:

SAMBUCO. Nombre popular con el que se conoce a las paperas. Las cuales eran curadas poniendo sapos negros sobre las mejillas del enfermo.

CULEBRILLA. Nombre popular con el que es conocido el herpes zoster. Se curaba restregando sobre la lesión el vientre de un sapo. Herpes en griego significa culebra o serpiente.

DENTICIÓN. Para facilitar la dentición de los niños se disecaban los huesos del sapo y se le colgaban del cuello.

AMENAZA DE ABORTO. Se limpia el vientre y el resto del cuerpo de la paciente con un sapo cuyo vientre se torne rojo; si esto sucede, se le extraen al sapo las vísceras que son arrojadas al bosque o quemadas directamente en el fuego.

ERISIPELA. Se toma al sapo de las patas, y se restriega la panza en la parte afectada. Eso es todo, se observa que la panza del sapo se enrojece  y tiende a hincharse, lo que es característico cuando se les molesta. Regularmente con una curación se logra curar la enfermedad, si esta persiste se repite una o dos veces más el tratamiento.
Alberto Sánchez López. Comenta es  una simple explicación.- El sapo vive en ambientes húmedos y en presencia de suciedad, bacterias, microbios, etc. Su organismo se defiende secretando una sustancia venenosa que da cuenta y lo protege del medio que lo rodea. Esa sustancia secretada por el sapo, la que al restregar la panza a la parte afectada del paciente mata a las bacterias de manera efectiva y rápida.

     Esta sustancia, un hongo penicillium,  del abdomen del sapo es similar al requerido para fabricar las penicilinas, de ahí su acción.

 MALES VARIOS. Los tlapoches o chupadores chupan con la boca la parte enferma para sacar el mal que, como es  costumbre, sale en forma de clavos, pelos, espinas, sapos, murciélagos y toda clase de objetos extraños. Estos objetos son la corporización de los espíritus causantes del mal, de esta manera se facilita su expulsión y, para ser totalmente destruidos, son arrojados al fuego despidiendo olores nauseabundos, crepitan  o manifiestan cualquier otro signo insólito. El fuego destruye completamente la mancilla.


     En varias culturas tradicionales (impropiamente llamadas primitivas o salvajes) era usado el veneno de ciertas ranas para untarlo en las puntas de sus flechas.



     Por último, el veneno del sapo era utilizado por las brujas.

EL VENENO DEL SAPO

En 1920 la bufotenina (5-hidroxidimetiltriptamina) fue aislada por primera vez por H. Handovsky como un componente menor del veneno del sapo Bufo vulgaris (Bufo sp), de donde deriva su nombre, y desde entonces ha sido hallada esta sustancia psicotrópica en numerosas semillas secas de plantas y en algunos otros animales.

     Estas semillas se fuman troceadas ó se esnifan tras ser pulverizadas.

     Podemos encontrar bufotenina en la piel de sapo, principalmente en su grasa y como componente activo de su veneno. Las especies de sapo de cuya piel se extrae la bufotenina son: Bufo viridis, alvarius, arenarum, mauretaunicus, marinus, paracnemia, crucifer y Calamita americana.


          Horemheb escribió: "Durante siglos, el sapo ha estado vinculado con la magia y la brujería. Empleado como ingrediente en los brebajes de las brujas, se suponía que les proporcionaba el poder de volar.
     Sin embargo, ya en 1451 Alfonso de Torado, obispo de Ávila, sugirió que los vuelos y "decambios de forma " de las brujas no eran sobrenaturales sino efectos alucinatorios de las drogas de sus brebajes: un juicio asombrosamente exacto para la época.

     Existen pruebas de que las brujas tenían sapos como animales domésticos o "familiares". Incluso se decía que las brujas "ordeñaban" a sus sapos. Las comprobaciones de la bioquímica moderna sugieren que era eso lo que hacían.

     Este alucinógeno funciona imitando la molécula química que lleva mensajes de las células nerviosas al cerebro, inundándolo de mensajes falsos y distorsionados y produciendo la ilusión del vuelo. Su efecto psicoactivo consiste de alucinaciones visuales, un juego de colores luces y formas. Se ha encontrado bufotenina en la sangre y la orina de personas no adictas, de lo que se deduce que el cuerpo humano puede producir bufotenina. Es probable que la bufotenina se forme de la serotonina, por una dimetilación de su función amina.

     Como dato curioso, la pulpa del plátano que está en contacto con la cáscara contiene bufotenina. Ya que esta droga afecta el equilibrio de los neurotransmisores cerebrales, elevando nuestro estado de ánimo y la autoestima y, como el descenso de la libido suele estar asociado con el bienestar psicológico, aquellos que sufren de poca autoestima deberían incluir el plátano entre sus alimentos básicos.


5 comentarios:

  1. muy interesante el articulo...gracias

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  2. Excelente Antonio, quisiera conocer las fuentes de investigación en las que se basó la presente nota.

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  3. No se explica lo crucial : los sapos cuyo veneno contiene bufotenina se ordeñaban apretando sus glándulas orientadas hacia un vidrio y el veneno cae sobre el cristal donde se deja secar para, una vez seco, ser fumado en pipas adecuadas

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    Respuestas
    1. Se explica la función y parte de la química de la bufotenina añadiendo incluso: estas semillas se fuman troceadas ó se esnifan (fuman) tras ser pulverizadas, que es parte de la obtención mecánica o crucial. Gracias por el aporte.

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