HUÉMAC
Y TOHUEYO
ANTONIO
FCO. RODRÍGUEZ ALVARADO
Tohueyo
Huémac. De hue(y), grande + ma(itl), mano + c, en:
“En la mano grande”. Según López Austin (1984: 292), nombre de una divinidad
pluvial y agrícola que gobernaba el Cincalco. Llevaban su nombre algunos de los
gobernantes de Tollan, que lo representaban sobre la tierra. || Gobernante de Tula posiblemente del año 944
al 1010. Extendió el territorio conquistado por los toltecas y se caracterizó
por su brutalidad. Se cree que sucedió a Quetzalcóatl en el poder o que mientas
él tenía el poder temporal, Quetzalcóatl poseía el espiritual. Los toltecas lo
habían encontrado siendo niño, lo habían tomado y lo habían criado y educado.
Seguramente era la ofrenda del dios Tezcatlipoca, su hechura y su vestigio,
para que los toltecas- chichimecas y los nonohualcas- chichimecas se
enfrentaran y se destruyeran. Cuando era ya un joven ordenó que su casa la
custodiaran los nonohualcas, y ellos obedecieron. Enseguida les exigió que le
trajeran mujeres de la Huasteca, porque allá las había con caderas gruesas de
“cuatro palmos de ancho”, nuevamente le obedecieron y trajeron la mujer
solicitada, y como él no se conformó, los nonohualcas llenos de disgusto por
pensar que se estaban burlando de ellos, les hacen la guerra a los toltecas,
dos de éstos Icxicóhuatl y Quetzaltehuéyac, convencen a los nonohualcas que la
culpa es exclusiva de Huémac, y él al oír esto, huye. Pronto fueron a
perseguirlo los nonohualcas, le dispararon flechas, gritaban detrás de él como
si fueran coyotes. En su persecución hicieron que fuera a esconderse en Chapultepec,
en la cueva de Cincalco. Después de que allí se metió, por arriba se apoderaron
de él, lo hicieron salir, lo flecharon, y lo dejaron muerto. Cuando murió
Huémac, regresaron a Tollan los nonohualcas Xelhua y Huehuetzin y los toltecas
Icxicóhuatl y Quetzaltehuéyac. Aquí, se convocaron los nonohualcas y dijeron: -Venid y oíd que clase de gentes somos.
Quizá hemos hecho una transgresión. Ojalá que por causa de ella no sean dañados
nuestros hijos y nietos. ¡Vayámonos, dejemos esta tierra! ¿Cómo habremos de
vivir? Ya que Huémac nos ha hecho enemigos, nos ha hecho enfrentarnos,
abandonemos a los toltecas. En seguida, en la noche ocultaron todas las
pertenencias lo que corresponde a Quetzalcóatl, todo lo guardaron. Luego
empezaron a salir de Tollan… (Anales de Cuauhtinchan). Como personaje de poemas
es notable su figura y entra en las leyendas fantásticas de la destrucción de
la monarquía de Tula.
Tohueyo. “Nuestro
prójimo”. Según Sahagún toueyo,
significa “extranjero” y el plural es touyome.
León Portilla traduce: to, nuestro + huen-tli, ofrenda + yo(tl), colectivo: Nuestra ofrenda. Tezcatlipoca en su persecución
a Quetzalcóatl y a los toltecas en general, bajo el nombre de Titlacahuan, se
convirtió en un indio forastero (tohueyo), que desnudo se sentó a vender ají
verde en el mercado de Tollan. Huémac, rey de los tulanos en lo temporal,
porque Quetzalcóatl era como sacerdote y no tenía hijos, tenía una hija
doncella muy hermosa, la cual acertó a distinguir al Tohueyo desnudo, y el miembro genital, y
antojósele tanto que enfermó de amores. Para curarla, pues se moría, fue
preciso buscar al Tohueyo, traerle al palacio, vestirle y dársele por esposo, y
desde que durmió con ella la dejó buena y sana. Matrimonio tan desigual
disgustó a los vasallos, quienes prorrumpieron en destempladas murmuraciones. A
fin de acallar el disgusto público, Huémac determinó deshacerse de su importuno
yerno; envióle a la guerra de Cacatepec y al Coatepec simbólico, ordenando
secretamente a sus capitanes le hicieran perecer. En la batalla dejaron
abandonado al Tohueyo con los pajes, enanos y cojos; mas cuando el enemigo los
acometió, pelearon con tanto brío, que salieron vencedores. Fue indispensable
que Huémac y los tulanos salieran a recibir al plebeyo con gran fiesta
poniéndole las armas quetzalapanecayotl y el xiuhchimalli, divisas de los
triunfadores y llegando al palacio emplumáronle la cabeza y tiñéronle todo el
cuerpo con color amarillo, y la cara con color colorado, y lo mismo a los
pajes: este era el regalo que solían hacer a los que venían triunfantes de la
guerra. Las artes de Titlacahuan habían traído el descrédito a Quetzalcóatl y a
su amigo el rey Huémac.
Para solemnizar al triunfo, Titlacahuan
reunió una gran multitud para cantar y bailar a un lugar que se llama
Texcalapa, entretúvolos hasta la media noche, en que los danzantes se
despeñaban en el barranco del río Texcaltlauhco, convirtiéndose en piedras.
Melville J. Herskovits encontró en la
cosmogonía dahomeyana de la costa del Golfo de Guinea un personaje de origen
divino llamado Twhwiyo, el cual tiene semejanzas con la leyenda de Tohueyo.
Los huaxtecos eran considerados inmorales
y borrachos. En uno de los mitos del descubrimiento del pulque el cacique de
los huaxtecos se emborrachó y se quitó el máxtlatl o taparrabo, descubriendo
sus genitales; por esta razón fue reprobado y tuvo que huir con toda su gente
hacia Pantlan o Pánuco, en donde se quedaron adoptando la costumbre de no usar
máxtlatl y recibieron el nombre de tohueyo “nuestro prójimo” y cuextécatl.
Cuextécatl. De cuex(antli), espacio entre la cintura y las rodillas + t(ecatl), gente, habitante de + ecatl, viento, aire: “Gentes que traen
el espacio entre la cintura y las rodillas al aire o descubiertas”. Sobrenombre
al igual que tohueyos, que recibían los huaxtecos. Huasteco, huasteca. De
huaxteca, habitante de la región de Huaxtla, (de huaxin, guaje + tla,
lugar abundante en: “Donde abundan los guajes o calabazas”).
Xiuhchimalli. De xihuitl, turquesa y color azul + chimalli, escudo o rodela: “Escudo azul por estar adornado con
turquesas”. Era el escudo con que premiaban a los grandes triunfadores en la
guerra. Sahagún refiriendo las proezas que hizo Tezcatlipoca, disfrazado de
Tohueyo, en Tula, dice que cuando Huémac mando que el Tohueyo, su yerno, fuera
a la guerra para que abandonado por los toltecas, fuera muerto por los
enemigos, el Tohueyo triunfó de éstos, y Huémac tuvo que ir a recibirlo en
triunfo y le colocó el Xiuhchimalli, honrando su valor.
Quetzalapanecayotl. Brillante armadura que
se daba en recompensa a los guerreros vencedores.