RIÑA
Antonio
Fco. Rodríguez Alvarado
Imagen de Internet
Esa noche, después de
reñir
Sentí que las lágrimas
cegaban mis ojos
Y desaparecías para
siempre.
Tu llanto me hizo
volver a verte
Tus lágrimas eran
iluminadas
Por la luz de la luna.
Y recordé cuando te
conocí…
Cuando tu sonrisa
brillaba
Con el primer resplandor
del alba.
Sí, ese día…
Me enamoré de ti
Y juré nunca perderte.
Mi corazón latía con
tanto vigor
Que amenazaba con
explotar las venas
De mi cabeza.
Mi amor por ti hizo
frenar con fuerzas
Mis miedos y mis
locuras
Y corrí hacia ti y te
abrace como nunca.
Y tú… sonreíste a la
luz de la luna
Me arropaste con el
fulgor de tus ojos
Y me besaste con la
ternura de tu alma.
Xalapa, Ver, 29.03.2019