A
MI AMADA ENFERMA
Antonio Fco.
RodríguezAlvarado
Ya es tarde,
se hizo de noche,
estoy solo y hace frío
¿me querrás abrazar?
No, no te muevas,
iré a dónde tú estás.
Me acostaré a tu lado,
te llenaré la cara
y los cabellos de besos,
y depositaré
algunos tiernos en tus
labios
esperando
que tus ojos brillen de
amor
iluminando mi rostro.
Tocaré tu cuerpo sutil
y cariñosamente
y calentaré mis manos
con el calor de tu piel.
No esperaré que me digas
nada,
solamente me conformaré
con el brillo de tus ojos
y con algún susurro o
murmullo
salido de tus
entreabiertos labios,
dando la sensación
de enviarme un beso.
No es mucho lo que pido,
solamente que estés bien,
que te sientas amada
y feliz de tenerme a tu
lado.
Y cuando llegue el
momento
de abrazarte,
quiero sentir
el palpitar de tu
corazón,
y el cálido y aromático
perfume
que desprende tu cuerpo
al sentir mis caricias
en todo tu ser.
Me llena tu presencia…
es más grande que tu
recuerdo
y la gozo suspirando
y estremeciéndome
con mucho más amor.
Tenía preparado llevarte
serenata,
pero no quise que te
levantaras,
así que decidí llegar
directamente hacia ti.
Y aquí me tienes,
contemplándote,
acariciándote con mis
ojos
y con los latidos de mí
corazón.
Mis pensamientos
acompañando a mis
sentimientos
me hicieron decir:
Ya es tarde,
se hizo de noche,
estoy solo y hace frío
¿me querrás abrazar?
Espero y sueño con tu
abrazo
que me haga sentir
el palpitar de tu corazón
y embriagarme
con tu amado aroma de
mujer.
Demasiado hermoso
es nuestro amor.
Entre la realidad y el
sueño,
nos une un corazón…
abierto.
Gracias amor…
Xalapa, Ver. 05,12.22