CONGELO. ANIMAL PARIDO POR MUJER.

CONGELO

ANTONIO FCO. RODRÍGUEZ ALVARADO

     Congelo. Neonato deforme o animal, el cual se considera un castigo de Dios por un pecado grave cometido, el principal de ellos es que la mujer tenga relaciones con su marido cuando está menstruando (Clemente Campos 2003: 42-43), o como comenta Bustamante Rábago (1991): es una malformación teratológica fetal atribuida a la presencia de la Luna durante la concepción. Según Beatriz Kelly (1956:109-110), la mala formación se expulsa durante el séptimo mes, o antes. Se dice que la situación se precipita por el antojo intenso, el cual se atribuye al feto más bien que a la madre; “un niño es capaz de resistir ese deseo, pero el congelo no puede hacerlo y se sale del vientre”. Para García de León (1969: 284), los eclipses de luna pueden ser la causa de que una mujer dé a luz un niño muerto o deforme. Durante un eclipse las mujeres embarazadas deben quedarse dentro de la casa, y en caso de salir deben amarrarse un trapo negro en el vientre. Comenta Ravicz (1980: 79), entre los mixtecos el espíritu de la montaña previene al hombre contra el  nacimiento de un monstruo debido a la infidelidad. Según Tranfo (1974: 335), entre los otomíes las embarazadas deben portar debajo de sus ropas objetos metálicos, preferentemente un cuchillo el cual cortará el rayo enviado por la luna a la gestante. Refiere además de la existencia de un monstruo  de nombre Zozkafi el cual le roba su feto a las embarazadas, llevándoselo al monte. Galinier (1987: 425) refiere que los otomíes temen que las embarazadas expuestas durante los eclipses de Sol o de Luna tengan al nacer niños con labio leporino, un pie deforme, un brazo atrofiado o nazcan sordomudos. Por tal motivo, evitan orinar o defecar afuera durante la noche.  Según Guitera Holmes (1965: 97-98, 276) en Chiapas, la mujer tzotzil, tan pronto manifiesta su preñez, ora a la Santa Tierra, al Totilme´il y a cuantos santos recuerda, porque lo que lleva en el vientre sea una persona y no algo informe, como un animal o un chorro o derrame de agua o sangre. Refiere además de la existencia de Max (mono araña), el cual le roba el feto a una mujer y se lo pone a otra en el útero, y del Huyón, feto que tiene la capacidad de huir y regresar al vientre materno por propia voluntad, o bien alojarse en otro vientre. ||  En otras culturas existe el Haluk, el alma de un niño aún no nacido que se posesiona de una mujer viva para venir al mundo.

     Continúa comentando Clemente Campos: Zenaida Chipol Xoxogo, de procedencia indígena, y partera con conocimientos empíricos por más de 30 años, habla acerca de los congelos.

    “En una ocasión en que me tocó atender a una señora de seis meses de embarazo, me tocó ver que el alumbramiento no era un bebé, sino un animalito, con ojos parecidos al de una rana, después de que nació, la señora tuvo mucho sangrado y el animalito enseguida murió. Cuando alguna señora tiene los nueve meses de embarazo, y si es congelo el animalito sale corriendo”.

     Por su parte, las parteras empíricas entrevistadas por Beatriz Kelly, comentan la relación de embarazo de congelo y antojo; y su tratamiento:

     “Una mujer pierde su mes; ya cree que es embarazo lo que tiene, pero no lo es. Quiere comer algo y no lo hay en el momento. Siempre hay muchos antojos (durante el embarazo). A los 5 meses se puede saber que no es embarazo normal, porque no se le siente más que como una bola; en cambio, cuando se trata de un caso normal, ya se le siente al niño (feto) la cabecita al tocar por encima del vientre de la madre”.

     “Una mujer, de 5 meses o más de embarazo, tenía muchas ganas de una tortilla frita; la estaba friendo; estaba caliente y no la comió (por falta de tiempo) porque le empezó la hemorragia. Se acostó y le salió mucha, mucha sangre. Entonces cayó el animal; era como un cerdito. Iba corriendo…para buscar el pecho, pero lo mataron luego. Lo abrieron y vieron que ya se había comido a la criatura (al feto), la que era hembrita”.

     “Yo tuve congelo como a los dos meses. Es que vi una cáscara de guayaba; no era la temporada, pero tuve ganas. Levanté la cascarita. Estuve tres días en cama; y salió (aborté) algo que era como un murciélago”.

     “Congelo es una masa de carne, con la forma más o menos de un pez, y la cabeza parece de murciélago. Crece en lugar del niño. A la hora del parto, se procede como en un caso normal. Al sacar el congelo, la partera lo parte en dos con un cuchillo, y sale de en medio el animal vivo, moviéndose como una sanguijuela. La partera toma rápidamente al animal y lo echa a las brasas para que se muera, porque si logra escapar, hay peligro de que trepe por las piernas de una mujer y penetre en su vagina. Luego ella puede resultar con congelo también”.

     “He atendido 3 casos de congelo, entre ellos tuve a mi nuera…esto crece en lugar del feto, tiene forma de cabeza de sapo; y dentro tiene una cosa negra. La forma…no se puede definir bien, porque sale lleno de sangre”.

    “Mi nuera tuvo 2 veces esto, pero la segunda vez, mi hijo partió aquello y sacó la cosa negra, y la echó a las brasas para que se quemara. Si no hace esto, al siguiente embarazo se vuelve a repetir. Después (al tercer embarazo), ya tuvo mi nuera a su primera niña, que nació bien”.

Extraído de mi libro "Los Tuxtlas, nombres geográficos pipil, náhuatl, taíno y popoluca". Analogía de las cosmologías de las culturas mesoamericanas. El cual incluye un diccionario de localismos y mexicanismos.