DÍAS
Y HORAS NEFASTOS
Días y horas nefastos. Comenta Lupo (1995:
104), que la eficacia de los textos (oraciones) terapéuticos se considera
estrechamente relacionada con el influjo de las múltiples fuerzas que animan al
cosmos, y que operan en momentos bien delimitados; por lo tanto es altamente
desaconsejable efectuar ritos de curación en los periodos en que es máxima la
circulación de fuerzas nefastas; a lo largo del año, tales periodos coinciden
con los nueve días que preceden al de fin de año, el Viernes Santo y el Día de
Muertos (fechas todas asociadas con el fin o la muerte); a lo largo de la
semana, con el martes o el viernes (días notoriamente poco “afortunados”); a lo
largo del día, con el mediodía y la medianoche, momentos en que se considera
que el movimiento solar, expresión paradigmática de la energía vivificadora
divina, sufre una momentánea detención, dejando libre el campo a las fuerzas
del Mal. En positivo, son propicios los días miércoles y sábados y las horas
nocturnas anteriores y posteriores a la medianoche, porque durante la noche la
circulación de fuerzas místicas es mayor. ||
Antiguamente, en la época prehispánica, los días aciagos o funestos
tanto entre mayas, zapotecos y mexicas, eran los denominados nemontemi o 5 días
con que se completaban los ciclos anuales de 365 días. En estos días no se
emprendía ninguna obra y se procuraba evitar todo peligro. || Según Sahagún, en la predicción de los
mexicas, todos los días relacionados con un siete se consideraban como favorables,
puesto que se los asociaba con el nombre calendárico de la diosa del maíz
Chicome Coatl, “Siete Serpiente”.
Ambas imágenes tomadas de Internet
Tomado de mi libro: Los Tuxtlas, nombres geográficos pipil, náhuatl, taíno y popoluca.
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