REVESTIDOS
ANTONIO
FCO. RODRÍGUEZ ALVARADO
Revestidos.
Como “revestidos”, “castellanizados”, “urbanizados” se conoce a los indígenas
que niegan su origen, hablan español y visten al estilo occidental. Escapan de
las viejas formas culturales para ingresar y adoptar a las nuevas de su
preferencia. Dejan sus casas con techo de palma, paredes de varas y piso de
tierra para vivir en casas de lámina, mampostería y aun de concreto. Compran
tecnología moderna como molinos de nixtamal, licuadoras, radiograbadoras y
televisiones. Opinan que los demás indígenas son “ignorantes y flojos”, “nada
más piensan en emborracharse con sus santos” y “no les importa el progreso, por
eso el pueblo está como está”. Empero, sigue
existiendo un sincretismo socio-económico-cultural. Siguen criando gallinas y
puercos en sus casas, como complemento a la economía familiar. Su
comportamiento continúa siendo rural. A pesar de su modernización, la
alimentación no incluye regularmente pan, leche, huevos o carne. Han sido los
“progresistas”, o algunos de ellos, cuasi militantes en la liquidación de lo
que consideran como algo lamentable, denigrante para el pueblo, y propio de
cerrados e ignorantes, quienes tienden a separar más de lo civil de lo
religioso, a apegarse más a la ley nacional, a reducir las fiestas y aún a
extender la incredulidad de las creencias gentiles, paganas o no cristianas. Todo
ello da margen dentro de la sociedad a la dicotomía básica existente en
términos de “los de arriba” y “los de abajo”. Otros valores implícitos en su escala
de prestigio son la participación política y el alfabetismo. Se comenta que
entre los lacandones, los integrantes que desertan para ir a trabajar entre
mestizos, creen que así se han superado y, por tanto, frecuentemente renuncian
a su familia y en algunos casos se niegan a entender la lengua nativa. Los
indígenas y los campesinos continúan siendo los grupos más marginados de las
ciudades. Guido Münch (1994: 146); Félix-Báez (1990: 213, 215); Tozzer (1982:
52); De la Fuente
(1977: 274, 362) y Williams (2004: 89). || Los totonacos de la sierra de
Puebla, cuando un hombre de la comunidad se casa con alguna mujer mestiza,
además de llamarle revestido se burlan de él diciéndole "que antes era
peoncito de calzón y ahora se siente gente de razón". Le desprecian por
haber renunciado a su indianidad. Roldán (1990:90). || Existen, además los que
podemos denominar como “Revestidos Obligados”, y son aquellos que por hablar en
dialecto, llevar apellidos indígenas y por su forma de vestir y costumbres, son
rechazados o ignorados por el resto de la sociedad, considerándolos como
ignorantes, atrasados, apestosos, pobres, rurales, de baja calidad social, y
que en caso de emplearlos en cualquier trabajo son vilmente explotados. Y ante
tales circunstancias, se ven obligados a castellanizar sus apellidos, y a
“mimetizarse” en gran parte con la otra sociedad. Rodríguez (2004).
Tomado de mi libro: Los Tuxtlas, nombres geográficos
pipil, náhuatl, taíno y popoluca.
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