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domingo, 9 de febrero de 2014

UNA TROMBA José Eustacio Rivera

UNA TROMBA
(Fragmento) por José Eustasio Rivera, colombiano

     Un cefirillo repentino y creciente empezó a alborotar las crines de los caballos y a retozar con nuestros sombreros. A poco, unas nubes endemoniadas se levantaron hacia el sol, devorando la luz y un cañoneo subterráneo estremecía la tierra. Correa me advirtió que se avecinaba el chubasco y abreviamos las planicies a galope tendido, arreando la brigada, suelta para que se defendiese con libertad. Buscábamos el abrigo de los montes lontanos y salimos a una llanada donde gemían las palmeras, zarandeadas por el brisote con tan poderosa insolencia, que las hacía desaparecer del espacio, agachándolas sobre el suelo, para que barrieran el polvo de los pastizales crispados. En las rampas, con disciplinada premura congregábanse los rebaños, presididos por toros mugientes, de desviadas colas, que se imponían al vendaval agrupando a las hembras cobardes y abriendo en contorno una brecha categórica y defensiva.  Las aguas corrían al revés y las bandadas de patos volteaban en las alturas, cual hojas dispersas. Súbito, cerrando la lejanía entre cielo y tierra, descolgó sus telones el nublado terrible, rasgado por centellas, aturdido por truenos, convulsionado por borrascas que venían empujando a la oscuridad.
     El huracán fue tan furibundo que casi nos desgajaba de las monturas y nuestros caballos detuviéronse, dando las grupas a la tormenta. Rápidamente nos desmontamos y, requiriendo los bayetones bajo el chaparrón, nos tendimos de pecho bajo el pajonal. Oscureciose el ámbito que nos separaba de las palmeras y sólo veíamos una, de grueso tallo y luengas alas que se erguía como la bandera del viento y zumbaba al chispear como una yesca bajo el relámpago que la encendía; y era bello y aterrador el espectáculo de aquella palmera heroica, que agitaba alrededor del hendido tronco las fibras del penacho flameante y moría en su sitio, sin humillarse ni enmudecer.


   José Eustasio Rivera fue un escritor colombiano destacado por su obra poética pero sobre todo por su novela “La Vorágine”, considerada un clásico de la narrativa realista pre-mágica de la literatura hispanoamericana. Nació el 19 de febrero de 1888, Neiva y murió el   1 de diciembre de 1928, en New York, USA. 


BRISOTE. Brisa con fuertes chubascos, propia de América.

BAYETONES. Ponchos (capotes sin mangas) grandes de lana, forrados de bayeta.


PAJONAL. Terreno de pajas altas.

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