CERRO RABÓN
CERRO RABÓN. El indomable centinela de la Chinantla a 3,100 m .snm. También se
conoce este volcán como Machín (mono)
y antiguamente como Coz-ca. Se llama
rabón porque está cortado bruscamente. Viene desde Orizaba y termina
abruptamente cerca de Jalapa de Díaz, Tuxtepec, Oaxaca. Se llama en idioma
Soyaltepecano “Nashii Rabú” (Cerro
Rabón), en lengua mazateca de Huautla de Jiménez “Nindo Sko’Tho” y en chinanteco Maxhim
Gee. Aquí vive Chacún nashii
(dueño del cerro, en soyaltepecano) y quienes reciben dinero de él, al morir se
vienen a vivir aquí, el pueblo del dueño de todos los cerros. Nadie se puede
acercar al cerro porque hay muchos peñascos muy parados alrededor. Acantilado.
Y con murallas de más de mil metros de altura, al que se dice que nadie ha
subido, donde moran todos los “dueños”, a quienes el curandero o hechicero
tiene que pedir permiso para que dejen pasar al alma benéfica que se va a
instalar en el cuarto desde donde actúa.
Vista desde San Pedro Ixcatlan
Además se levanta un viento muy fuerte que asusta a las personas, desistiéndolas de subir. Esta eminencia topográfica tiene en su cima una meseta donde restan vestigios de antiguas construcciones, que se supone sirvieron de fortaleza o adoratorio aborigen. Hay una laguna en la cima del cerro y cuando llueve mucho se derrama el agua y desde Jalapa se ve la cascada que se forma. También se dice que siempre está rodeada de un remolino de aire que avienta a la gente adentro de la laguna donde dicen que hay muchos animales. A esta laguna se refieren cuando hablan de la del Arco Iris, pues han visto en el centro de ella una jicarita pintada de siete colores que gira continuamente con el viento, remolineando y retumbando en el agua. De esta jícara nace el Arco Iris.
La cueva que se dice de Cerro Rabón, en realidad está en el Cerro Quemado, Ixcatlán, Oaxaca, que es donde termina el Cerro Rabón. En esta cueva también vive el Arco Iris y hay dos chichis de piedra que gotean. Allí llevan sus ofrendas los brujos para pedir agua. Chupan las chichis para que llueva. Muchas veces sucede que no bien salen de la cueva cuando ya ven ponerse la lluvia, otras veces llueve a los 3 o 4 días. Dicen que cuando retumba el trueno por el cerro San Martín, de San Andrés Tuxtla, Veracruz, le contesta el Cerro Rabón y que ésta es una buena señal, de que va a crecer la milpa. El retumbo es la voz de “Cho’m-jé” (Chamahá). La erupción de 1457 tal vez fue de bastante consideración y la que originó que cambiara el curso del río Santo Domingo, grietas profundas destruyendo varios pueblos, abriendo grandes ventisqueros (masas de nieve y hielo), barrancas majestuosas que traen a la memoria la horrible catástrofe. El volcán de San Martín Tuxtla y el Cerro Rabón, deben tener una comunicación interior porque en ciertas épocas del año al escucharse bramar uno al mismo tiempo brama el otro o viceversa; regularmente cuando se anuncia un temporal, huracán o lluvia copiosa braman simultáneamente los dos monstruos (volcanes) y una nube blanquísima, tal vez producto de vapores se forma en el cráter del volcán que los nativos llaman señal evidente de temporal. Los bramidos arrancan de muy hondo de las capas geológicas, que hace estremecer el suelo, que consterna a las fieras de la selva y anonada a las aves más esquivas, que se dejan coger con las manos. El rugido, que asemeja una detonación de cañonazos al unísono, se oye hasta Cuicatlán y, a veces, en la gran cañada oaxaqueña. La última erupción que se registra del Tuxtla fue el año de 1793 y se supone que en igual época hizo erupción el Cerro Rabón. || Cho’m-jé o Chu-mejé (Trueno grande). ||Otro cerro del mismo nombre "Cerro Rabón", se encuentra en el centro prehispánico de Tres Zapotes sobre la ribera este del arroyo Hueyapan se levanta este cerro solitario formado por la misma laja de ceniza volcánica consolidada del área. || Incháustegui (1977: 96, 98, 111-112, 131-133), Weitlaner (1977: 140, 160-161), Espinosa (1961: 98, 147-148), Cruz (1946: 270, 272-273).
Vista desde San Pedro Ixcatlan
Además se levanta un viento muy fuerte que asusta a las personas, desistiéndolas de subir. Esta eminencia topográfica tiene en su cima una meseta donde restan vestigios de antiguas construcciones, que se supone sirvieron de fortaleza o adoratorio aborigen. Hay una laguna en la cima del cerro y cuando llueve mucho se derrama el agua y desde Jalapa se ve la cascada que se forma. También se dice que siempre está rodeada de un remolino de aire que avienta a la gente adentro de la laguna donde dicen que hay muchos animales. A esta laguna se refieren cuando hablan de la del Arco Iris, pues han visto en el centro de ella una jicarita pintada de siete colores que gira continuamente con el viento, remolineando y retumbando en el agua. De esta jícara nace el Arco Iris.
La cueva que se dice de Cerro Rabón, en realidad está en el Cerro Quemado, Ixcatlán, Oaxaca, que es donde termina el Cerro Rabón. En esta cueva también vive el Arco Iris y hay dos chichis de piedra que gotean. Allí llevan sus ofrendas los brujos para pedir agua. Chupan las chichis para que llueva. Muchas veces sucede que no bien salen de la cueva cuando ya ven ponerse la lluvia, otras veces llueve a los 3 o 4 días. Dicen que cuando retumba el trueno por el cerro San Martín, de San Andrés Tuxtla, Veracruz, le contesta el Cerro Rabón y que ésta es una buena señal, de que va a crecer la milpa. El retumbo es la voz de “Cho’m-jé” (Chamahá). La erupción de 1457 tal vez fue de bastante consideración y la que originó que cambiara el curso del río Santo Domingo, grietas profundas destruyendo varios pueblos, abriendo grandes ventisqueros (masas de nieve y hielo), barrancas majestuosas que traen a la memoria la horrible catástrofe. El volcán de San Martín Tuxtla y el Cerro Rabón, deben tener una comunicación interior porque en ciertas épocas del año al escucharse bramar uno al mismo tiempo brama el otro o viceversa; regularmente cuando se anuncia un temporal, huracán o lluvia copiosa braman simultáneamente los dos monstruos (volcanes) y una nube blanquísima, tal vez producto de vapores se forma en el cráter del volcán que los nativos llaman señal evidente de temporal. Los bramidos arrancan de muy hondo de las capas geológicas, que hace estremecer el suelo, que consterna a las fieras de la selva y anonada a las aves más esquivas, que se dejan coger con las manos. El rugido, que asemeja una detonación de cañonazos al unísono, se oye hasta Cuicatlán y, a veces, en la gran cañada oaxaqueña. La última erupción que se registra del Tuxtla fue el año de 1793 y se supone que en igual época hizo erupción el Cerro Rabón. || Cho’m-jé o Chu-mejé (Trueno grande). ||Otro cerro del mismo nombre "Cerro Rabón", se encuentra en el centro prehispánico de Tres Zapotes sobre la ribera este del arroyo Hueyapan se levanta este cerro solitario formado por la misma laja de ceniza volcánica consolidada del área. || Incháustegui (1977: 96, 98, 111-112, 131-133), Weitlaner (1977: 140, 160-161), Espinosa (1961: 98, 147-148), Cruz (1946: 270, 272-273).
Tomado de mis libros: Los Tuxtlas. Nombres
geográficos pipil, náhuatl, taíno y popoluca. Analogía con las cosmologías de
las culturas mesoamericanas. Incluye diccionario de localismos y mexicanismos.
Y diccionario de Dioses,
Demonios y Enfermedades del México Prehispánico. Inédito.
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