TEMPESTAD EN LA SELVA
¡El viento! El huracán bramoroso que barría
la fronda desgajando las ramas, la inmensa guarura del ululato entre el cordaje
de los bejucos, el silbido estridente en el filo de la hoja, el bufido
impetuoso contra el matojo rastrero, el alarido de espanto que estrangulaba la
garganta del barranco, la carrera loca y ciega y torpe, la salida buscada y no
hallada, la revuelta furiosa, la tromba otra vez… Trinca la garra en torno al árbol,
lo sacude con furia implacable, le parte la raíz soterrada, lo arranca de cuajo
y lo derriba contra el resonante suelo…
¡El rayo! La grieta fulgurante del cielo a través de la fronda desgarrada, el zigzagueo del haz que revienta en el puño de la ira y se esparce inflamando el espacio anchuroso. El restallar tableteante de la centella que hiende el árbol desde la copa hasta la raíz, la siembra del fuego en la tierra que el fluido cegante cava y perfora, el aleteo gigante del relámpago esplendoroso, el tremendo fulgor instantáneo que se funde con otro y con otro y se prolonga vibrante.
¡El rayo! La grieta fulgurante del cielo a través de la fronda desgarrada, el zigzagueo del haz que revienta en el puño de la ira y se esparce inflamando el espacio anchuroso. El restallar tableteante de la centella que hiende el árbol desde la copa hasta la raíz, la siembra del fuego en la tierra que el fluido cegante cava y perfora, el aleteo gigante del relámpago esplendoroso, el tremendo fulgor instantáneo que se funde con otro y con otro y se prolonga vibrante.
¡El agua y el viento y el rayo y la selva!
Alaridos, bramidos, ululatos, el ronco rugido, el estruendo revuelto. Las montañas
del trueno retumbante desmoronándose en los abismos de la noche repentina, el
relámpago magnífico, la racha enloquecida, el chubasco estrepitoso, el suelo
estremecido por la caída del gigante de la selva, la inmensa selva lívida allí
mismo sorbida por la tiniebla compacta y el pequeño corazón del hombre, sereno
ante las furias trenzadas…
Ya se alejaba la tormenta. El trueno mugía cansado, la lluvia caía mansa, el viento suspiraba… y por las innumerables veredas de la selva castigada, el silencio volvía sobre sus pasos a sus habituales cobijos, confiadamente. Ya cantaba el tucuso montañero.
La Universidad de Colombia le confiere el
Doctorado Honoris Causa en 1948, al cual renuncia en 1955 cuando le otorgan la
misma distinción al dictador guatemalteco Carlos Castillo Armas, con esto sigue
mostrando su convicción democrática. Es distinguido por otras universidades,
entre las que se encuentran la
Universidad de San Carlos en Guatemala (1951), la Universidad de Costa
Rica (1951), la
Universidad de Oklahoma en Estados Unidos (1951), Universidad
Central de Venezuela (1958), Universidad de Los Andes en Venezuela (1958)
y la Universidad
del Zulia (1958). Fue nominado al Premio Nobel de Literatura y ganó el Premio
Nacional de Literatura (1957-1965).
Ya se alejaba la tormenta. El trueno mugía cansado, la lluvia caía mansa, el viento suspiraba… y por las innumerables veredas de la selva castigada, el silencio volvía sobre sus pasos a sus habituales cobijos, confiadamente. Ya cantaba el tucuso montañero.
Rómulo
Gallegos Freire, novelista y político venezolano (Caracas, 2 de agosto de
1884 – Caracas, 5 de abril de 1969) Se le ha considerado como el
novelista venezolano más relevante del siglo XX, y uno de los más grandes literatos
latinoamericanos de todos los tiempos. Algunas de sus novelas, como “Doña Bárbara”,
han pasado a convertirse en clásicos de la literatura hispanoamericana. Otra de
sus novelas famosas es “Canaima”.
Ejerce el cargo de Presidente de Venezuela
en 1948 por escasos nueve meses, convirtiéndose en el primer mandatario
presidencial del siglo XX elegido de manera directa, secreta y universal por el
pueblo venezolano, y ha sido el Presidente de la República que ha
obtenido el mayor porcentaje de votos a su favor en elecciones populares
celebradas en el país en todos los tiempos, con más del 80% de la totalidad de
los votos.
GUARURA.
Caracol usado como bocina que se oye a gran distancia (Venezuela).
ULULATO.
Clamor, lamento, alarido.
TUCUSO
O CHUPAFLOR. Especie de colibrí en Venezuela.
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