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domingo, 16 de febrero de 2014

MIRMIDONES, EGINA Y SÍSIFO.

MIRMIDONES
ANTONIO FCO. RODRÍGUEZ ALVARADO

Pintura de Ferdinand Bol (1616-1680)
     Eran hombres nacidos de las hormigas de la isla de Egina. El suceso ocurrió bajo el reinado de Eaco, abuelo de Aquiles y siguieron a éste en la guerra de Troya. No sólo se mostraban ahorradores y laboriosos, como su origen daba a entender, sino incluso valerosos.

     Egina era una ninfa hija del Dios-río Asopo y Metope. Zeus convertido en fuego, la amó. En esta isla del mar Egeo se dice que fueron labradas las primeras monedas, en el siglo Vll antes de Jesucristo. Pero la moneda tiene mucha mayor antigüedad.

     A raíz de una crisis de celos de Hera fueron transformados los hombres en hormigas. Quería ella apartar a Zeus del amor de Egina, la joven que dio nombre a la isla. Las veces que  Zeus la miraba convertida en hormiga, él mismo tomaba la forma de una hormiga para seguir amándola. Su hijo, Eaco, fue nombrado rey de la misma. Hera envió la peste a aquel lugar y sus habitantes murieron a millares. Parecía que ninguno quedaría vivo. Eaco subió entonces al templo de Zeus, imploró al dios y le recordó que era hijo suyo y de una mujer a la que él había amado en otro tiempo. Mientras así hablaba, vio una hilera de hormigas y dijo: “Padre, forma con estas criaturas el pueblo que debo gobernar y repuebla así mi despoblada ciudad”. Un trueno se le antojó la respuesta adecuada a su súplica y aquella noche soñó que unas hormigas adoptaban forma humana. Al amanecer, su hijo Telamón le despertó y le anunció que un ejército de hombres se acercaba al palacio. Eaco salió a su encuentro y vio una muchedumbre tan numerosa como las hormigas de los sueños, que se proclamaban sus fieles servidores. Así fue cómo Egina se repobló, gracias a un hormiguero, y sus habitantes tomaron el nombre de Mirmidones, de la palabra griega Myrmex, que quiere decir hormiga.

     Zeus recurrió al mismo truco de convertir hormigas en hombres cuando su nieto Peleo (hijo de Eaco) le suplicó una escolta para presentarse ante el rey de Ftía, Euritón quien le dio al joven en matrimonio a su hija Antígona y, como dote, la tercera parte de su reino.

     De este amorío de Zeus, surge la tragedia de Sísifo, el rey de Corinto o Efira, que tal era su nombre primitivo, fue, según la leyenda, Sísifo, hijo de Eolo. Éste, un día vio un águila más grande y hermosa que cualquier otra ave mortal que transportaba una joven, desde Fliunte, donde residía, hacia una isla vecina (la isla de Enone, que después se llamaría de Egina). Poco después, llegó el dios-río Asopo y le dijo que su hija Egina había sido raptada, según suponía por Zeus, y suplicó a Sísifo que le ayudara a encontrarla. El rey contó entonces lo que había visto, granjeándose con ello la cólera de Zeus. Precipitado en el Hades (infierno griego), fue condenado a arrastrar sin descanso una enorme piedra hasta la cima de una montaña; de allí, por su propio peso, volvía a bajar. Sísifo no pudo ayudar a Asopo; el dios-río llegó hasta la isla, pero Zeus le rechazó con un rayo, devolviéndolo a su cauce. La isla se llamó desde entonces Egina, en honor de la joven. Su hijo Eaco fue el abuelo de Aquiles.

     Otra versión le achaca a Sísifo el dedicarse a atacar a los desprevenidos viajeros y matarlos alevosamente aplastándolos bajo pesadas piedras. Y no paran aquí las fechorías atribuidas al Héroe. Siendo los corintios unos comerciantes astutos y taimados, se atribuyó a su mítico fundador, como rasgo característico, una astucia refinada y exagerada como delincuente de los comerciantes marinos. Entre las fábulas, la más conocida, es que él con sus mañas y taimadas artes, consiguió encadenar a la propia muerte, con lo que produjo un tal desconcierto en el mundo, que los dioses tuvieron que enviar a Ares, dios de la guerra,  para que liberase a la prisionera.


     Aun hoy se aplica este nombre de mirmidones a los serviles y audaces seguidores de un caudillo político.


2 comentarios:

  1. felicitaciones,estupenda información sobre mitologia poco conocida.

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    1. Gracias Jaime Salcedo, celebro que te guste y haya sido de interés de para ti.Un cordial abrazo amigo.

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