ÉTICA
Arnoldo Kraus y Ruy Pérez Tamayo
El término ética procede del griego y
significa costumbre; muchos consideran que la ética es la doctrina de las
costumbres. La distinción aristotélica indica que el término ético es tomado sólo
en un sentido “adjetivo”: se trata de saber si una acción, una cualidad, una
virtud o un modo de ser son o no “éticos”. Aristóteles explica que las virtudes
éticas son aquellas que se desenvuelven en la práctica –“en la vida”- y que
persiguen un fin.
La ética a diferencia de la moral, implica
un discurso normativo pero no imperativo que resulta de la oposición entre lo
bueno y lo malo –considerando lo bueno y lo malo como valores simplemente
relativos-. La ética siempre es relativa a una persona o a una comunidad. Es también
un arte de vivir: busca la felicidad y es cercana a la sabiduría. La acción ética implica una reflexión y una
interiorización: la reflexión invita a la autenticidad.
La ética exige que la persona tenga el
valor necesario para alcanzar la libertad y para comprometerse con los valores
y con el ideario propio (a diferencia de la ética, la moral exige “menos”:
basta con cumplir). Para algunos, la ética se identifica con lo moral y ha
llegado a significar la ciencia que se ocupa de los valores morales en todas
sus formas, la filosofía moral o el pensamiento filosófico sobre lo moral. En ese
sentido, la ética incluye la moral aunque en muchos aspectos la confronta. Podría
decirse que el individuo ético cuestiona y el moral obedece.
Diccionario incompleto de bioética, con
comentarios y preguntas. Arnoldo Kraus y Ruy Pérez Tamayo. Primera edición
2007. Santillana Ediciones Generales, S.
A. de C. V. México, D. F.
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