CAFÉ
Isabel
Hernández
Imagen de Internet
“La triste realidad,
Es que ambos dejamos
Que el calor del café
Se fuera disipando.
Y aquella dulzura también,
Dejando un sabor amargo.
Sabor a despedida,
A llanto,
A muerte, a cenizas,
Y finalmente a olvido.
Ahora es solo líquido;
Inútil, inerte, y frío.”
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