JOSÉ SANTANA RODRÍGUEZ PALAFOX “SANTANÓN”
El bandido que se burló de Salvador Díaz Mirón
“Santanón” (1879-1910). n. en la hacienda de
Horcones, actualmente San Juan Evangelista. Ver. m. en Huazuntlán, municipio de
Soteapan. “Bandido” local o Robín Hood de los Tuxtlas. Por su estatura, como de
1.90 m .,
este intrépido indio de brazos muy largos cruzado de negro fue conocido como “Santanón”.
Debido a que poseía una pequeña parcela con ganado caballar y porcino y vivía
con holgura, cayó en manos de la “justicia porfiriana”; acusado de abigeato,
quedando consignado a las armas en el Batallón de Juchitán, del cual desertó,
conociendo a Dionisio Reyes, conocido ladrón de ganado el cual sería su
inseparable compañero. Por un descuido la policía rural lo capturó por desertor
y lo envió a la cárcel de Oaxaca, y pudo volver a escapar. Obligado por las
circunstancias, de acuerdo con sus propias palabras, se convirtió en un ladrón
para poder sobrevivir, contando con la aprobación del pueblo al cual ayudaba. El Coronel Cándido Donato Padua, brazo derecho de Hilario C. Salas, lo convenció para convertirse en partidario de los hermanos Flores Magón y en uno de los
precursores de la
Revolución, para lo cual le dio dos nombramientos: Comandante Militar y Delegado Especial. Conocía palmo a palmo la región desde el
Tesechoacán hasta Acayucan. Todo lo recorría a caballo; cabalgaba de noche en
una bestia negra, huyendo y de paso robando. Su campamento principal en la Sierra de Soteapan, es el
sitio que ocupa actualmente el poblado de Magallanes. En mayo de 1910 ejecutó a
un finquero alemán el cual le había robado su ganado y su mujer, por lo que la
embajada alemana presionó al gobierno de México para su captura, sumándose a
ella el poeta y diputado Salvador Díaz Mirón –experto tirador y buen jinete no
obstante tener ya cincuenta años de edad- el cual tras 45 días de campaña,
abandona la búsqueda por enfermarse de paludismo y disentería. Pasquel (1976:
40) refiere que el poeta se dirigió a Tlacotalpan, donde su amigo don Juan
Malpica Silva, periodista de abolengo y de irreductible independencia, le recibió
en su casa para curarle, acción que debía de reciprocar el bate, en 1914,
cuando el tlacotalpeño fue sumido en el presidio de San Juan de Ulúa por el
usurpador Huerta, al que logró convencer Díaz Mirón para obtener su libertad. Comenta
Medel y Alvarado (1993: 520) que días después que Díaz Mirón estaba desesperado
por no haberle llegado su provisión acostumbrada de puros, llegó un jovencito, y luego de preguntar por él, le entregó dos
rollitos de tabaco de perilla de 25 puros cada uno, envueltos en papel común
con un recado muy mal escrito a lápiz, recomendándole que no fumara
“recortados” por ser muy malos y que de agradarle esos, quería saberlo para
mandarle más y firmaba “su amigo Santanón”. Sintiéndose objeto de una gran
burla, el vate arrojó con desprecio el obsequio… En relación a la anécdota de este encuentro refiere el Coronel Cándido Donato Padúa (1941: 101): que al encontrarse en junta con Santanón, un emisario le llevó la correspondencia y entre ella aparecía esta noticia en la primera plana de un diario. Como es de suponerse esta falsa información la celebramos con risas y bromas; el mismo Santanón dijo con el vocerón que tenía: "Si no estuviera aquí con ustedes, seguramente creyeran esta noticia". En noviembre del mismo año “Santanón”,
al mando de veinte hombres, cae acribillado por las balas de los cien rurales comandados
por el Coronel Jasso. Una localidad del
municipio de Tatahuicapan, Ver., lleva su nombre.
Extraído de mi libro "Los Tuxtlas, nombres geográficos pipil, náhuatl, taíno y popoluca.
Puras mentiras escribes del Hombre de Valor Santaana Rodrigues Palafox; lo se por tradición desde mi Bisabuelo Don Severo Montiel Cubillas; por el contrario el hombre aliado a victoriano huerta fue salvador Diaz mirón
ResponderEliminarVeo que tienes pésima lectura de comprensión y si ese defecto te viene de tradición es más lamentable aún. Te recomiendo leer sobre el Movimiento Revolucionario-1906 en Veracruz de Cándido Donato Padúa. Y si por equivocación confundes al personaje de valor puede que te haga falta leer además el libro la Vida revolucionaria del General Miguel Alemán de Octaviano Corro Ramos páginas 20-21. Saludos Desconocido.
EliminarInteresante y clarificador artículo. Gracias por compartirlo. Saludos fraternos desde California.
ResponderEliminarGracias por tu comentario. Saludos amigo.
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