LEYENDA
TUXTLECA SOBRE LOS PEPES Y LAS TORTOLITAS
Eduardo
Turrent Rozas
Comenta este autor que de niño él i su pandilla eran tan sanguinarios matando las aves i otras pequeñas especies de animales que: Hasta los campos, prados i montañas lloraban con nuestras visitas, la pérdida de los trinos de su flauta que son sinfonía sin igual, así como veían mermar, día a día, el policromo plumaje con que se visten de gala.
Tortolitas
Entre nuestras víctimas volátiles se
contaban los llamados pepes i las tortolitas. A los primeros los perseguimos
con coraje extremo queriendo exterminarlos i a las segundas procurábamos no
matarlas o al disparar cerrábamos los ojos como disculpa interna o si se quiere
con ánimo de errar el tiro, porque venía a nuestras mentes, en uno i en otro
caso, la leyenda de cuando Jesús i María huían de la degollina ordenada por
Herodes. Los pepes, -cuenta la leyenda cristiana- fueron pájaros parlantes que
gritaban delatando a los que huían: “¡aquí van, aquí van, aquí van!”, mientras
que las tortolitas se posaban en bandadas tras de los fugitivos, borrando celosamente
el rastro de sus pisadas. Por eso los pepes, -sigue diciendo la leyenda-, no
cantan i al perder el habla, fueron condenados a proferir solo ese molesto y
grotesco grito de “pe”, “pe”, “pe”, cuando tropiezan con algún caminante. Contrariamente,
a las tortolitas les fue concedido el dulce i atrayente “cu”, “cu”, “cu”, “cuucú”,
que es arrullo, i se las considera desde entonces como pájaros sagrados.
fantasticoo saludos que siga el exito
ResponderEliminarGracias Roberto, un fuerte abrazo.
EliminarGracias por la leyenda de los Pepes algo así había oído de pequeña
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