YAGUARETÉ-ABÁ
(HOMBRE-JAGUAR)
Antonio
Fco. Rodríguez Alvarado
Imagen Internet
Dentro de los pueblos sudamericanos, en específico en la cultura guaraní al noreste argentino, existe el mito bastante extendido del hombre jaguar, El Yaguareté, éste es un ente terioantropo (hombre-bestia) del Chaco Oriental. Es un brujo nagual, preferentemente un indígena guaykurú (bárbaro o salvaje) que se convierte en un feroz y sanguinario Jaguar de cola corta o en algunos casos sin ella, además, tiene una frente sin pelos. Es mitad hombre y mitad animal.
Lo de la frente sin pelo obedece a que a estos pueblos del Chaco Oriental, los
españoles les dieron el nombre de “frentones” (en guaraní: toba) por la
costumbre muy común entre ellos de raparse la parte anterior de la cabeza,
dando la impresión de una frente más amplia de lo normal.
En algunas descripciones se dice que los
brazos y piernas son similares a las extremidades humanas, sin embargo, la
espalda es ancha y sin pelo, con una cola muy corta o inexistente, esto varía
de acuerdo a los relatos, como es de suponerse, se alimenta principalmente de
carne humana, así como del ganado y aves de corral.
Hay quienes afirman que para liquidar al
Yaguareté-Abá (Hombre jaguar), es necesario dispararle con balas bendecidas, ya que a las
normales es inmune. Por otro lado, los machetes bendecidos son una buena
defensa contra ellos. El Yaguareté-Abá persigue a chicas hermosas y una vez
capturadas, las lleva a su guarida del monte.
Esta criatura
propiamente es un theriano, es decir, un ser humano que puede sufrir una
metamorfosis de humano a bestia, en este caso un felino. El mito es bastante
similar a la licantropía, es decir, a los hombres lobo, conocidos comúnmente en
Sudamérica como Lobizones.
La leyenda nos dice que
son un tipo de brujos que utilizando el cuerpo de un jaguar y tras quemar
ciertos elementos, entre ellos plumas de gallina, son capaces de desprenderse
de su piel, transformándose en una criatura mitad jaguar y mitad humano.
En algunos relatos se
indica que el proceso de transformación cuenta con el hecho de que el brujo se
retuerce y revuelca de izquierda a derecha, rezando un credo a la inversa
mientras cambia de aspecto, una vez que el proceso termina, el hombre jaguar
está listo para la cacería de distintas presas, liberando así su ferocidad e
instinto asesino, una vez que ha comido, puede retornar a su forma original.
Esta criatura es muy
temida por el pueblo guaraní, ya que se dice que secuestra mujeres jóvenes para
que lo cuiden y atiendan. En diversos relatos se menciona que si alguien logra
quitarle la piel de jaguar y escupirle tres veces en la cara al brujo, este
queda ciego e indefenso, con la posibilidad de morir y recuperar su forma
humana, para acabar con este ser sobrenatural, es necesario decapitarlo, por
medio de un machete que ha sido previamente bendecido por un fraile, de igual
manera, se cuenta que se le puede provocar grandes heridas por medio de balas
que han sido rociadas con agua bendita.
Xalapa, Ver. México
27.07.15
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