HISTORIA
DE VAMPIROS
Mario
Benedetti
Imagen Internet
Era
un vampiro que sorbía agua
por
las noches y por las madrugadas
al
mediodía y en la cena.
Era
abstemio de sangre
y
por eso el bochorno
de
los otros vampiros
y
de las vampiresas.
Contra
viento y marea se propuso
fundar
una bandada
de
vampiros anónimos,
hizo
campaña bajo la menguante,
bajo
la llena y la creciente
sus
modestas pancartas proclamaban,
vampiros
beban agua
la
sangre trae cáncer.
Es
claro los quirópteros
reunidos
en su ágora de sombras
opinaron
que eso era inaudito,
aquel
loco aquel alucinado
podía
convencer a los vampiros flojos,
esos
que liban boldo tras la sangre.
De
modo que una noche
con
nubes de tormenta,
cinco
vampiros fuertes
sedientos
de hematíes, plaquetas, leucocitos,
rodearon
al chiflado, al insurrecto,
y
acabaron con él y su imprudencia.
Cuando
por fin la luna
pudo
asomarse
vio
allá abajo
el
pobre cuerpo del vampiro anónimo,
con
cinco heridas que manaban,
formando
un gran charco de agua,
lo
que no pudo ver la luna
fue
que los cinco ejecutores
se
refugiaban en un árbol
y
a su pesar reconocían
que
aquello no sabía mal.
Desde
esa noche que fue histórica
ni
los vampiros, ni las vampiresas,
chupan
más sangre,
resolvieron
por
unanimidad pasarse al agua.
Como
suele ocurrir en estos casos
el
singular vampiro anónimo
es
venerado como un mártir.
Joan Manuel Serrat, canta este poema de Benedetti
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