ALUXES
(CHANEQUES
MAYAS)
Antonio
Fco. Rodríguez Alvarado
ALUX o ARUX. Reside donde hay montículos antiguos con restos de cerámica que usaron nuestros antepasados. En general, es creído que el arux procede de los viejos ídolos de barro que se encuentran frecuentemente en esos sitios arqueológicos y que, de vez en cuando, toman vida para andar por el mundo haciendo travesuras. Para evitar las exigencias y molestias de estos espíritus, el agricultor procura romper tales ídolos cuando los descubre. El arux es como un niño. Anda con alpargatas y sombrero; también tiene escopeta y perro. Este último es muy pequeño. En ocasiones, cuando un hombre va por el monte, suele oír disparos del arush y los ladridos de su perro; esto indica que está de caza. Los animales que mata son de “puro aire”, como él y como su perro.
Constituyen una especie de duendes que andan por las milpas y los montes
haciendo travesuras a los hombres con el propósito de que se fijen en ellos y
les regalen su comida. De no conseguir sus deseos, pueden llevar sus travesuras
hasta el punto de causar perjuicios en la milpa u ocasionar alguna enfermedad
al través de los “vientos” que deja a su paso. Por lo contrario, si el milpero
los atiende y les dedica algunas ofrendas, el alush se torna bueno y se
convierte en guardián del maizal. Mientras cumple esta función nadie puede
robar o dañar los frutos. Se ha dado el caso de que el arush arrebate al ladrón
las sandías que se llevaba y las pegue de nuevo en la mata. Además, en caso de
que la sequía se prolongue demasiado, el arush puede remediar la situación
capturando a uno de los chacob (plural de chac, deidades que manejan las nubes
y reparten las lluvias) que andan por el monte, obligándolo a que riegue la
milpa a cambio de su libertad. Como buen vigilante, el alush no duerme nunca y,
si lo hace, permanece con los ojos abiertos. Por otro lado, existe la versión
de que el arush fue acabado por un rayo cuando se bañaba en la lluvia. Es por
ello que en la actualidad, algunos nativos ya no creen en esos duendecillos,
diciendo que fue cosa del pasado que terminó con su muerte. (Villa Rojas, 1992:
288, 297-298). Al parecer los aluxes, o más propiamente aluxoob, deben su
esencia al rayo, porque los muertos por rayo se convierten en aluxoob, y estos
a su vez son muertos por los mismos rayos. Se piensa que si vuelves tu amigo al
alux éste puede ayudarte con su poder. Para pescarlo se le debe dar pozole
(atole, a veces fermentado, de maíz). Se le construye una casita amarrada con
una fibra especial de corteza de árbol y se amarra sobre una piedra. Si está
bien hecha le va a gustar y va a entrar. Una vez en el interior pierde su poder
y ya no puede escapar. “Ahí debes hacerlo tu amigo”. Él da poder para tirar
(cazar), pero si descubre antes las intenciones, puede enviar calenturas hasta
causar la muerte. Rodríguez (2004), López Austin (11, 2004: 288), Almanza
(2009).
Tomado de mi libro: Los Tuxtlas nombres geográficos pipil, náhuatl, taíno y popoluca. Analogía con las cosmologías de las culturas mesoamericanas. Incluye un diccionario de localismos y mexicanismos. Ediciones Culturales Exclusivas, 2007.
Saludos y esperamos sobre los Guardines de la Montaña.
ResponderEliminarmuy próximo, lo tengo, deja arreglarlo para el blog, gracias primo
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