EUROPA
Zeus, dios del universo,
Aprovechando la ausencia de
Hera,
Fue a su fontana favorita,
Y a través de sus musicales
Y transparentes aguas,
Observó el mundo terrenal,
Sus pupilas se dilataron de
amor,
Y su corazón amenazó con
escapar
De su poderoso pecho,
Al atisbar a la bellísima y
virginal
Princesa Europa, cuya tez
blanca y brillante
Sólo podía ser superada por
la misma Hera.
Europa, hija de Agenor, rey
de Fenicia,
Se divertía con sus
doncellas,
Bañándose, danzando, cantando
y
Recogiendo hermosas flores de
los prados
A orillas del mar,
Como narcisos, jacintos,
violetas,
Y hermosas rosas de un esplendor
carmesí.
Zeus, amante de la belleza
Y gran conocedor del alma
humana,
Se transformó en un magnífico
toro
De inmaculada blancura,
Y de exquisita fragancia,
Superior a la de las rosas
del lugar,
Sus cuernos eran
Como la luna en creciente.
Mirándola fulgurantemente
A través de sus ojos azules
Mirándola fulgurantemente
A través de sus ojos azules
Se acercó a ella muy
mansamente,
Y doblando las rodillas,
Le besó los pies.
Europa no cabía en sí de gozo,
Acariciaba con frenesí su
suave piel
Y coronó su cerviz
Con sus recién cortadas rosas.
El afrodisíaco aroma
que emanaba del toro
Desquició su cordura
El afrodisíaco aroma
que emanaba del toro
Desquició su cordura
Y le impulsó el deseo de
montarlo
Y al hacerlo…
El Dios se lanzó
En carrera hacia el mar,
En dónde más que nadar,
Volaba a ras de las extensas
aguas.
Iba atemorizada en un inicio,
Pero comprendió que era un
Dios
Quien la portaba y entonces…
Regresó su gozo y se dejó
llevar.
El dios detuvo en la isla de Creta
Su carrera, tomó su forma
original
Cortejó con dulces y
apasionadas palabras
A la princesa, quién
subyugada…
Se dejó amar.
No hay comentarios:
Publicar un comentario