EL
MONSTRUO DE LA LAGUNA AZUL
NOGALES
VERACRUZ
Imagen de Internet
En una mañana luminosa, una joven pareja
de enamorados paseaba cerca de la Laguna Azul. El balanceo de una canoa
abandonada cerca de la orilla los invitaba a surcar sus aguas.
El muchacho llenó la canoa con flores de
la región, subió a su novia en ella y comenzaron a remar acercándose al centro
de la laguna, sin pensar en otra cosa que en la felicidad de estar juntos.
De pronto, el espejo tranquilo del agua se
rompió y de su fondo surgió la cabeza de un monstruoso animal. La violencia de
sus movimientos agitaba el agua y su piel desprendía destellos de azul. Abría su
enorme boca oscura como una caverna. La pareja miraba horrorizada aquella
bestia que amenazaba devorarlos; y así fue: en un instante desaparecieron en el
interior de aquella bocaza que se cerró en medio de un bramido estruendoso, que
todos los habitantes de Nogales oyeron asustados.
En el lago sólo quedó la florida canoa
como testigo de la presencia de los enamorados.
Dicen que el color azul de la laguna se
debe al reflejo de los rayos del sol sobre la piel del monstruo, que duerme en
el fondo del agua y que sólo despierta para saciar su apetito y volver a
hundirse en su sueño de siglos.
Leyenda extraída del Cancionero
Veracruzano. Antología de la literatura tradicional y popular del Estado de
Veracruz. Alberto Espejo, et al. Primera
edición 1981. Fonapas - Universidad Veracruzana. Xalapa, Ver. México.
Esta bien
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