AMOR VENERIS
Soneto
FÉLIX JUSTINIANO FERRAEZ
Al final la pasión rindió su fruto
dos cuerpos, dos esperas, dos instantes
saciados en la sed de dos amantes
y tu orgasmo final como tributo.
Vencida la virtud se dio el minuto
de ardores y de excesos galopantes
un espejo y cuatro muros vigilantes
mantienen tu secreto impoluto.
La memoria indiscreta te tortura
te recuerda la avidez de tu osadía
y en silencio rememoras la aventura.
Otra vez tu impaciente anatomía
se estremece por las leyes de natura
como ayer, como aún… y todavía.
dos cuerpos, dos esperas, dos instantes
saciados en la sed de dos amantes
y tu orgasmo final como tributo.
Vencida la virtud se dio el minuto
de ardores y de excesos galopantes
un espejo y cuatro muros vigilantes
mantienen tu secreto impoluto.
La memoria indiscreta te tortura
te recuerda la avidez de tu osadía
y en silencio rememoras la aventura.
Otra vez tu impaciente anatomía
se estremece por las leyes de natura
como ayer, como aún… y todavía.
Pendientes mi Toño
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