TLALHUICOLE, HÉROE TLAXCALTECA

TLALHUICOLLI O TLALHUICOLE

Guerrero tlaxcalteca (1497?-1519)

Antonio Fco. Rodríguez Alvarado

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     Tlalhuicolli o Tlalhuicole.“El de la divisa de barro”. Gran guerrero tlaxcalteco, famoso por su valor y por su fuerza hercúlea. En una guerra contra los huexotzincas, que tenían como aliados a los mexicas, fue hecho prisionero por las tropas de Moctezuma ll. El rey, sabedor  de los méritos del cautivo, en vez de darle muerte, le concedió la libertad y el poder volverse a su patria. El tlaxcalteca no aceptó, dado que para él era una vergüenza regresar a su pueblo, cuando le correspondía morir sacrificado como los demás cautivos tlaxcaltecas. El emperador no queriendo terminar con la vida de tan ilustre rival, lo mantuvo en su reino durante 3 años, enviándolo a batallas importantes de las cuales siempre salió victorioso. Al tercer año, después de múltiples peticiones del tlaxcalteca, Moctezuma le confirió el honor de sacrificarlo, como era la costumbre, ante Huitzilopochtli, combatiendo sobre la piedra de los gladiadores. Atado de un pie a la piedra circular y armado con una macana corta y un escudo, mató a 8 guerreros e hirió a 20 más, y después de morir, le fue sacado el corazón y ofrendado al dios de la guerra. (Torq., Clav.). 

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    Comenta Durán que Tecayehuatzin señor de los huexotzincas fue a pedir ayuda a Moctezuma ll en contra del maltrato de los tlaxcaltecas, éste en forma paternalista los alojó en Tenochtitlan y envió un ejército para acabar con los tlaxcaltecas, encargando de manera especial que capturaran al general del ejército tlaxcalteca, Tlalhuicole, un valentísimo indio que por sus hechos tenía gran fama y grandeza entre todas las naciones. Después de más de 20 días de batalla, aprendieron a Tlalhuicole, desbaratando su ejército y sacándolo de las tierras de los huexotzincas. Una vez  en México, Moctezuma emocionado pidió le llevaran al cautivo de quien temblaba toda la tierra; el cual puesto ante él y besándole las manos con mucha humildad y reverencia, se humilló ante él pidiéndole perdón de las ofensas que le había hecho. Moctezuma lo recibió muy bien y le consoló pidiéndole que no tuviera pena, diciéndole que aquellas eran cosas de la guerra. Lo mandó a aposentar, lo vistió de ropas reales y armas e insignias y lo honró todo lo que pudo. Después de muchos días, Tlalhuicole, desconsolado se puso a llorar y a suspirar por sus mujeres e hijos, y como era de mal agüero que los prisioneros se entristeciesen, Moctezuma que lo creía sin debilidades humanas, le perdió la admiración y estima; le dio su libertad, y quitándole todas las concesiones reales, le pidió se regresara con su familia. No podía regresar a Tlaxcala, porque quedaría afrentado él y todo su linaje para siempre, por lo que con mayor desconsolación andaba de casa en casa pidiendo la comida de limosna, y en su desesperación subió a lo más alto del templo de Tlatelolco y autosacrificándose a los dioses se dejó caer por las gradas abajo; y así después de muerto le sacrificaron con las ceremonias y solemnidad que era ordinario, a él y al resto de sus guerreros cautivos. 

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     En las galerías de la Academia de San Carlos hay una estatua que representa a Tlalhuicole, esculpida por el barcelonés Manuel Vilar en 1852. Una copia de bronce existe en la Casa de la Cultura de Huamantla, Tlax. Desiderio H. Xochitiotzin lo pintó en uno de sus murales del Palacio de Gobierno de Tlaxcala.

     Extraído del Minidiccionario Enciclopédico Náhuatl (2003) Inédito, de mi autoría.