HOGUERA
Y CRISOL
Antonio
Fco. Rodríguez Alvarado
Imagen de Internet
No temas… no te
arrancaré una hebra de tus cabellos para que seas mi esclava, prefiero que te desplaces con toda la libertad de tu
cuerpo, ese manjar suculento con enervantes vinos fermentados por tu química hormonal.
Y así en un tórrido encuentro en donde las
llamas del deseo reaviven nuestras apasionadas ansias, se quemen nuestros cuerpos como una ofrenda a
la lujuria. Que tu cuerpo y mi cuerpo ardan en esta hoguera de pasión y locura
y se fundan en el mismo crisol de las entrañas de nuestro ser.
Despertando ayes de dolor y de placer, que
sean muerte y resurrección de nuestra apasionada y mutua entrega.
Cariño... amo tus lamentos, tus gemidos, tus
palabras cuando hacemos el amor.
Eres principio y final de mi locura. Mi vida y mi muerte. Me encantas, me
vuelves loco con todo esto que me haces.
Maravillosamente me seduces. Todo en ti es
soberbio, increíble.
Me entrego enteramente a tus caprichos. Mujer
apacible y salvaje, dulce y cruel.
Eres mi musa, mi pasión, mi delirio y la razón
de mi existencia.
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