“LA PLANCHADA ”
Existen algunas leyendas que al leerlas, analizarlas y reescribirlas ponemos algo de nuestra interpretación. Cada versión es respetable, es la mirada, que uno les da.
La leyenda de La Planchada ya la
escuchaba cuando hacía mis “pininos” en los hospitales siendo estudiante de
medicina. Se comenta que ayuda al personal médico (médicos-enfermeras) en la
atención a los pacientes hospitalizados. A los pacientes los ayuda a curar y
sobre todo a sanar, misión más elevada. Se dice, además, que fue víctima de una
gran decepción amorosa. En su misión diaria ella guarda la incógnita de su
rostro, como esperando no recibir agradecimientos por tan loable labor. Y nunca
pensé que algún día la iba a conocer, como fue...
Recordé lo ocurrido hace 6 años en el IMSS
de Cabada, Ver.
Estaba cubriendo mi guardia nocturna sabatina del servicio de urgencias, esa noche cayó una pertinaz lluvia, no llegaban pacientes por lo que me fui a acostar a una de las camas de hospitalización, me estaba dejando arrullar por el sonido de la lluvia cuando sentí que alguien se sentó a mi lado en la cama, giré la cabeza, abrí los ojos y vi a una enfermera impecablemente uniformada, no le pude ver la cara, más sin embargo, sentí una gran paz interior, cerré los ojos y me quedé dormido.
Estaba cubriendo mi guardia nocturna sabatina del servicio de urgencias, esa noche cayó una pertinaz lluvia, no llegaban pacientes por lo que me fui a acostar a una de las camas de hospitalización, me estaba dejando arrullar por el sonido de la lluvia cuando sentí que alguien se sentó a mi lado en la cama, giré la cabeza, abrí los ojos y vi a una enfermera impecablemente uniformada, no le pude ver la cara, más sin embargo, sentí una gran paz interior, cerré los ojos y me quedé dormido.
Ahora, cada vez que me acuerdo de ese
momento, me vuelve a embargar esa hermosa sensación increíblemente real.
Mi punto de vista del motiv líder, para mí, es el siguiente:
Pienso que la leyenda de La Planchada debe de tener
un origen más humanitario y noble que una decepción amorosa de una enfermera
por algún médico residente. Yo visualizo a esta dama como una gran enfermera
llena de vocación, entrega y servicio para sus pacientes, y que por alguna
adversidad vio frustrada su vida cuando ella menos deseaba que así fuera. Y
esta innata necesidad altruista de servir a sus enfermos propició que ella
volviera del más allá para continuar su misión: cuidar y sanar con amor a sus
pacientes.
Este para mí es el motivo principal por el
cual esta gran alma regresó.
Ella es la metempsicosis de Yaso (la curación), de Higia (la higiene, la salud), de Panacea (la curación de todo), de Egle (el brillo, el esplendor) y de Aceso. Todas ellas hijas de Asclepio o Esculapio el dios de la medicina e hijo de Apolo.
Ella es la metempsicosis de Yaso (la curación), de Higia (la higiene, la salud), de Panacea (la curación de todo), de Egle (el brillo, el esplendor) y de Aceso. Todas ellas hijas de Asclepio o Esculapio el dios de la medicina e hijo de Apolo.
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