RAMA CONTRA RAVANA
Rama es el antiguo superhéroe que se encuentra en el corazón de la epopeya más importante de
Para rescatar a Sita, Rama encabeza un ejército
contra las hordas del demonio Ravana, pero antes de la batalla apocalíptica,
los consejeros espirituales de Rama le recomiendan, para garantizar la
victoria, invocar a todos los elementos y las fuerzas del universo, luego
dominarlas, de manera que Rama pueda utilizarlos en la batalla de su vida. Pero
también, continúan los consejeros espirituales de Rama, necesitará al sabio más
refinado y con conciencia expandida para conducirlo a lo largo de un ritual. No
puede tratarse de un hombre ordinario ni de un oficial religioso, sino de una
persona que, efectivamente, sepa invocar a esta multitud de fuerzas habiéndolo
hecho con anterioridad. En el caso de Rama, identifican a un único ser
calificado para la empresa: Ravana. De hecho, no debería sorprender a Rama el
que su archienemigo, el ser maligno más poderoso del universo, sea lo que es,
precisamente porque ha aprendido a mandar sobre los elementos y las fuerzas del
universo.
Rama
Rama
Así que Rama hace lo impensable: antes de
la guerra, invita a que Ravana haga el ritual para él. Ravana asiste. Por
supuesto, no sólo es la encarnación de todo mal, sino también el ser más sabio,
un maestro de los 7 chakras, que constituyen el origen del poder
verdadero, tanto físico como espiritual.
Ravana acepta realizar el ritual para Rama poniendo una sola condición. Rama está
confundido, no sólo porque su enemigo parece dispuesto a ayudarlo, sino porque
no sabe qué puede ofrecer a Ravana a cambio de sus servicios. El demonio tiene
a su esposa Sita. Rama ya había perdido su reino y está a punto de hacerse a la
guerra contra la más grande fuerza del mal en todo el universo. Parece que
tiene poco que ofrecer.
Ravana
Ravana sonríe. “Al final de nuestra guerra”, dice, “en el penúltimo momento, tú y yo nos enfrentaremos, el bien contra el mal. Cuando llegue ese momento final, prométeme que la flecha que atravesará mi corazón será disparada por ti y por nadie más. Quiero que Dios me mate. Porque ese último golpe será mi redención. Tu justicia equilibrará mi ira. Tu sobriedad equilibrará mi locura. Alumbrarás mi sombra (la parte diabólica de nuestra alma).”
Ravana
Ravana sonríe. “Al final de nuestra guerra”, dice, “en el penúltimo momento, tú y yo nos enfrentaremos, el bien contra el mal. Cuando llegue ese momento final, prométeme que la flecha que atravesará mi corazón será disparada por ti y por nadie más. Quiero que Dios me mate. Porque ese último golpe será mi redención. Tu justicia equilibrará mi ira. Tu sobriedad equilibrará mi locura. Alumbrarás mi sombra (la parte diabólica de nuestra alma).”
Rama acepta.
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