POLARIDAD O
EQUILIBRIO
FRÍO
- CALIENTE
ANTONIO
FCO. RODRÍGUEZ ALVARADO
Comenta Lupo (1995:
121), citando a Soustelle,
Caso, Nicholson, Carrasco y López Austin: en los sistemas cosmológicos
prehispánicos del altiplano central, tales fuerzas podían reducirse a dos
complejos simbólicos opuestos
y complementarios: el de la energía caliente, seca, luminosa y celestial y el de la
energía fría, húmeda, oscura y telúrica, representados por los dioses
cuyos templos apareados dominaban la cima de la gran pirámide
de México-Tenochtitlan,
respectivamente Huitzilopochtli
y Tláloc.
Con esa
bipartición se relaciona sin duda una de las más debatidas características del pensamiento cosmológico
mesoamericano: la atribución a casi
todos los elementos de una naturaleza
“caliente” o “fría”, efectuada no tanto por su temperatura real sino por su proximidad (espacial, morfológica, cromática,
etcétera) a los dos complejos simbólicos
mencionados. || Considera Olavarrieta
(1989: 65-69), que la homeostasis o
equilibrio para mantener un organismo
saludable resulta de la suma
equilibrada de estas dos cualidades: frío- caliente. Por lo que, todo lo que
altera este equilibrio, es causa de
enfermedad. En la mujer se
consideran calientes el estado de
gravidez, el parto y la menstruación. En el primero se prohíbe ingerir alimentos considerados fríos, porque
pueden producir “mueso” al nacer; en el
segundo además de la alimentación, se
recomienda no beber agua, ni bañarse durante las primeras tres semanas, y en la
menstruación se piensa que si una mujer se baña durante su periodo, puede
correr el riesgo de que su matriz se
torne fría a causa de haberse
introducido “aire” en ella, el cual
puede producirle esterilidad, al ocasionar la inmediata expulsión del semen en el
coito.
Otra causal de caliente puede
ser la “energía sexual acumulada”
resultado de abstinencia sexual. Se considera, además, que si después de
realizar un esfuerzo físico o mantenerse cerca del fuego, se expone uno al aire
frío, toma agua, se baña o se moja
“mojada caliente”, desarrolla pasmo.
Otras categorías etiológicas, como la pérdida de la sombra por el espanto de
agua y el de chaneque resultan frías,
mientras que el espanto de muerto se considera caliente. Estas últimas
situaciones son más difíciles de curar
porqué por un lado hay que retornar la sombra y, por el otro, restablecer el
equilibrio entre lo frío y lo caliente. Las mordeduras de víbora se consideran
de naturaleza caliente. || Las cualidades de tibio y fresco se utilizan,
algunas veces al comienzo, para amortiguar el choque de las dos polaridades frío-caliente. || Isabel Kelly (1956: 83), refiere que todas
las enfermedades del estómago son
“frías” porque producen
“obradera” (diarrea); pero si con la enfermedad viene calentura,
entonces la enfermedad es
“caliente”. El dolor de garganta y el hipo son “fríos” porque vienen de tomar
cosas frías o de mojarse. La tos ferina viene
de frialdad, se cura poniendo plantillas calientes en los pies. El dolor de
cabeza es “caliente” y requiere para
curarlo cosas “frescas”.
Guitera Holmes (2005: 292-295) y Foster
(1972: 184-185), nos ofrecen la
siguiente lista de algunos alimentos fríos y calientes:
FRÍOS CALIENTES
Todos los pescados huevos
“porque son de
agua”
Camarón leche
Caracol gallina
Calabaza Semillas de calabaza
Melón Semillas de melón
Conejo Cabra
Sal Aceite
Maíz Trigo
Aves que no sean
gallinas Tabaco
Pichón Cal mineral (para tortillas)
Pato Chirimoya
Venado Albahaca
Armadillo Batata (camote)
Carne de res Carne de cerdo
Naranja ajonjolí
Limón Aguacate
Lima Chocolate
Pepino cacahuate
Sandía café
Piña canela
Fresa guajolote
Coco pastas (fideos)
Cacao arroz
Yuca frijoles
Chayote tortillas
Papaya Higo
Pera chiles
Atole miel
Agua hielo
Cerveza panela
Jitomate azúcar
Manteca de cerdo aguardiente
Cebada Cebolla
Apio Epazote
Patata (papa) Ajo
Cilantro Ruda
Artemisa
Para Foster la leche,
los huevos y el arroz son de naturaleza fría. Y la carne de res de naturaleza caliente.
Para Guiteras, la calabaza y la papa son
de naturaleza caliente.
Continúa Guiteras. El copal es caliente;
la saliva es fría; el cobre es frío; el aceite de pistle es caliente, etc. La malva es
fría.
El hombre que ha estado trabajando en la
milpa está caliente, así como también la
persona que tiene coraje, la mujer que está planchando o trabajando al sol, la que
está moliendo café (no porque está moliendo, sino porque el
café es caliente), la que está
extrayendo el aceite de pistle, la persona que sahúma y la persona sahumada, la que acaba de
ingerir alimentos “calientes”, etc. Está frío el que acaba de bañarse, el que
ha ingerido alimentos fríos, el que
viene de pescar o de cazar, la mujer
que está rayando coco, etc.
En estos casos haya que evitar todo
aquello que tiene una temperatura opuesta. Para males fríos se utilizan remedios menos
fríos y calientes, y viceversa. La disentería es fría, así como también son fríos el paludismo, el reumatismo, los aires, etc. Son
calientes la tos ferina, el sarampión,
la erisipela, el “ojo”, el espanto, etc.
En algunos casos se procura una dieta balanceada o se prepara un alimento
teniendo en cuenta estas cualidades en cuanto a sus ingredientes, por ejemplo: se
contrarresta el frío del atole, preparándolo con panela y un poco de canela que son calientes.
Nutini e Isaac (1989: 35), refieren que
para los nahuas de la región de Tlaxcala y Puebla, el chile, los frijoles, la
carne de puerco y las bebidas
alcohólicas son calientes, mientras
que los atoles, los “tecitos”, las tortillas, la carne de res, casi todas las frutas y
verduras son alimentos fríos.
Ramírez
Castañeda (1987: 15, 147-148), estudiando a los huaves en Oaxaca,
refiere que la gente puede ser fría o
caliente, se sabe por lo que les hace daño: al frío le hace daño el frío, al caliente lo enferma lo caliente.
Dos personas frías no deben juntarse,
porque no pueden tener hijos. Todas las
enfermedades se curan por lo contrario. Refiere que las embarazadas por lo caliente que
son, no deben servir la comida, pueden enfermar a otros miembros de la familia. Hacen marchitar
las plantas y caer la fruta, queman con
el calor el tomate y el chile por lo que no deben ir a la parcela ni a la huerta. Tienen un olor
particularmente sabroso para los fantasmas y brujos que rondan el pueblo. Si las
embarazadas duermen fuera de la
casa, los muertos huelen al niño y “lo juegan” en el vientre de la madre. Ésta
ya no tendrá niño, se suspende el
embarazo; así se explica la pseudociesis.
Extraído de mi libro
Los Tuxtlas, nombres geográficos
pipil, náhuatl, taíno y popoluca. Analogía
con las cosmologías de las culturas mesoamericanas. Incluye diccionario de
localismos y mexicanismos. Ediciones Culturales Exclusivas. Boca del Río,
Veracruz. 2007.
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