MARÍA
JORGE ISAACS
Colombiano 1837-1895
Hacienda "El Paraíso", patrimonio cultural del Valle de Cauca, Colombia. Aquí se desarrolló la novela de la realidad de Efraín (Jorge Isaac) y su prima María.
Hacienda "El Paraíso", patrimonio cultural del Valle de Cauca, Colombia. Aquí se desarrolló la novela de la realidad de Efraín (Jorge Isaac) y su prima María.
Esta novela romántica relata la
pasión amorosa de María, joven huérfana, acogida por una rica familia de
colonos, en cuyo seno vive, compartiendo con Emma y Efraín, hijos de sus
protectores, el cariño de estos, junto a los que tiene una vida fácil y
patriarcal, cuyos únicos goces los constituye la contemplación del paisaje y
las labores femeninas. En este ambiente, el alma poderosa de María reclama para
sí el amor de Efraín, ser en quien concurren todas las fascinaciones a que es
sensible el alma femenina educada en el regalo. Efraín es rico, es inteligente,
es apuesto…, pero Efraín no es valeroso. No afronta decididamente la realidad
del amor que le ofrece María porque necesita más recibir que dar. Pocos momentos
gozan de soledad los amantes y en ellos parecen recrearse siempre más con el
temor de la separación que con el goce de la mutua presencia. Así, también María
se angustia anticipadamente con la separación que amenaza el regreso de Efraín
a Europa, adonde debe ir a terminar sus estudios. María va preparando su
marcha, jalonando, podríamos decir, el camino de su soledad con gestos de
despedida. Cambia pruebas de amor, planta un rosal y una mata de azucenas con
los que se propone dar al lejano amante constancia de su pasión y de los que íntimamente
hace símbolos de los que espera la ayuda necesaria para soportar la soledad. María
sabe que está enferma. Sabe que su madre murió muy joven de un terrible mal
(epilepsia) y ella siente en sí, en su depresión, el germen del mismo mal,
cuyos efectos solo la presencia de Efraín aleja. No es el temor de perderle –ya
que están prometidos- lo que angustia a María, sino la conciencia de su propia
debilidad. En efecto, María, después de inútiles y angustiadas luchas, sucumbe
de su mal, al que no puede sobreponerse.
Avisado Efraín, regresa para hallarla ya únicamente
presente en los objetos que la rodean.
La descripción de este viaje realizado por
Efraín es, sin duda, de lo mejor de la novela. Un mundo maravilloso y real, de
palpitante belleza, desfila ante nuestros ojos. Aunque presente siempre, el
recuerdo de María palidece como un sueño ante la vívida realidad de este viaje.
Toda la novela se desarrolla en un clima
dulce, tibio, rousseauniano-romántico. La luz es suave, las costumbres sanas y
alegres, el paisaje primoroso. Nada hay, excepto el mal de María, desalentador
ni de tonos sombríos, y aun este mismo mal está aceptado por ella con una
alegre resignación, sin imponer jamás molestias ni proyectar nunca sobre los
demás su propia inquietud.
Merecidamente ha calificado Paul Groussac
la novela de Jorge Isaacs de Poema de América.
Luis Nueda y Antonio Espina. MIL
LIBROS. Ediciones Aguilar, 1970, Madrid, España.
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