RECLAMO
Antonio
Francisco Rodríguez Alvarado
Tus ojos, como dos dardos de Cupido
se clavaron muy dentro de
mi pecho
y mi adolorido corazón
me pidió que dejara de
mirarte,
para romper este embrujo,
pues él, aún sigue lastimado...
de esos mismos dardos.
Xalapa, Ver. 10.02.23
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