BAILANDO
CON LOS NEGROS
PABLO
NERUDA
Negros del continente,
al Nuevo Mundo
habéis dado la sal que
le faltaba:
sin negros no respiran
los tambores
y sin negros no suenan
las guitarras.
Inmóvil era nuestra
verde América
hasta que se movió como
una palma
cuando nació de una
pareja negra
el baile de la sangre y
de la gracia.
Y luego de sufrir
tantas miserias
y de cortar hasta morir
la caña
y de cuidar los cerdos
en el bosque
y de cargar las piedras
más pesadas
y de lavar pirámides de
ropa
y de subir cargados las
escalas
y de parir sin nadie en
el camino
y no tener ni plato ni
cuchara
y de cobrar más palos
que salario
y de sufrir la venta de
la hermana
y de moler harina todo
un siglo
y de comer un día a la
semana
y de correr como un
caballo siempre,
repartiendo cajones de
alpargatas,
manejando la escoba y
el serrucho,
y cavando caminos y
montañas,
acostarse cansados con
la muerte,
y vivir otra vez cada
mañana
cantando como nadie
cantaría,
bailando con el cuerpo
y con el alma.
Corazón mío, para
decirte esto
se me parte la vida y
la palabra
y no puedo seguir
porque prefiero
irme con las palmeras
africanas,
madrinas de la música
terrestre
que ahora me incita
desde la ventana:
y me voy a bailar por
los caminos
con mis hermanos negros de La Habana.
Pablo Neruda
(Seudónimo de Neftalí Ricardo Reyes Basoalto; Parral, Chile, 1904 - Santiago de Chile, 1973) Poeta chileno, premio Nobel de Literatura en 1971 y una de las máximas figuras de la lírica hispanoamericana del siglo XX. En 1921 publicó La canción de la fiesta, su primer poema, con el seudónimo de Pablo Neruda (en homenaje al poeta checo Jan Neruda), nombre que mantuvo a partir de entonces y que legalizaría en 1946. A la juventud de Pablo Neruda pertenece el que es acaso el libro más leído de la historia de la poesía: de Veinte poemas de amor y una canción desesperada (1924).
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