NO
CLAUDIQUEMOS LA ESPERANZA
Antonio
Fco. Rodríguez Alvarado
Se va el año, como una
esfera dorada,
volando con sus alas de
fuego
alumbra y entibia mares,
montañas, selvas y
desiertos.
Antes de caer en el
abismo del ocaso,
para llegar a la
profundidad de la noche,
gira sobre sí mismo
y nos lanza unos rayos
luminosos
para despedirse,
avisándonos que no
perdamos la esperanza,
que regresará al día
siguiente,
acompañando al alba,
más renovado
y con mayor ímpetu
para seguir dándonos la vida que late... en sus
entrañas.
Veracruz, Ver. 31.12.20
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