CALLEJERA
DEL PENSAMIENTO
Catalina
“Katy” Molina
Imagen Internet
Aprendí a vivir de las
emociones que me regalaba la calle, saltando al abismo de la vida sin temor.
Caí mil veces y otras mil me levanté con más cicatrices que una guerra entre
hermanos.
Aprendí a tragar saliva
y a callar, caminé sin rumbo guiándome por las lágrimas que una vez derramé,
prometiendo a mi mirada que nunca más volvería a llorar.
Aprendí lo duro que es
andar para alguien que es diferente a los demás, pero con el tiempo entendí que
el pensamiento es libre si te atreves a soñar en esta turbia sociedad.
©Katy Molina
No hay comentarios:
Publicar un comentario