EL MONTE PARNASO
Monte
de Grecia, actual Liakura, situado en la antigua región de la Fócida , en el nomos de
Beocia. Considerado por los griegos como morada de las musas y de Apolo, el
Monte Parnaso (o Parnassus) es la patria simbólica de los artistas. En la
mitología griega, Parnaso fue hijo de Poseidón y de la ninfa Cleodora, es el fundador del oráculo de
Delfos, que luego fue ocupado por Apolo y las nueve musas (hijas de Zeus y de
Mnemosina, la Memoria ).
Por expreso deseo de Zeus, cada una de ellas se transformó en protectora de una
forma de arte o inteligencia, destinada a estimular el sentido creativo de los
mortales. Y lo hicieron tan bien, que desde entonces, sus nombres son sinónimos
de la inspiración, la aplicación, el esfuerzo y el éxito. Ellas son: Clío, musa
de la Historia ;
Urania, enamorada de las constelaciones, fue protectora de la Astronomía y la
interpretación de los signos zodiacales; Melpómene, de la Tragedia ; Talía, del
Teatro y la Comedia ;
Terpsícore, de la Danza
y la expresión corporal; Calíope, de la Elocuencia y la Poesía épica; Erato, de la Elegía y la Poesía erótica; Polimnia,
de los Cantos sagrados y la
Retórica , y Euterpe de la Poesía lírica y la Música.
Por estas razones se identifica al Parnaso
como la patria simbólica de los poetas y, por extensión, se usa para titular
recopilaciones de autores de las más prestigiosas obras artísticas y
literarias.
El Monte es famoso, además, por que fue en
él donde se dio el origen del hombre: Los dioses en castigo al egoísmo y a
faltas cometidas por los primeros hombres enviaron un diluvio del cual sólo
Deucalión (hijo de Prometeo y la ninfa Climena) y Pirra (hija de Epimeteo y
Pandora), reyes de Tesalia, se salvaron en una barca, navegando sobre las aguas
nueve días y noches, cerca de la montaña Parnaso, hasta que el aguacero cesó y salieron
de la barca, y pisando tierra firme de la cima del monte ofrecieron sacrificios
a Júpiter, suplicándole que formara nuevamente el género humano. Pidiendo
consejo a Temis (Justicia Divina), segunda esposa de Zeus, que se había quedado en el oráculo de Delfos,
recibieron la orden de caminar con la cara cubierta y echar tras de ellos los huesos de su madre
(piedras que son los huesos de Gea, la Madre Tierra ). Las piedras de Deucalión se
transformaron en hombres y las de Pirra en mujeres. El pueblo fue bautizado
como Laos, que significa piedra.
Colgado entre los riscos del Parnaso, está
Delfos, donde se hallaba el importante oráculo de Apolo. Antiguamente, Pitón,
una enorme serpiente había ocupado una cueva cerca del Monte Parnaso, en la Fócida , desde entonces
asolaba la región, sembrando la muerte. Apolo fue a buscarla, la decapitó y
construyó en el lugar, llamado Delfos, un célebre santuario dedicado al oráculo, cuya
sacerdotisa se llamó Pitonisa. Del monte Parnaso brotaban manantiales que
formaban varias fuentes y la más famosa en la antigüedad era la sagrada fuente
Castalia, que formaba al río Céfiso, rodeada de un pequeño bosque de laureles
consagrados a Apolo. Cerca de esta fuente se reunían las musas y las ninfas,
quienes bailaban, cantaban y declamaban acompañadas de Apolo y su lira. Se decía que
las cristalinas aguas de esta fuente eran mágicas y quienes la bebían
alcanzaban la inspiración y la gloria. Se
considera a Delfos el centro del mundo, desde el siglo octavo antes de Cristo, afluían
a él peregrinos de todas las clases sociales, de Grecia y de otras partes, y
era el santuario más importante. Las respuestas a las preguntas que formulaban
los visitantes, deseosos de conocer la verdad y la voluntad de los dioses para
reconciliarse con los mismos, las pronunciaba una sacerdotisa en trance,
llamada Pitia o Pitonisa, en tanto, un sacerdote políglota oficiaba como exégeta o intérprete natural de aquellas extrañas palabras. Se cuenta que hasta las
gradas de aquel templo, se acercaban monarcas y generales, antes de emprender
sus campañas de conquista. El trance se
creía causado por un vapor profético que salía de una grieta profunda excavada
en la roca. Sobre ésta se hallaba situado el trípode en que se sentaba la Pitia o Pitonisa.
Es de consideración, el lugar conocido
como Rocas Fedríacas, que es un abrupto acantilado, rodeado de peñascos
escarpados, situado en las estribaciones del monte Parnaso, a poca distancia
del célebre Oráculo de Delfos. Desde ese lugar se precipitaban al vacío a
quienes decían blasfemias o cometían profanaciones. El tribunal destinado a
pronunciar el veredicto se reunía en el templo del Oráculo.
Con 2,457 m de altura, el Monte
Parnaso es una de las montañas más altas de Grecia y a sus pies se alzaban la
ciudad y el templo de Delfos. El monte se yergue al este del sitio arqueológico
y una parte del conjunto montañoso forma el Parque Nacional, fundado en 1938.
De gran valor natural por sus bosques, valles y roquedos, así como las especies
florales y faunísticas que allí viven, el monte regala una de las visitas
panorámicas más bellas del país.
Con una extensión de 3,513 ha (alrededor del
20% de toda la región, es visitado periódicamente. La época favorita para
recorrerlo es durante los meses de mayo y junio, aunque en invierno se puede
esquiar por las laderas septentrionales.
El nombre Parnaso, parece provenir del
hitita “parna”, casa y del sufijo pre-griego o pelásgico “-ssos” frecuente en
topónimos.
Con su enorme poder simbólico, el Parnaso
es un tema común en las artes. Podemos mencionar el “Viaje del Parnaso”, obra
de Miguel de Cervantes publicada el año 1614 que narra el viaje del propio
autor al Monte Parnaso junto a los mejores `poetas españoles para librar una
batalla alegórica contra los malos poetas. En pintura, Rafael y Mategna fueron
algunos de los que se encargaron de darle forma y color al mítico monte.
No hay comentarios:
Publicar un comentario