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jueves, 19 de mayo de 2022

ALLÁ... SONREÍSTE Y SONREÍ Musa Peregrina

 

ALLÁ... SONREÍSTE Y SONREÍ

Oralia Lombera Reyes

(Musa Peregrina)

 

Imagen de Internet


Me quedé en silencio y vibré ante tus caricias en mi rostro, sin pensar en dónde pasaría la noche, ni en dónde despertaría, decidí caminar por el verde bosque de tus ojos que acariciaban mis senos sin avaricia, acaso de vez en vez sonreías, junto al fuego por un instante dibujamos vida, floreció delicioso acto de locura y nos sentamos bajo la sombra fresca de los años anhelando armonía.

 

 

La hojarasca crujía entre las sábanas blancas, inocentes inventamos el bramido del volcán sin pensar en las consecuencias, besándonos a sabiendas de la profundidad del sueño en nuestra piel anónima, soltando el freno al mismo tiempo, cansados de esperar, mirando de reojo al final de la calle, convencidos de amarnos a pesar de las heridas, fue así que buscamos un lugar para los dos...

 

Cómo preludio del deseo mutuo de amarnos renunciando al ayer, empapados de libertad, vacíos de lágrimas, rebosantes de sonrisas y miradas en la extensión plena de nuestra libertad interior.

 

No existió necesidad, ni juegos, sí hubo ansiedad entre cortos mensajes, no importó ya nada, ni arriesgarnos a perder o a ganar, fuimos piezas voluntarias de un destino incierto, fugitivo.

 

Compartimos la memoria vacía de nuestros cuerpos esa noche inolvidable, en una cama de algún lugar del mundo que abrigó nuestras ganas...

 

Después de eso nuestro pecho ya no estuvo callado, tú y yo continuamos cantando nuestra propia canción hasta nacer la madrugada, a la cual le confesamos cuánto nos queremos...

 

Eres mi claro de luna que exterminó las sombras de mi soledad, un oportuno cazador de sueños, hacedor de besos interminables que caminaron excitantes por el otrora dolor de mi espalda, por la piel de mis manos que lloran letras de alegría en noches sin fin desde que nos pertenecemos.

 

Hombre mío, degustador del ron que hoy te bebes de mis ojos, sombra y luz en mi última copa de cristal, frágil pudor de mi cuello rendido ante el caudaloso río que desborda tu ternura en mi corazón de niña.

 

Te escuché repetir mi  nombre mientras me amabas y me amabas, sentí la furia de tus voces misioneras, el canto del ruiseñor, la fuerza del héroe que eres ante el débil hermetismo del rojo de mi boca.

 

Tus labios fueron valientes ante toda batalla en la cual jamás las palabras se terminaron, contigo nunca mi mañana se vestirá de harapos, de gris, ni probaré la hiel de la ausencia.

 

Volví a ser libre después de tantos años, renací libre en tus brazos, parió mi vientre a mi edad sueños una noche de mayo, en la que nos robaron media hora cuando nuestros sexos daban un  largo paseo mirando las estrellas, sin hablar...

 

Contigo todo resulta fácil, levantar el vuelo y decir te amo, saborear tus labios nuevos, gustosa seré siempre playa, risa de otoño y primavera en cada amanecer, que sin temor decidas ser, mi sol de mediodía...

 

 

Acapulco, Guerrero 18.05.22




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