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martes, 18 de agosto de 2015

EL PREMIO INESPERADO Antonio Fco. Rguez. A.

EL PREMIO INESPERADO
ANTONIO FCO. RODRÍGUEZ ALVARADO




     Ese mediodía estaba en mi cuarto de estudio leyendo y escribiendo  el producto de mis investigaciones sobre nuestras culturas prehispánicas, cuando veo llegar muy emocionada a mi esposa Lupita diciéndome: ¿Qué crees? ¡Aquí te traigo la convocatoria de la SEV, para que participes con una leyenda o un cuento!

     ¿Qué… le dije? ¡Pero si yo no soy escritor de leyendas ni de cuentos, yo soy escritor de libros sobre historia antigua de México!

     ¡Pues con todo lo que sabes, tienes el acervo y el talento para escribir cuentos y leyendas sobre nuestras raíces culturales! Inmediatamente, me contestó ella.

     Es muy difícil ganarle a una mujer, por lo que opté por decir: ¡OK, lo intentaré!

     ¡Muy bien, sabía que te iba a interesar! Me contestó.

     Leímos la convocatoria: Tenía una fecha de recepción de los trabajos, y otra para informar solamente a los ganadores el resultado del Concurso.

     Comimos y me fui a mi trabajo vespertino en el IMSS, 6.5 horas en mi trinchera de la Consulta Externa (Eterna) de los 36 pacientes diarios.



     Esa noche, ya de regreso en casa, Lupita me preguntó: ¿Y bien, sobre qué tema quieres escribir?

     ¿No sé, pero pienso que debe ser sobre seres sobrenaturales? Le contesté.

     E inmediatamente, y antes de que ella me respondiera le volví a decir: ¡Tiene que ser sobre chaneques, tengo varios años queriendo escribir algún cuento o leyenda sobre ellos sin lograrlo!

     ¡Excelente!
     ¡Pues… adelante! Me contesto.



     Me senté a escribir y comencé por  recordar, por conjuntar viejas historias leídas y  escuchadas, me trasladé a mi niñez sentado en la playa del lago de Catemaco, donde algunas noches, platicamos sobre monstruos y aparecidos; me trasladé también a San Andrés Tuxtla, escuchando a mi primo Quintín Alvarado hablar sobre chaneques blancos y negros en las aguas del Tajalate. Me acordé también del pequeño grupo de mis mejores amigos de la preparatoria: Óscar Aguirre Ramírez (hijo del famoso brujo Don Gonzalo Aguirre), Jesús Cárdenas Escobar e Ignacio Uscanga Escobar. De una inolvidable experiencia que tuvimos mi sobrino Roberto Armengual Cadena en Playa Escondida, y de mi primo Carlos "Caco" Rodríguez Elías y su amada Nanciyaga, así como de uno de mis grandes maestros sobre seres sobrenaturales, mi amigo Antonio García de León. Por lo qué en menos de una hora ya tenía los argumentos, los seres sobrenaturales, los lugares y los personajes del cuento. El resto iría apareciendo sobre la marcha.




     







     Al día siguiente, Lupita leyó mi primer borrador, se hicieron bastantes modificaciones. Y la noche de ese mismo día continúe trabajando el cuento. Con nueva modificación por parte de mi correctora.

     ¡Cada una de esas noches me llevaba el trabajo a mis sueños, y dentro de ellos, aparecían nuevos enfoques, nuevas ideas!



     A la siguiente mañana, nueva lectura con Lupita, esta vez con aceptación y agrado de ambos. El trabajo en esas tres mañanas y dos noches sirvieron para escribir el cuento. Nos gustó tanto que inmediatamente lo enviamos al Concurso.

     En tanto, yo por una inveterada manía, seguía casi a diario alimentando mi cuento, añadiendo seres sobrenaturales, fotos, dibujos, etc. Hasta dejarlo cuatro o cinco veces más voluminoso que el original (el enviado al Concurso).

     Estuvimos muy pendientes de la fecha del resultado del Concurso, y nada, no aparecía nada en la página de Internet de la SEV (Secretaria de Educación de Veracruz).

     Lupita y yo perdimos todas las esperanzas de haber logrado alguna premiación en el Concurso. ¡Ah, pero nuestro gran premio fue la satisfacción de haber logrado hacer un cuento que nos haya encantado a los dos!

     Un cuento, que yo en lo personal, tenía de dos a tres años en quererlo hacer, pero no había tenido la presión,  la motivación o la inspiración  para realizarlo.




¡DIOS APRIETA PERO NO AHORCA!

     Cerca de un mes después, previo a  entrar a mi consultorio, me encontraba sacando unos recetarios y unas incapacidades de mi lockers, cuando sonó mi teléfono celular:

     ¿El señor Antonio Francisco Rodríguez Alvarado?

     ¡Si, su servidor!

     ¡Señor Rodríguez, le estamos hablando de parte de la SEV, para informarle que usted se ha hecho acreedor a una Mención Honorífica por su cuento sobre los Chaneques, y lo esperamos este próximo lunes en el auditorio de la SEV en Xalapa para hacerle su entrega en una ceremonia oficial. Por favor no falte… Gracias.

     ¡Gracias, gracias! Respondí por inercia.

     ¡Me quedé estupefacto!

     ¡Era algo que no esperaba!

     ¡No sabía si llorar, o gritar de alegría!


     Me dirigí a mi consultorio, me eché agua de la llave en el rostro para que no se notara que había llorado e inicié la consulta…

     ...y

     ¡Esperé a que anocheciera... alguien en casa se iba a emocionar aún más que yo!






4 comentarios:

  1. TOCAYO ME EMOCIONA TU NARRACION Y LA HAGO MIA CON MUCHO AFECTO ¡ SALUDOS A TODA TU FAMILIA !.

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  2. Tocayo, como siempre muy amable, te envío un fuerte y afectuoso abrazo a ti y a la familia.

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  3. Amigo!! qué emoción! felicidades a ambos pues es un logro de los dos, me da muchísimo gusto que tu texto haya sido seleccionado pues tienes muchísimas ideas que plasmar, luego publicarás tu historia de chaneques? :D un abrazote

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  4. Gracias, pienso publicarla, pero no sé cuál sería el tiraje. Un gran abrazo de parte de Lupita y mío.Saludos en casa.

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