MI
DESOLADA SOLEDAD
Antonio
Fco. Rodríguez Alvarado
¡Ay! mi desolada soledad, está tan sola que no tiene
nada que la cubra o cobije, está desnuda. Ha dejado de escuchar las voces, que
ella misma ha perdido. Sus ojos, sólo miran hacia sus adentros, sus entrañas,
la hueca e incolora ausencia, en que se volvió ante tu partida.
Ausencia y presencia suenan casi igual, pero saben
diferentes. Tu ausencia me llenó de olvidos, de amnesia. Tu cariño y tu luz se
tornaron fríos y opacos, como sombras muertas.
Me duele sentir a mi corazón, viejo, despreciado,
manoseado por tanto desamor. Ojalá, lo pudiera lavar en el río, desde lo más
hondo de tu recuerdo, para que limpie la falsedad de tu amor.
Xalapa, Ver. México.
09.06.25