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lunes, 20 de enero de 2014

RAMEADAS O LIMPIAS

RAMEADAS O LIMPIAS
ANTONIO FCO. RODRÍGUEZ ALVARADO

     Limpias. Las “rameadas” o “limpias” se basan en el principio de la transferencia del mal, puesto que el huevo, la gallina negra, las hierbas, los minerales y ciertos objetos que son utilizados absorben o eliminan, mágicamente, todo aquello no visible o sobrenatural que daña a una persona, quedando así el enfermo limpio del hechizo o enfermedad sobrenatural. Scheffler (1992: 26). || Estos medios infectados, a su vez, pueden transmitir el daño si alguien los toca o se pone en contacto con ellos, ya sea pisándolos con los pies descalzos o recogiendo yerba ya arrancada en los caminos y  patios. Escupir sobre la yerba es la mejor manera de retirar ese maleficio. En relación con la saliva, pienso que puede haber un nexo en su mismo significado indígena. En zapoteca se le conoce como nizaxiñi (de niza, agua + xiñi, corrompida), de ahí la costumbre de andar continuamente escupiendo y en este caso neutralizando con la misma saliva el poder sobrenatural asimilado en estos “remedios”. Es tanto el poder de la saliva que los tarahumares, según González (1982: 114), cuando encuentran una serpiente de cascabel, escupen para que no les dañe. Avilés (2007: 35-36), refiere que para un dolor de estómago solo basta saliva untada y unas cuantas pizcas de ceniza tibia restregada en forma circular, y siempre para donde recorren las manecillas del reloj. Y mejora aún más si come un poco de cenizas. Para el dolor muscular de piernas, espalda, brazos y cintura, se acuesta al paciente en un petate al lado del fogón, se echa sal en la boca y se unta, masajeando lenta y constantemente, restregando después ceniza con la mano. Igual método sirve también para dolores de cabeza y de garganta. Finalmente en las noches se unta bastante saliva y se envuelve bien para que sude. || Ramírez Castañeda (1987: 17, 125), refiere que entre los vínculos vitalicios de la comunidad de los huaves, en Oaxaca, está el que cuando una persona se enferma las hojas ya secas usadas en la curación se llevan a la calle para que todos la pisen y hagan disminuir la enfermedad al regarla por todos lados y así ésta se pierde, se reparte. Vease Micayobi.

     Refiere Vogt que entre los mayas la gallina negra era el k´exol o “sustituto” del paciente por lo que el chamán sacrificaba una e  intercambiaba su sangre y su carne por un pedazo de alma (chulel) perdida.
     En tzotzil es k’exolil, sustituto, el que queda en lugar de otro.


     Tomado de mi libro: Los Tuxtlas, nombres geográficos pipil, náhuatl, taíno y popoluca.

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