LUIS
CARRIÓN
(San
Andrés Tuxtla, Ver., 1942- México, D.F. 1997)
Estudió periodismo en
Moscú en la Facultad de Filología de la Universidad de la Amistad de los
Pueblos Patricio Lumumba. Como integrante del grupo de cineastas formado por
Alfredo Joskowicz, Jorge Fons y Sergio Olhovich, que han estado pugnando desde
hace varios años por la renovación del cine mexicano, Luis Carrión ha
desarrollado una meritoria labor en este medio a través de la Cinematográfica
Marco Polo, de la que es fundador, y como guionista de algunas películas
memorables premiadas en México y en festivales del extranjero. Entre estos
filmes se destacan El cambio, La otra
virginidad, Los albañiles, el reportaje Así
es Vietnam y El infierno de todos tan
temido, adaptación de su libro del mismo título que en 1975 recibió el
Premio Hispanoamericano de Primera Novela. En el campo de la literatura ha
escrito, además de novela, cuento, ensayo y reportaje. También ganó el Premio Nacional de Periodismo Literario "Comitán de Domínguez", en 1988, con la novela Otros te llaman.
En 1973 Luis Carrión publicó un volumen de doce cuentos que pueden dividirse en dos grupos de acuerdo con los procedimientos y enfoques utilizados para abordar el tema social y político que es común a unos y otros. Las diferencias técnicas y formales saltan a la vista especialmente cuando algunos de estos textos continúan vigentes gracias al tratamiento no realista del contenido político, en tanto que los demás han disminuido en importancia al perder credibilidad la ideología de izquierda. Al primer grupo pertenecen aquellos relatos que se resuelven en la línea de lo insólito y lo fantástico; en tanto que al segundo corresponden los que incurren en el esquematismo hiperrealista que caracterizó a una parte de la narrativa mexicana e hispanoamericana de la década del sesenta y principios de la siguiente, bajo la influencia del pensamiento de izquierda que tácitamente dividía ─y sigue dividiendo─ la realidad en dos polos antagónicos irreconciliables sin que medien los matices. Son historias de jóvenes burgueses o de clase media que toman conciencia de su papel histórico y pasan a engrosar las filas de la guerrilla urbana; o bien proletarios con una clara conciencia del cambio… Pero en “Insectos” la propuesta no tiene esta nota de obviedad. El cuento puede definirse como fantástico porque la vacilación del lector sobre si la invasión de las cucarachas ocurre efectivamente o si es sólo alucinación del protagonista, permanece hasta el final. La duda no se despeja y esto es parte de la intensidad del relato. La implicación social, sin embargo, existe. Tanto la oficina en donde trabaja como su departamento tienen como denominador la agresividad. En el primer caso es latente y actúa por acumulación (horarios que cumplir, presiones de parte del jefe, repetición mecánica de las mismas acciones…); en el cuarto, en cambio, la reproducción incesante de insectos representa la violación directa y constante de su privacidad; es decir de su yo, con el consecuente deterioro psíquico que lo mantiene en total abulia. Las cucarachas son, entonces, una metáfora de la desquiciante realidad en la que está inmerso, muy semejante a la situación de los insectos que observa dentro de la botella. Incluso cuando decide “pedir la mano” de María Elena tiene conciencia de que entrará en otro círculo vicioso del que tampoco habrá posibilidad de escape. Así, mediante el símbolo de la incesante multiplicación de las repugnantes alimañas y empleando los recursos del género fantástico, el narrador hace un señalamiento muy objetivo ─paradojas de la literatura─ de una realidad opresiva y enajenante.
En 1973 Luis Carrión publicó un volumen de doce cuentos que pueden dividirse en dos grupos de acuerdo con los procedimientos y enfoques utilizados para abordar el tema social y político que es común a unos y otros. Las diferencias técnicas y formales saltan a la vista especialmente cuando algunos de estos textos continúan vigentes gracias al tratamiento no realista del contenido político, en tanto que los demás han disminuido en importancia al perder credibilidad la ideología de izquierda. Al primer grupo pertenecen aquellos relatos que se resuelven en la línea de lo insólito y lo fantástico; en tanto que al segundo corresponden los que incurren en el esquematismo hiperrealista que caracterizó a una parte de la narrativa mexicana e hispanoamericana de la década del sesenta y principios de la siguiente, bajo la influencia del pensamiento de izquierda que tácitamente dividía ─y sigue dividiendo─ la realidad en dos polos antagónicos irreconciliables sin que medien los matices. Son historias de jóvenes burgueses o de clase media que toman conciencia de su papel histórico y pasan a engrosar las filas de la guerrilla urbana; o bien proletarios con una clara conciencia del cambio… Pero en “Insectos” la propuesta no tiene esta nota de obviedad. El cuento puede definirse como fantástico porque la vacilación del lector sobre si la invasión de las cucarachas ocurre efectivamente o si es sólo alucinación del protagonista, permanece hasta el final. La duda no se despeja y esto es parte de la intensidad del relato. La implicación social, sin embargo, existe. Tanto la oficina en donde trabaja como su departamento tienen como denominador la agresividad. En el primer caso es latente y actúa por acumulación (horarios que cumplir, presiones de parte del jefe, repetición mecánica de las mismas acciones…); en el cuarto, en cambio, la reproducción incesante de insectos representa la violación directa y constante de su privacidad; es decir de su yo, con el consecuente deterioro psíquico que lo mantiene en total abulia. Las cucarachas son, entonces, una metáfora de la desquiciante realidad en la que está inmerso, muy semejante a la situación de los insectos que observa dentro de la botella. Incluso cuando decide “pedir la mano” de María Elena tiene conciencia de que entrará en otro círculo vicioso del que tampoco habrá posibilidad de escape. Así, mediante el símbolo de la incesante multiplicación de las repugnantes alimañas y empleando los recursos del género fantástico, el narrador hace un señalamiento muy objetivo ─paradojas de la literatura─ de una realidad opresiva y enajenante.
Obra
Cuento: Es la bestia, México, Edit. Novaro, Los
Nuevos Valores, 1973. Novel: El infierno
de todos tan temido, México, Fondo de Cultura Económica, 1975; Otros te llaman, México, Ediciones
Guernika/SEP, 1986. Antología: El libro
verde olivo, México, Edit. Diógenes, 1970.Reportaje: Avándaro, México, Edit. Diógenes. Ensayo: El socialismo es así (colectivo), México, Edit. Nuestro Tiempo,
1985; Cultura, historia y luchas del
pueblo mexicano (colectivo), México, Edit. Nuestro Tiempo, 1986.
Extraído del libro: MARIO MUÑOZ Recuento
de Cuentos Veracruzanos, Xalapa, Ver 1991.
Addendum. Él nació en un Hospital del D. F y fue registrado en San Andrés Tuxtla. Este escrito
fue escrito antes de su muerte. El domingo primero de junio de 1997 en su
departamento de Villa Olímpica, al sur de México, D. F. Luis Carrión Beltrán, tomó la determinación de
suicidarse cortándose las venas de los pies. En años anteriores había presentado
conato de suicidio cortándose las venas de las muñecas. Presentaba una psicosis
depresiva, se tomó además una botella completa de Vodka con antidepresivos, se
cortó las venas de los pies, encendió un cigarro y se prestó a dormir de un
sueño del que nunca despertó. Vivía solo, sin parientes y en medio de la
pobreza. AFRA.
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