DE
FRENTE. EL ESPEJO
ARMANDO
CHACHA
Miro el principio de la ruta a las montanhas.
Refugio de hombres antiguos
Es inmenso el vacío y profundo.
Sin asideros. Sin pestanhas.
Se debe bregar la legua para subir y tentar la
puerta del cielo.
Las grandielocuentes imágenes del suenho me agitan.
Erguido contemplo el Valle de los orígenes.
Desde este sitio de entrenubes
Un rio incontenible camina en entresierra.
Territorio habitado por hombres de ancestral idioma.
Llega un rumor de voces y cantos ininteligibles.
He transitado la noche y tocado el alba, con mi
aleteo de tordo.
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