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martes, 16 de diciembre de 2014

SEMBLANZA DE LOS JESUITAS Edwin Corona y Cepeda

SEMBLANZA DE LOS JESUITAS
EDWIN CORONA Y CEPEDA



     No  se puede dejar de explicar el “fenómeno jesuita” desatado por la elección de un Papa jesuita, sin recordar las palabras del Emperador Napoleón I quien en su oportunidad señaló “: Cuidado con los jesuitas porque son una organización militar”, porque esta Orden religiosa no solo  es un elemento clave en la historia económica moderna, sino porque su exitosa estructura organizacional -que lleva casi 5 siglos-, puede ser la envidia de cualquier corporación trasnacional actual.


LA COMPAÑÍA JESUITA
Ignacio de Loyola
1. Fue fundada por un noble vasco, ex soldado y caballero: Iñigo de Loyola, conocido más tarde como San Ignacio (castellanización del vasco Iñigo o Iñaki)  de Loyola (1491-1556); y llaman al superior de la orden "General" y a la orden "Compañía" pero en sentido castrense, no empresarial, aunque años después este nombre les caería como pintado a modo desde el punto de vista corporativa. Ignacio de Loyola ingresó muy joven a la orden de caballería, donde se adaptó rápidamente al orden y a la disciplina. Durante la campaña de la guerra entre Navarra, Francia y España (1521)  una bala de cañón casi le vuela la pierna por lo que fue llevado a su castillo y por las heridas tuvo que estar en cama meses. San Ignacio se leyó todos los libros sobre vida religiosa que encontró y descubrió su vocación. Dejó las armas y comenzó un largo camino que culminó con el  éxito y aplicación de sus ideas religiosas.

2. La Compañía de Jesús es una Orden religiosa que no está bajo el mando directo ni tutela de una Diócesis. Su jefe es el Padre Superior a quien se le llama Padre General. La Iglesia Católica divide su jurisdicción pastoral en Diócesis que están bajo la administración de sacerdotes “diocesanos” y estos deben reportarle al Obispo de la jurisdicción, o sea, de la  Diócesis y estos, a su vez, al Arzobispo que es quien maneja toda la operación.
Los jesuitas van más allá de esto pues consideran a cada país o región como una “provincia” de la Compañía de Jesús; por eso, tienen Padres Provinciales, una especie de “ojos y oídos” del superior o Padre General.

3.- Aunque no hay nada en sus normas que diga lo contrario, los jesuitas estaban "prohibidos" de ser obispos y menos Papas. Quizás la palabra no sea “prohibición”, pero fue algo consuetudinario en ellos: por costumbre adoptaron más un perfil bajo dentro de la Iglesia Católica. Prefirieron otro enfoque o carisma, el de la educación y en eso se especializaron. Además, nacieron en una época donde el protestantismo europeo era un furor y los esfuerzos de la Compañía de Jesús se enfocaron en eso, la lucha contra las corrientes protestantes, antes que entrar en el complicado mundo político de la Iglesia del siglo XVI con sus Papas al estilo de los Borgia, fanatismo, ambición,  asesinatos, corrupción,  inquisiciones, etc.

4. Sin embargo los jesuitas han  llegado a tener tanto poder político  y económico que a su superior lo llaman "El Papa Negro", por el color tradicional de las sotanas que usan. Lo del Papa Negro no es cuento ya que realmente llegaron a ser una suerte de Iglesia paralela dentro de la estructura católica romana.

5. Para ser ordenado jesuita, además de pasar 4 años, estudiando teología y filosofía en un seminario, es indispensable que tengan “estudios civiles”, por ello es que actualmente  se pueden encontrar jesuitas abogados, economistas, ingenieros, sociólogos, médicos, matemáticos, físicos, químicos, psiquiatras, sociólogos, antropólogos, lingüistas, instructores de buceo, etc. De hecho, son los únicos curas con título universitario civil por requerimiento específico. ¿Por qué crees que el Observatorio del Vaticano lo regentan jesuitas astrofísicos? ¿Por qué crees que el Papa Francisco es técnico químico-industrial?


Expulsión de los jesuitas

6. El poder oceánico que llegaron a tener motivó que en 1768 fueran expulsados de España, Portugal y las colonias (México o Nueva España incluido) . Este poder se debió a sus vanguardistas ideas: creían en la libertad económica, la igualdad social y la fraternidad entre individuos y naciones. También  promovieron el cooperativismo, la redistribución del capital, el libre acceso al mercado, la educación de las minorías, etc. lo que preocupó a las monarquías de la época. Eso incluyó el cierre de los colegios mayores, seminarios y universidades de todo el mundo conocido. lo que fue un duro golpe para la educación occidental, porque las instituciones educativas jesuitas eran impecables.  Astutos como ellos solos, aplicaron a la perfección aquello de “el enemigo de mi enemigo, es mi amigo” y se refugiaron en reinos e imperios protestantes y hostiles a la Iglesia de Roma. Entre ellos, el Imperio Ruso con Catalina La Grande a la cabeza, donde los jesuitas, expertos en educación, pronto se ganaron su respeto y admiración y ella no sólo les dio cobijo, sino el tesoro más  importante para un jesuita: TIEMPO. Tiempo para regresar y de hecho 40 años después de su expulsión lo hicieron refundando colegios y universidades en todo el mundo.


Universidad Jesuita DEUSTO en Bilbao

7. Antes de su expulsión, fueron los precursores del cooperativismo o una forma arcaica de economía socialista. Los jesuitas en sus Misiones y haciendas, crearon la figura del “Padre Administrador”, una suerte de contralor moderno que llevaba rigurosamente los presupuestos y estadísticas de las empresas que promovían. Pero  los jesuitas fueron más allá. En agricultura, sus haciendas no eran meros fundos o ranchitos  “para llevar pan”, pues diseñaron un complejo sistema de obrajes que les permitió desarrollar una agroindustria y sistema de agro exportación que sería la envidia de cualquier grupo agroindustrial moderno. Con ese criterio exportaban vinos y licores,  chocolate procesado, melaza, granos, telas, vidrio, cal, argamasa y un sinnúmero de productos, tanto agrícolas como industriales y textiles.


Carlos III

      Para la eficiente distribución de estos productos crearon lo que a la postre sería el concepto de distribución y canales de negocio corporativo, logística incluida. Su manejo de los costos era impresionante: las utilidades en una hacienda por ejemplo, después de un ejercicio fiscal, adelantándose al llamado reparto de utilidades, eran redistribuidas entre los indios y esclavos primero y en último término el quinto real (para la Corona Española ) y la Compañía. Esto les permitía hacer caja constante pues la producción de sus haciendas, al ser redistribuida entre indios y esclavos - quienes a su vez, la reinvertían en sus parcelas, vendiendo lo que iban sacando de ellas-,lo que les  aseguraba un ingreso extra y  recurrente, por tanto, evitaban el endeudamiento para cubrir huecos en el flujo de caja, luego tomaban una parte de la ganancia por cada línea de producto y en función a los costos unitarios calculaban el presupuesto para el siguiente año fiscal. Con esto, fueron los primeros en aplicar la teoría de las tasas de transferencia en negocios. Sus inversiones en tierras, conventos, seminarios, colegios mayores y universidades también les generaban caja pues casi todas sus instituciones eran privadas y cobraban una pensión por la  colegiatura, que les permitía además brindar subsidios a alumnos o seminaristas con bajos recursos: la versión moderna de becas de estudio. Además, reducían el riesgo sistémico de sus finanzas con la diversidad de inversiones y líneas de producción que ellos tenían o administraban.

    Es curioso además notar que en un tiempo donde los esclavos negros eran considerados menos que animales, los jesuitas no sólo los hicieron “propietarios” sino que les daban una parte de la ganancia del negocio. Situación que estaba prohibida por la Corona, pero de la que hacían caso omiso. Lo triste de esta historia: durante la administración jesuita de sus propiedades, los índices de escapismo entre los esclavos era nulo, después de la expulsión de la Orden, no solo muchos de los esclavos negros dejaron las haciendas y misiones, sino que el número de abortos auto inflingidos por las madres esclavas se disparó logarítmicamente: preferían matar a sus hijos neo natos, antes que nacieran esclavos (“Peregrinaciones de una paria”, Flora Tristán). Esto nunca pasó bajo la gestión de la Compañía. Finalmente, en 2008 la revista Forbes nombró a la Compañía de Jesús como " La Corporación Multinacional más antigua y exitosa de la historia económica moderna". Más que Coca Cola Co., JP Morgan y otras corporaciones internacionales.

8. En la Segunda Guerra Mundial, fue la única Orden que abiertamente se opuso al nazismo y al holocausto judío, muchos jesuitas fueron perseguidos por eso; algunos fueron torturados y asesinados en campos de concentración como el Beato Rupert Mayer SJ. En Francia, un colegio internado jesuita, exclusivo para chicos, escondió y salvó a más de 50 niños judíos de las garras de la Gestapo. “Amén”, película dirigida por Costa-Gavras (2002), basada en hechos reales descritos en el libro “El Vicario” de Rolf Hochhuth, muestra el rol clave que tuvo la Compañía de Jesús para la defensa de judíos ante el Vaticano. De hecho, para los judíos, la Compañía de Jesús es un referente de diálogo y es “Justa entre las Naciones” para Israel, por su labor en contra del holocausto. Cosa que pocas o casi ninguna otra orden católica realizó.

9.  En los 70's su posición progresista y de izquierda se hizo un poco evidente: unas décadas antes decidieron dejar de dar Misa en latín y la daban en el idioma del lugar. Por eso tenían jesuitas dando Misa en bantú africano, quechua, vasco, árabe, guaraní, chino cantonés, hindi, etc. En México el más célebre de los nahuatlatos D. Ángel María Garibay K fue jesuita.


Ángel María Garibay y Kintanilla

    Ser progresista y estar más cerca de los pobres y lejos de los grupos de poder les ganó también un recelo por parte del Opus Dei.

10. Aunque muy progresistas, los jesuitas no estuvieron exentos de vincularse con grupos de poder. Aunque, sus relaciones se basaron más en la enseñanza. Fueron famosos y conocidos por ser tradicionalmente los “educadores de las élites”, mayormente hombres y no mujeres. Sobre todo en Europa y Latino América. Es evidente que por sus aulas han pasado  destacados intelectuales, políticos, científicos, artistas, militares y religiosos. Eso les daba llegada a familias y grupos relacionados con el dinero y el poder. Pero formaron hombres que, lejos de continuar con los vicios y resabios de estos grupos, fueron más allá.

Francisco Xavier Clavijero

     Quizás por esta razón, es que los jesuitas son conocidos como “lava cerebros” o como una mafia donde quienes han sido educados por ellos, se reconocen, como en las órdenes masónicas,  por ciertos rasgos, lenguaje corporal y forma de hablar. Una especie de “secta” con decir y hacer propios.  Es una orden muy global y de constante diálogo no sólo inter religioso sino cultural. Incluso desde su fundación, les quedó claro ese asunto que ahora se llama “globalización”. Ese dinamismo es quizás lo que explica que, aunque llegaron “tarde” a la América Española, incluso 60 o 70 años después que los dominicos o franciscanos, en una década de operación en las colonias llegaron a triplicar el patrimonio de los primeros. En pleno siglo XVI, no dudaron los Padres fundadores de la Orden en enviar a sus primeros discípulos a lugares tan lejanos como China, India o Japón porque América ya les quedaba chica. Según  Chris Lowney ex seminarista jesuita y banquero de inversión del JP Morgan, autor del libro “El Liderazgo al estilo de los jesuitas”, uno de los factores de éxito de la Orden fue su movilidad permanente y apertura de mente frente a otras culturas. La historia del Padre Matteo Ricci SJ que viajó a China grafica este liderazgo y dinámica inter cultural. Llegado a China, el Padre Ricci SJ de inmediato tomó contacto con el Emperador. No era cosa fácil porque ya antes en Asia, la experiencia jesuita había resultado tenebrosa y de total fracaso: decapitaron en Japón a 22 jesuitas y martirizaron y torturaron a otro tanto en la India. Pero el Padre Ricci SJ se ganó el respeto y admiración del emperador al dibujarle un mapamundi donde colocó a China, por primera vez, en la historia de la cartografía mundial. Huelga decir que Ricci era matemático, geógrafo y cartógrafo. La mente abierta de este jesuita le permitió también, emparentar el confusionismo a la praxis cristiana. Debió haber sido todo un éxito porque el Emperador de China lo nombró su consejero, siendo el primer y último caso, donde un occidental fuese “privado” de un regente chino.

Para este Autor (Lowley), son 4 los pilares fundamentales del éxito y del enfoque empresarial de los sacerdotes jesuitas:

(1) Conocimiento de sí mismo:

     Saber reconocer muy bien cuáles son las fortalezas, debilidades y valores de uno mismo, así como tener un claro conocimiento del mundo y hacia dónde se quiere ir.

(2) Ingenio:

     Siempre innovar y al mismo tiempo adaptarse a las circunstancias de un mundo cambiante. Explorar nuevas posibilidades e ideas. Aprender de las otras culturas y darles su valor;

(3) Amor:

     Querer a los demás y tratarlos a partir de esa realidad. Siempre mantener una actitud positiva. Ganar a la gente por el amor y no por el temor. Los líderes tienen confianza en sí mismos y la proyectan a los demás;

(4) Heroísmo:

     Despertar en uno mismo, y en los demás, grandes deseos. Fortalecer en sí mismo, y en los demás, aspiraciones heroicas.

     El mundo católico  espera con ansiedad que el Papa Francisco, siendo jesuita, recoja este modelo, no sólo desde lo religioso, sino desde lo empresarial.





REFLEXIÓN  MATUTINA
Edwin Corona y Cepeda

Tetraheroica Veracruz el domingo 18 de octubre  del  2014.


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