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lunes, 6 de julio de 2015

LAS MUJERES QUE LEEMOS DEMASIADO Daphne de Luzuriaga

 LAS MUJERES QUE LEEMOS DEMASIADO

DAPHNE DE LUZURIAGA



     Para las mujeres que leemos demasiado.

     Tengo demasiada afición a los libros y esto, pienso que me ha trastornado el cerebro... Algunos hasta me dicen en la cara que estoy loca, cuando les externo mis ideas, o bien me dicen: "¡Eso es una locura!"... Tal vez sea tanta lectura...

     Virginia Wolf, una novelista inglesa, pensaba que cuando las mujeres que leemos demasiado lleguemos a las puertas del cielo, cargadas con nuestros queridos libros, el Todopoderoso le dirá a San Pedro: "Mira, éstas no necesitan ninguna recompensa. Aquí no tenemos nada que darles... Han amado la lectura."


      En la vida real hay mujeres que leen y mujeres que leen demasiado poco.

     No hay mujeres que lean demasiado porque esto es imposible... ¿Cómo puede una leer demasiado si sólo dispone de días de 24 horas, de vidas cuyo promedio es tan sólo de 80 años?...

     Cualquier momento del día es perfecto para leer. Cualquier lugar (hasta en el inodoro)... Cualquier excusa.



     La lectura es el último refugio para las personalidades aficionadas a la adicción. Leer demasiado no tiene efectos secundarios nocivos... Louisa May Alcott autora de literatura juvenil, como "Mujercitas", piensa que aficionarse demasiado a los libros nos "trastornará" el cerebro... También, recuerden lo que sucedió al Quijote por leer tanto... (¡Se volvió loco!...)

     Por supuesto, no puede estar totalmente equivocada una mujer como ella, que tenía tanta afición a los libros, que se sintió empujada a escribir unos cuantos de su propia cosecha.

     Es verdad que los libros nos afectan. Los libros hacen que nos demos cuenta que nuestras pasiones y que nos dediquemos a ellas. Nos convierten en mujeres auténticas.

     Cuando una oración que leemos en un libro resuena en tu interior, es la voz de tu yo auténtico. Escucha lo que trata de decirte. El Espíritu se comunica constantemente con nosotras.

     La mayoría de nosotras anhelamos experimentar el paraíso en la tierra. Las mujeres que leemos lo experimentamos.

     Es obvio que quien dijo que no te lo puedes llevar al otro mundo nunca leyó un buen libro. Porque todo lo que has leído, te ha gustado y recuerdas, forma ahora parte de tu conciencia. Lo que se quiso una vez nunca puede perecer.

     Calvino nos dice que "leer significa estar preparado para captar una voz que se hace oír cuando menos lo esperas, una voz cuya procedencia es desconocida, que viene de más allá del libro, más allá del autor, más allá de la convicción de escribir: procede de lo no dicho, de lo que el mundo aún o ha dicho sobre sí mismo y que todavía no tiene palabras para decirlo"...

     Como dijo Simón Bolívar: "Sólo los libros nos hacen libros".

     Sigan compañeras, sigamos leyendo, aunque... Nos llamen locas por ser lectoras.

     La locura del el Quijote. ¿Estaba realmente loco don Quijote?... Desde que punto de vista se puede afirmar que está realmente loco don Quijote..?

     Es el deseo que a través de este escrito se puede expresar claramente la idea que queremos presentar:

     "... Y así del poco dormir y del mucho leer se le secó el cerebro, de manera que vino a perder el juicio. Llenósele la fantasía de todo aquello que leía en los libros, así de encantamientos como de pendencias, batallas, desafíos, heridas, requiebros, amores y disparates imposibles; y asentósele de tal modo en la imaginación que era verdad toda aquella máquina de aquellas soñadas invenciones que leían, que para él no había otra historia más cierta en el mundo..."




     








     En definitiva, la hipótesis a demostrar es la siguiente: don Quijote se vuelve loco por la lectura de las novelas de caballería, o sea, esa actividad le ocasiona una privación del juicio o del uso de la razón. Se lo puede calificar como un "loco entreverado", o sea, que sólo desatina cuando se refiere a su manía y es perfectamente cuerdo en las demás circunstancias.

     Su locura estriba exclusivamente en dos conclusiones falsas: 1era, que todo cuanto había leído en aquellos fabulosos y disparatados libros de caballerías era verdad histórica y fiel narración de hechos que en realidad ocurrieron y de hazañas que llevaron a término, auténticos irreales caballeros en tiempo antiguo; 2da, que en su época (principios del siglo XVI) era posible resucitar la vida caballeresca de antaño en los libros de caballerías y mantener los ideales medievales de justicia y equidad.


      La manifestación de la locura de don Quijote se dará con tal plenitud cuando llegue a poner en práctica las fantasías que bullen dentro de su cabeza. Fantasías del tipo de las de don Quijote, las podemos llevar todos dentro de nosotros, e incluso recreamos en ellas, aún sabiendo que se tratan de vanas imaginaciones; pero el hecho de darles salida exteriorizándolas y de actuar de acuerdo con ellas convienen las fantasías en auténticas locuras, y esto es lo que hace don Quijote a partir del primer capítulo de la novela.

     Para analizar mejor su demencia es necesario entender los cuatro universos que constituyen la estructura paródica de la obra:

     a) El intramundo: es lo que don Quijote cree ser y lo que quiere hacer de sí mismo y de los que con él conviven.
Se basa en los ideales caballerescos.

     b) El extramundo: es la realidad objetiva que amenaza con destruir el intramundo. Se fundamenta en la relación personal y en las experiencias sobre otras formas de vida y otros lugares.

     c) El mundo transformado: nace del mundo interior de don Quijote, está entre el mundo interior del loco y el exterior y le permite preservar su mundo interior de la realidad. Se fundamenta en el encantamiento.

     d) El mundo fingido: es el mundo de las apariencias organizadas para influir sobre el héroe. Se fundamenta en el engaño.

     Una de las razones por las que el autor de esta obra recurre la locura de don Quijote puede ser para garantizarle a su héroe la más absoluta forma de libertad. Cervantes había pasado cinco largos años de cautiverio en Argel, lo que agudizó, sin duda, su sentido de la libertad de forma radical, hasta convertirla a sus ojos en el bien más preciado: "la libertad, Sancho, es uno de los más preciosos dones que a los hombres dieron los cielos; con ella no pueden igualarse los tesoros que encierra la tierra ni el mar encubre; por la libertad, así como por la honra, se puede y debe aventurar la vida, y, por el contrario, el cautiverio es el mayor mal que puede venir a los hombres". En ello coincide con el pensamiento de los humanistas, y nuestro novelista otorga una libertad básica al ser humano, tanto a nivel individual (don Quijote, Marcela, Roque Guinart, etc.).

     Finalmente en el último capítulo don Quijote vuelve a la cordura.
     Cuando esto sucede, sus amigos acostumbrados a sus delirios se empiezan a dar cuenta, pero lo continúan considerando loco, a pesar de que lo que dices perfectamente coherente. Es interesante este desentendimiento entre don Quijote y sus amigos ya que ellos no comprenden sus razonamientos, como cuando su sobrina lo escucha exclamar: "Bendito sea el poderoso Dios, que tanto bien me ha hecho. En fin sus misericordias no tienen límite, ni las abrevian ni impiden los pecados de los hombres".

     Esta plegaria de agradecimiento a Dios por haberlo vuelto a la cordura, es la de un hombre que se considera mentalmente sano y que reconoce a Dios como dador de la vida, y por consiguiente, de la capacidad mental. Pero también, y quizás inconscientemente por parte de don Quijote, es un agradecimiento a la gran aventura de su vida, a la posibilidad que le dio Dios de por largos años haber sido un loco, que luchó por la realización de sus sueños, se la jugó por sus ideales, y no flaqueó en los momentos difíciles sino que siempre mantuvo el espíritu caballeresco, hasta el momento de su muerte.


      Podemos hacer una comparación de la vida de Don Quijote con la de un hombre cualquiera: En un inicio, don Quijote se vuelve loco cómo podría decirse de un joven idealista y de sus sueños y utopías. Luego de largos años de experiencias, tropiezos y desengaños, don Quijote vuelve a la realidad, tal como sería el de sentar cabeza, para inmediatamente después morir, es decir, perder el sentido de existencia. Es por ésto que cuando don Quijote vuelve a la vida de una persona cuerda, lo que para nosotros es una indicación de que la muerte se aproxima, reniega de los libros de caballería y lamenta su locura, afirmando:

     "Yo ya no soy don Quijote de la Mancha, sino Alonso Quijano, a quien mis costumbres me dieron renombre de Bueno. Ya soy enemigo de Amadís de Gaula y de toda la infinita caterva de su linaje; ya me son odiosas todas las historias profanas de la andante caballería; ya conozco mi necedad, y el peligro en que me pusieron haberlas leído; ya por misericordia de Dios, escarmentado en cabeza propia, las abomino."

     Don Quijote se arrepiente de haber estado ensimismado en sus ideales, de hecho, no permite a ninguno de sus cercanos que se relacione con alguien como él. En su testamento lo señala claramente "es mi voluntad que si Antonia Quijana, mi sobrina, quisiese casarse, se case con nombre de quien primero se haya hecho información que no sabe qué cosa sean libros de caballerías; y en caso se averigüe que lo sabe, y con todo eso mi sobrina quisiese casarse con él y se casare, pierda todo lo que le he mandado." reconoce así, que su locura había sido producto de la excesiva lectura de las novelas de caballerías.

Conclusión:

En conclusión, la hipótesis ha quedado demostrada: don Quijote se vuelve loco por la lectura de las novelas de caballerías y hasta el mismo lo admite antes de su muerte.

     Sin embargo, la mayoría de los lectores siente ternura hoy incluso se identifica con él: es un loco que actúa de buena fe, que quiere hacer el mundo más justo, que lucha por el bien y el amor. Y, a su vez, en realidad estamos ante un loco peligroso, un desequilibrado que agrede, causa heridas a veces casi la muerte, libera a peligrosos delincuentes y que se permite la licencia de hacer el mundo como a él le gustaría que fuese, ya sea por huir de la decadencia económica en la que vive o de su propia frustración.

     Es precisamente esa capacidad de crear el mundo a la medida de sus deseos lo que provoca tanta admiración por este personaje y hoy en día, un "quijote" sería alguien que quiere cambiar el mundo, idealista y, a fin de cuentas, bondadoso, en un mundo egoísta, duro y a menudo cruel.

Prof. Daphne de Luzuriaga


(Publicado en el Diario "Sotavento" el 13 de Diciembre del 2009)





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