LAS MUJERES QUE LEEMOS DEMASIADO
DAPHNE
DE LUZURIAGA
Para las mujeres que
leemos demasiado.
Tengo demasiada afición a
los libros y esto, pienso que me ha trastornado el cerebro... Algunos hasta me
dicen en la cara que estoy loca, cuando les externo mis ideas, o bien me dicen:
"¡Eso es una locura!"...
Tal vez sea tanta lectura...
Virginia Wolf, una novelista inglesa,
pensaba que cuando las mujeres que leemos demasiado lleguemos a las puertas del
cielo, cargadas con nuestros queridos libros, el Todopoderoso le dirá a San
Pedro: "Mira, éstas no necesitan
ninguna recompensa. Aquí no tenemos nada que darles... Han amado la
lectura."
En la vida real hay mujeres que leen y
mujeres que leen demasiado poco.
No hay mujeres que lean demasiado porque
esto es imposible... ¿Cómo puede una leer
demasiado si sólo dispone de días de 24 horas, de vidas cuyo promedio es tan
sólo de 80 años?...
Cualquier momento del día es perfecto para
leer. Cualquier lugar (hasta en el inodoro)... Cualquier excusa.
La lectura es el último refugio para las
personalidades aficionadas a la adicción. Leer demasiado no tiene efectos secundarios
nocivos... Louisa May Alcott autora de literatura juvenil, como "Mujercitas", piensa que
aficionarse demasiado a los libros nos "trastornará" el cerebro...
También, recuerden lo que sucedió al Quijote por leer tanto... (¡Se volvió loco!...)
Por supuesto, no puede estar totalmente
equivocada una mujer como ella, que tenía tanta afición a los libros, que se
sintió empujada a escribir unos cuantos de su propia cosecha.
Es verdad que los libros nos afectan. Los
libros hacen que nos demos cuenta que nuestras pasiones y que nos dediquemos a
ellas. Nos convierten en mujeres auténticas.
Cuando una oración que leemos en un libro
resuena en tu interior, es la voz de tu yo auténtico. Escucha lo que trata de
decirte. El Espíritu se comunica constantemente con nosotras.
La mayoría de nosotras anhelamos
experimentar el paraíso en la tierra. Las mujeres que leemos lo experimentamos.
Es obvio que quien dijo que no te lo
puedes llevar al otro mundo nunca leyó un buen libro. Porque todo lo que has
leído, te ha gustado y recuerdas, forma ahora parte de tu conciencia. Lo que se
quiso una vez nunca puede perecer.
Calvino nos dice que "leer significa
estar preparado para captar una voz que se hace oír cuando menos lo esperas,
una voz cuya procedencia es desconocida, que viene de más allá del libro, más
allá del autor, más allá de la convicción de escribir: procede de lo no dicho,
de lo que el mundo aún o ha dicho sobre sí mismo y que todavía no tiene
palabras para decirlo"...
Como dijo Simón Bolívar: "Sólo los libros nos hacen
libros".
Sigan compañeras, sigamos leyendo,
aunque... Nos llamen locas por ser lectoras.
La locura del el Quijote. ¿Estaba realmente loco don Quijote?... Desde
que punto de vista se puede afirmar que está realmente loco don Quijote..?
Es el deseo que a través de este escrito
se puede expresar claramente la idea que queremos presentar:
"... Y así del poco dormir y del
mucho leer se le secó el cerebro, de manera que vino a perder el juicio.
Llenósele la fantasía de todo aquello que leía en los libros, así de
encantamientos como de pendencias, batallas, desafíos, heridas, requiebros,
amores y disparates imposibles; y asentósele de tal modo en la imaginación que
era verdad toda aquella máquina de aquellas soñadas invenciones que leían, que
para él no había otra historia más cierta en el mundo..."
En definitiva, la hipótesis a demostrar es
la siguiente: don Quijote se vuelve loco por la lectura de las novelas de
caballería, o sea, esa actividad le ocasiona una privación del juicio o del uso
de la razón. Se lo puede calificar como un "loco
entreverado", o sea, que sólo
desatina cuando se refiere a su manía y es perfectamente cuerdo en las demás
circunstancias.
Su locura estriba exclusivamente en dos
conclusiones falsas: 1era, que todo cuanto había leído en aquellos fabulosos y
disparatados libros de caballerías era verdad histórica y fiel narración de
hechos que en realidad ocurrieron y de hazañas que llevaron a término,
auténticos irreales caballeros en tiempo antiguo; 2da, que en su época (principios
del siglo XVI) era posible resucitar la vida caballeresca de antaño en los
libros de caballerías y mantener los ideales medievales de justicia y equidad.
La manifestación de la locura de don
Quijote se dará con tal plenitud cuando llegue a poner en práctica las
fantasías que bullen dentro de su cabeza. Fantasías del tipo de las de don
Quijote, las podemos llevar todos dentro de nosotros, e incluso recreamos en
ellas, aún sabiendo que se tratan de vanas imaginaciones; pero el hecho de
darles salida exteriorizándolas y de actuar de acuerdo con ellas convienen las
fantasías en auténticas locuras, y esto es lo que hace don Quijote a partir del
primer capítulo de la novela.
Para analizar mejor su demencia es
necesario entender los cuatro universos que constituyen la estructura paródica
de la obra:
a) El intramundo: es lo que don Quijote
cree ser y lo que quiere hacer de sí mismo y de los que con él conviven.
Se basa en los ideales
caballerescos.
b) El extramundo: es la realidad objetiva
que amenaza con destruir el intramundo. Se fundamenta en la relación personal y
en las experiencias sobre otras formas de vida y otros lugares.
c) El mundo transformado: nace del mundo
interior de don Quijote, está entre el mundo interior del loco y el exterior y
le permite preservar su mundo interior de la realidad. Se fundamenta en el
encantamiento.
d) El mundo fingido: es el mundo de las
apariencias organizadas para influir sobre el héroe. Se fundamenta en el
engaño.
Una de las razones por las que el autor de
esta obra recurre la locura de don Quijote puede ser para garantizarle a su
héroe la más absoluta forma de libertad. Cervantes había pasado cinco largos
años de cautiverio en Argel, lo que agudizó, sin duda, su sentido de la
libertad de forma radical, hasta convertirla a sus ojos en el bien más
preciado: "la libertad, Sancho, es
uno de los más preciosos dones que a los hombres dieron los cielos; con ella no
pueden igualarse los tesoros que encierra la tierra ni el mar encubre; por la
libertad, así como por la honra, se puede y debe aventurar la vida, y, por el
contrario, el cautiverio es el mayor mal que puede venir a los hombres". En
ello coincide con el pensamiento de los humanistas, y nuestro novelista otorga
una libertad básica al ser humano, tanto a nivel individual (don Quijote,
Marcela, Roque Guinart, etc.).
Finalmente en el último capítulo don
Quijote vuelve a la cordura.
Cuando esto sucede, sus amigos
acostumbrados a sus delirios se empiezan a dar cuenta, pero lo continúan
considerando loco, a pesar de que lo que dices perfectamente coherente. Es
interesante este desentendimiento entre don Quijote y sus amigos ya que ellos
no comprenden sus razonamientos, como cuando su sobrina lo escucha exclamar: "Bendito sea el poderoso Dios, que
tanto bien me ha hecho. En fin sus misericordias no tienen límite, ni las
abrevian ni impiden los pecados de los hombres".
Esta plegaria de agradecimiento a Dios por
haberlo vuelto a la cordura, es la de un hombre que se considera mentalmente
sano y que reconoce a Dios como dador de la vida, y por consiguiente, de la
capacidad mental. Pero también, y quizás inconscientemente por parte de don
Quijote, es un agradecimiento a la gran aventura de su vida, a la posibilidad
que le dio Dios de por largos años haber sido un loco, que luchó por la
realización de sus sueños, se la jugó por sus ideales, y no flaqueó en los
momentos difíciles sino que siempre mantuvo el espíritu caballeresco, hasta el
momento de su muerte.
Podemos hacer una comparación de la vida
de Don Quijote con la de un hombre cualquiera: En un inicio, don Quijote se
vuelve loco cómo podría decirse de un joven idealista y de sus sueños y
utopías. Luego de largos años de experiencias, tropiezos y desengaños, don
Quijote vuelve a la realidad, tal como sería el de sentar cabeza, para
inmediatamente después morir, es decir, perder el sentido de existencia. Es por
ésto que cuando don Quijote vuelve a la vida de una persona cuerda, lo que para
nosotros es una indicación de que la muerte se aproxima, reniega de los libros
de caballería y lamenta su locura, afirmando:
"Yo ya no soy don Quijote de la
Mancha, sino Alonso Quijano, a quien mis costumbres me dieron renombre de
Bueno. Ya soy enemigo de Amadís de Gaula y de toda la infinita caterva de su
linaje; ya me son odiosas todas las historias profanas de la andante
caballería; ya conozco mi necedad, y el peligro en que me pusieron haberlas
leído; ya por misericordia de Dios, escarmentado en cabeza propia, las
abomino."
Don Quijote se arrepiente de haber estado
ensimismado en sus ideales, de hecho, no permite a ninguno de sus cercanos que
se relacione con alguien como él. En su testamento lo señala claramente "es mi voluntad que si Antonia Quijana,
mi sobrina, quisiese casarse, se case con nombre de quien primero se haya hecho
información que no sabe qué cosa sean libros de caballerías; y en caso se
averigüe que lo sabe, y con todo eso mi sobrina quisiese casarse con él y se
casare, pierda todo lo que le he mandado." reconoce así, que su locura
había sido producto de la excesiva lectura de las novelas de caballerías.
Conclusión:
En conclusión, la
hipótesis ha quedado demostrada: don Quijote se vuelve loco por la lectura de
las novelas de caballerías y hasta el mismo lo admite antes de su muerte.
Sin embargo, la mayoría de los lectores
siente ternura hoy incluso se identifica con él: es un loco que actúa de buena
fe, que quiere hacer el mundo más justo, que lucha por el bien y el amor. Y, a
su vez, en realidad estamos ante un loco peligroso, un desequilibrado que
agrede, causa heridas a veces casi la muerte, libera a peligrosos delincuentes
y que se permite la licencia de hacer el mundo como a él le gustaría que fuese,
ya sea por huir de la decadencia económica en la que vive o de su propia
frustración.
Es precisamente esa capacidad de crear el
mundo a la medida de sus deseos lo que provoca tanta admiración por este
personaje y hoy en día, un "quijote" sería alguien que quiere cambiar
el mundo, idealista y, a fin de cuentas, bondadoso, en un mundo egoísta, duro y
a menudo cruel.
Prof. Daphne de Luzuriaga
(Publicado
en el Diario "Sotavento" el 13 de Diciembre del 2009)
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