CIHUATEOTL
O CIHUAPILLI
ANTONIO
FCO. RODRÍGUEZ ALVARADO
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Cihuapilli, Cihuateotl. Plural Cihuapipiltin, Cihuateteo. Del
náhuatl cihua, mujer, + pipiltin, plural
de pilli, hijo, noble: “Mujeres nobles”, de cihua, mujer + teotl, dios:
“Diosa”. Se daba este nombre a las mujeres que morían de parto. Iban a habitar en
la región occidental del mundo, el Ilhuítl Tonatiuh, mansión del Sol en el
Cielo y recibían al sol a mediodía, en que lo dejaban de acompañar los
guerreros divinizados, para seguir ellas su cortejo durante la tarde hasta el
ocaso, al hacerlo entrar a la región de los muertos, donde pasaba la noche
acompañado en su recorrido de los mictecah.
Estas mujeres estaban bajo el amparo de Cihuacóatl, señora del rumbo occidental del mundo, y sus almas bajaban a la tierra de noche en determinadas épocas establecidas en su calendario y se convertían en fantasmas que hacían maleficios e infortunios al que tenía la triste fortuna de encontrarlas a su paso, a muchos de los cuales dejaban paralizados. Era considerado de mala suerte que una mujer embarazada tuviera una aparición de este tipo. Eran representadas en forma espantosa, llevando por cabeza una calavera y provistas de garras en las manos y en los pies. Nos dice la tradición que antes de convertirse en diosas, estas mujeres tenían poderes mágicos, porque precisamente al morir en el parto adquirían un gran poder al derrotar al enemigo. Estas mujeres siniestras eran muy veneradas por magos y hechiceros. Se dice que los jóvenes guerreros trataban de apropiarse del antebrazo derecho de estas mujeres, donde radicaban grandes poderes del -poder mágico que tenía la difunta-, los hacia invencibles en la guerra pues al contacto con el antebrazo “adormecía” a varias personas al mismo tiempo. Efectivamente, la mano y el brazo del hombre tienen el poder de crear, de producir, por lo cual tiene también una fuerza mágica que se puede apropiar mutilando el cuerpo muerto.
CIHUACÓATL Imagen de Internet
Estas mujeres estaban bajo el amparo de Cihuacóatl, señora del rumbo occidental del mundo, y sus almas bajaban a la tierra de noche en determinadas épocas establecidas en su calendario y se convertían en fantasmas que hacían maleficios e infortunios al que tenía la triste fortuna de encontrarlas a su paso, a muchos de los cuales dejaban paralizados. Era considerado de mala suerte que una mujer embarazada tuviera una aparición de este tipo. Eran representadas en forma espantosa, llevando por cabeza una calavera y provistas de garras en las manos y en los pies. Nos dice la tradición que antes de convertirse en diosas, estas mujeres tenían poderes mágicos, porque precisamente al morir en el parto adquirían un gran poder al derrotar al enemigo. Estas mujeres siniestras eran muy veneradas por magos y hechiceros. Se dice que los jóvenes guerreros trataban de apropiarse del antebrazo derecho de estas mujeres, donde radicaban grandes poderes del -poder mágico que tenía la difunta-, los hacia invencibles en la guerra pues al contacto con el antebrazo “adormecía” a varias personas al mismo tiempo. Efectivamente, la mano y el brazo del hombre tienen el poder de crear, de producir, por lo cual tiene también una fuerza mágica que se puede apropiar mutilando el cuerpo muerto.
TEMACPALITOTIQUE. Nahuas que utilizaban
los brazos mutilados de las mujeres muertas en el parto para echar un hechizo
de sueño e inmovilidad sobre los ocupantes de una casa, cuyos bienes y mujeres
en seguida procedían a robar y violar. || Refiere Viesca (1992:221) que los
nahuas nacidos en ce-ehecatl (uno-viento) serían naguales maléficos si eran
aristócratas, o hechiceros malignos si eran macehuales, siendo temacpalitotique
cuando eran hombres o memetzpipinque si
eran mujeres.
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Esta propiedad era también aprovechada por los
ladrones para cometer sus fechorías. También se dice que al ser enterradas, el
cortejo que las acompañaba a la sepultura iba rodeado de hombres armados para
impedir que se mutilara al cadáver. Gómez Gómez (1997: 31), Rodríguez (2004).
|| Refiere López Austin (ll, 2004: 290) que a la mujer que había fallecido de
muerte gloriosa, cuando la despertaban de su sueño en el otro mundo, era
denominada chamotzin.Tomado de mi libro: Los Tuxtlas nombres geográficos pipil, náhuatl, taíno y popoluca. Analogía con las cosmologías de las culturas mesoamericanas. Incluye un diccionario de localismos y mexicanismos. Ediciones Culturales Exclusivas, 2007
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