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miércoles, 2 de mayo de 2012

REUNIÓN DE BRUJOS EN EL "MONO BLANCO"


REUNIÓN DE BRUJOS EN EL PRIMER VIERNES DE MARZO
“LA MALDICIÓN DEL CHICHICAXTLE”
Antonio Fco. Rodríguez Alvarado y Roberto Antonio Armengual Cadena

Imagen de Internet

     Preparatoria “Isaac Ochoterena” de San Andrés Tuxtla. Como el máximo nivel básico de estudios en Catemaco era hasta la secundaria. Varios amigos tuvimos que estudiar en San Andrés, yo (Rguez.) inicié en el turno matutino pero como me caía mal una vieja maestra me cambié al vespertino, ahí me encontré con Julián Dguez. (“Bombeyo”), Adolfo Acua (qepd), Nachito Ojeda “Mister amigo”, Roberto (“Polito”) Armengual, Toño (¿un nombre en vías de extinción?) Chávez, al cual para diferenciarlo de tanto Toño, le decíamos Toño “el lechero”, y nuestro actual abogado Bertoldo Reyes Campuzano.

     Los más pobres que no teníamos ni para el pasaje del “Rojo” (autobús de transporte) éramos Polo (Roberto Antonio) y yo. Así que todas las noches (bueno, menos en tiempo de lluvias) después de salir de clases, a eso de las 9 o 10 PM, nos regresábamos caminando desde la prepa hasta Catemaco (unos 15 o 16 Km.). Creo que todos ansiábamos salir de clase para nuestra diaria y nocturna actividad. Ocasionalmente se paraba algún carro y nos ofrecían “aventón”, nunca lo aceptamos.

     Una de esas noches, primer viernes de marzo de 1972, entrando a Catemaco, vimos en una parada de autobús que estaba sobre la carretera, a la entrada del camino hacia la Escuela de Monjas (Rafael Guízar y Valencia), a  4 jóvenes mayores que nosotros, los cuales se identificaron como estudiantes del “POLI” (Instituto Politécnico Nacional), refiriéndonos que venían a investigar  sobre las  reuniones de brujos que se realizan cada primer viernes de marzo en lo alto del cerro “El Mono Blanco” y nos preguntaron si sabíamos de la cueva del cerro, de la cual se dice se abre una sola vez al año, precisamente este día, y si sabíamos el camino para llegar a él. Todavía ni terminaban de preguntarnos sobre el camino, cuando a todos nosotros nos “prendió” nuevamente el espíritu aventurero, así que (después de pedir “permiso para estudiar en casa de un amigo” y de ver que todos lleváramos linternas, cigarros, cerillos, agua, etc.) sin pensarlo dos veces emprendimos la marcha hacia el “Mono Blanco”, durante el camino atravesábamos tramos cubiertos por las copas de los árboles, unas verdaderas cuevas arbóreas. Como nunca lo habíamos subido, y debido a la oscuridad de la noche y a lo tupido de la maleza, tuvimos que rodear el camino, y subir y bajar un cerro que está detrás de él. Y entonces sí, iniciar el ascenso al cerro misterioso y encantado. Todos íbamos fascinados y con algo de temor a la vez.



   El miedo se exacerbó al acercarnos a la cima, no sabíamos qué nos íbamos a encontrar. Así que al llegar a ella y hallarla desierta, nos regresó la tranquilidad a todos. Inmediatamente las conjeturas, las interrogaciones, el ¿qué vamos hacer, ahora? Bueno, nos pusimos a buscar la cueva de la cima del cerro, la cual encontramos, estaba completamente oscura, nos dio escalofríos nada más de verla, nadie tuvo el valor de entrar, ni siquiera los chavos del POLI, que supuestamente a eso venían. Así que no nos enteramos si había algún sortilegio dentro de ella. De común acuerdo, juntamos ramas, varas y hojarasca y prendimos nuestra hoguera que levantaba sus llamas a unos 2 metros de altura. Permanecimos creo que en meditación alrededor de ella, dando además gracias por no encontrarnos nada desagradable, el “Adonay Negro” o “chamuco” pues. Disfrutamos además una hermosa y nublosa vista del lago de Catemaco.


     Unas dos horas después, unos grotescos ruidos llamaron nuestra atención, tratando de descubrir su origen nos quedamos un momento inmóviles y en silencio y en eso vimos salir una columna de humo y fuego de la cueva, y escuchamos salir de la misma unas espeluznantes carcajadas que no eran humanas, las cuales hacían retumbar todo el cerro, como si se desplomara, amenazando con aplastarnos, no lo pensamos más y salimos huyendo en estampida, optando por el camino que se nos hizo más fácil: bajar del cerro por la cara que da a la carretera hacia Matacalcinta. ¡Ay Dios mío!, fue nuestra peor decisión, todo el descenso nos fuimos enterrando en hoyos, ¿quién sabe de qué?, de tuzas, de serpientes, no sé. ¡Ah, pero lo peor fue que! …toda esa cara del cerro estaba plagada de “chichicaxtle” (chichicaste, pues). ¡Dios nos libre!,  bajamos corriendo como changos enajenados por la cruel comezón que teníamos en todo el cuerpo. Nunca supimos si fue castigo divino o de los chamucos por haber profanado su santuario. Llegamos a la carretera, y ahora sí, Dios nos socorrió, a un costado corría un riachuelo de aguas frías, al cual nos metimos todos. Nos untamos arena, lodo, pero ni así desaparecía la maldita comezón. ¡Pobres de los politécnicos!, no estaban acostumbrados como nosotros, creo que querían “pegarse un tiro”. Ok, ok, momentos después, al paso, de regreso a Catemaco, no sé ni en que momento se calmó en gran medida nuestro sufrimiento y nuestro miedo. Los estudiantes del "POLI", aparte de la razón, habían perdido hasta los zapatos, los cuales se habían sacado para rascarse del "pica-pica". Serían las 5 de la mañana cuando salía un "Rojo" y ellos de inmediato le hicieron la parada y se subieron en él... huyendo de Catemaco como quien ve al diablo. 



     Al día siguiente, me encontré al ayudante de don Gonzalo Aguirre (el brujo mayor), quien me dijo que esa vez habían decidido cambiar de lugar la reunión a “Arroyo Agrio”, porque ni los brujos aguantaban la maldición del chichicaxtle.



4 comentarios:

  1. JAJAJAJAJAJAJAJA NI QUIEN AGUANTE ESA MALDICION!!!!! INCHES CHCHICAXTLES SON PEOR QUE SI TE UNTARAN DE MIEL Y TE SENTARAN EN UN HORMIGUERO... DE BUENA SE SALVARON!!!! SALUDOS, HERMOSO RELATO

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  2. jajaja que divertida chichicaxtliza pasaron!! eso les paso por vaguitos, hasta con picazon termine de leer la nota! Saludos!!

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    1. ¡Deja tú, de la qué se salvó tu marido, pues siempre andábamos juntos en nuestras correrías. Saludos Conchita preciosa, un abrazote para ti y mi hermano el "Ruso".

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